EL
CHIVO EXPIATORIO Es
una figura que se nos ha incrustado en la lengua y en la
conciencia, cuyo origen conocen muy pocos. El diccionario define
al chivo como la cría de la cabra desde que no mama hasta que llega a la edad de
procrear. Y al chivo
expiatorio o chivo
emisario, lo define como aquel
sobre cuya cabeza cargaba el sacerdote, por la imposición de
manos, todas las culpas del pueblo; tras lo cual era expulsado
(e-missus) al desierto entre el griterío y las imprecaciones
del pueblo contra él. En
el capítulo 16 del Levítico se explica el rito anual de la
expiación, con el “chivo expiatorio” como protagonista
distintivo de los demás rituales. Aarón…
recibirá de la asamblea de los hijos de Israel dos
machos cabríos para el sacrificio por el pecado, y un
carnero para el holocausto. Aarón ofrecerá su novillo por el
pecado, y hará la expiación por sí y por su casa. Tomará
después los dos machos
cabríos, y presentándolos ante Yavé a la entrada del
tabernáculo de la reunión, echará sobre ellos las suertes:
una la de Yavé y otra la de Azazel. Aarón hará acercar el
macho cabrío sobre el que recayó la suerte de Yavé, y lo
ofrecerá en sacrificio por el pecado. El macho cabrío sobre el
que recayó la suerte de Azazel lo presentará vivo ante Yavé
para hacer la expiación y soltarlo después a Azazel. Aarón
ofrecerá el novillo del sacrificio por el pecado, haciendo la
expiación por sí y por su casa… Degollará el macho cabrío
expiatorio del pueblo… Hecha
la expiación del santuario, del tabernáculo de la reunión y
del altar, presentará el macho cabrío vivo; pondrá Aarón sus
dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, confesará
sobre él todas las culpas, todas las iniquidades de los
hijos de Israel y todas las transgresiones con que han pecado, y
las echará sobre la cabeza del macho cabrío y lo mandará
al desierto por medio de un hombre designado para ello. El
macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos
a tierra inhabitada, y el que lo lleve lo dejará en el
desierto. En
el rito de la Expiación lo más llamativo es el reparto entre
Dios y Azazel, el genio del desierto en quien la exégesis
popular vio siempre al Demonio. Son dos los machos cabríos, y
se sortean entre Yavé y Azazel. El de Yavé es sacrificado; el
de Azazel en cambio, después de haberle sido transferidos por
el sumo sacerdote todos los pecados del pueblo, es enviado vivo
al desierto, y abandonado allí. |