Parece que este
nombre proviene de Escocia, con el significado de Amable. Sin
embargo en nuestras latitudes solemos considerar Anabel como un
compuesto de Ana e Isabel, sin descartar no obstante su origen y
significado escocés. El primer elemento del compuesto, Ana, es de
origen hebreo, Hanna y significa "la graciosa" según unos
etimologistas; mientras según otros, que lo consideran derivado de Hannanya (Ananías
= "Dios ha sido misericordioso") significaría "misericordiosa",
"compasiva", "de buen corazón".
Pero no lo
encontramos tan sólo en la cultura hebrea, este nombre: en la
antiquísima civilización caldea llamaban Ana al espíritu que
regía el cielo y que juntamente con Ea (la Tierra) y Mulge (el
Abismo), formaba la tríada de las grandes divinidades que gobernaban
las tres regiones del universo. Y también Eneas, el héroe griego que
según Virgilio se salvó de la ruína de Troya y fundó Roma, al pasar
por Cartago fue acogida por la reina Dido, cuya hermana se llamaba Ana.
Encontramos también Anna como nombre de una antiquísima
ciudad griega y como nombre romano del Guadi - Ana, al que
los árabes añadieron el genérico Uadi o Guadi, que
significa "río". Está claro que las raíces de este nombre son muy
profundas, y bien diversas sus ramificaciones.
En cuanto a
Isabel, es otro de los grandes nombres de mujer. Su forma hebrea es Eli-zabad,
que significa "Mi Dios me ha concedido"; aunque parece que trae aún
más antigüedad y se conocía ya este nombre en los pueblos anteriores
a Israel. La terminación -bel parece que hace referencia a
Baal. Si así fuese, el significado de Isabel sería "Baal es la
salud". Según otra etimología significaría "El juramento de Dios",
dando idea de firmeza. En cualquier caso se trata de un nombre
antiquísimo, que ha tenido un gran predicamento, tanto en Israel
como luego en nuestra cultura. Las formas más corrientes son:
Isabel, con su hipocorístico Isa, Elisabet o Elisabeth, y su forma
abreviada Eli; y además los compuestos Anabel (Ana e Isabel) y María
Isabel, fundido en Maribel y Marisa. Es, como se ve, un nombre muy
versátil. Al juntar en uno solo los nombres de Ana e Isabel se
acumula la fuerza, la belleza y la historia de ambos en uno solo.
Las que llevan el
precioso nombre de Anabel suelen celebrar su onomástica en
la fiesta de santa Ana, madre de la Virgen María, el 26 de Julio.
Pueden optar por una segunda celebración (¡la ventaja de tener dos
nombres!) el 5 de noviembre, fiesta de santa Isabel, madre de san
Juan Bautista.