TERRORISMO: POEMAS

Indice - Artículos - Foros - Poemas - Mensajes - Terrorismo y Psicoanalisis - Enlaces

A Patricia,
a las víctimas y heridos,
a sus familiares y amigos,
a la gente que tapó la calle en las manifestaciones,
a todos los que deseamos vivir en paz.

PATRICIA

Te vas, 
tristemente, 
te vas.
Te marchas, te has ido 
sin aprender a decir adiós,
a decir, mamá, a quien miraba
tus pequeños ojos azules.

No te han dejado vivir,
te han cerrado las puertas
muy pronto, muy rápido
muy débil sonaba tu llanto
en un mar de sirenas oscuras
en un cielo de sangre y dolor.

No has podido ver el mar,
dar un beso enamorada,
correr, saltar, mirarme a los ojos,
no te han dejado.

No has podido acabar ese libro,
abrigarte si tenías frío,
llegar tarde al trabajo,
no te han dejado.

No has podido ver el arco iris,
tomar café un domingo tranquilo,
ver las fotos de aquel verano,
no te han dejado.

No has podido llegar a enfadarte
con padre si te ha prohibido
porque hoy han sido otros los que
no te han dejado.

No has podido ser Patricia
y me avergüenzo cada minuto
de mi, nosotros, de mi especie porque
no te hemos dejado.

Te vas, 
tristemente, 
te vas
y tristemente también
algo de mi
se va contigo.

Patricia de tan solo ocho meses, murió el viernes 12 de marzo de 2004, un día después de la masacre del 11M. Rubia, de ojos azules, no ha tenido una oportunidad para vivir. Su único pecado en la vida, montar en aquel tren. Descanse en paz.

Anónimo

 

HOY EL DOLOR SABE A ANDÉN

poesía de Fernando Luis Perez Poza, enviada a la lista "aprendiendo" por Claudia Kocak

HOY EL DOLOR SABE A ANDÉN

Hoy el dolor sabe a andén,
a vía muerta, a tren sin carril,
a corazón hueco de asesino
y bomba desahuciada.
Hoy la vida huele a nudos,
a nudos de sangre coagulada
y mar batido de angustia,
a estampida de miedo.
La muerte camina en espiral,
es soledad espesa atrapada
en un lento amasijo de hierros,
es una pócima fatal, un largo otoño
que revienta el aire
y gira en remolinos ciegos.
¿En qué estación
se bajó la conciencia?
¿De qué almanaque
robó su tiempo el asesino?
¿Qué tren será capaz
de atropellar a la muerte?
Duele, el dolor, duele,
saca punta a la médula
y rebaña la cal del hueso.
Duele, el dolor, duele
a laberinto de círculos
y profunda tiniebla.
Marzo 2004
©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España
www.tallerdelpoeta.com  

 

PARA LA LIBERTAD SANGRO

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.


Miguel Hernandez


SENTADO SOBRE LOS MUERTOS

Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo sostiene.

Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta
desde ahora y desde siempre.

Acércate a mi clamor,
pueblo de mi misma leche,
árbol que con tus raíces
encarcelado me tienes,
que aquí estoy yo para amarte
y estoy para defenderte
con la sangre y con la boca
como dos fusiles fieles.

Si yo salí de la tierra,
si yo he nacido de un vientre
desdichado y con pobreza,
no fue sino para hacerme
ruiseñor de las desdichas,
eco de la mala suerte,
y cantar y repetir
a quien escucharme debe
cuanto a penas, cuanto a pobres,
cuanto a tierra se refiere.

Ayer amaneció el pueblo
desnudo y sin qué comer,
y el día de hoy amanece
justamente aborrascado
y sangriento justamente....

Canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes:
tus ansias como las mías,
tus desventuras que tienen
del mismo metal el llanto,
las penas del mismo temple,
y de la misma madera
tu pensamiento y mi frente,
tu corazón y mi sangre,
tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada
esta vida me parece.

Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte.


Miguel Hernández

PIDO LA PAZ Y LA PALABRA

EN EL PRINCIPIO

Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

Blas de Otero



AL FIN DE LA BATALLA

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...


Cesar Vallejo

Indice - Artículos - Foros - Poemas - Mensajes - Terrorismo y Psicoanalisis - Enlaces