NEED FOR SPEED
UNDERCOVER
Need For Speed, la saga
más veterana del mundo de la conducción, nos ofrece su
última entrega, la cual se encuentra sin lugar a dudas
en la cima de toda la evolución de juegos de coches, y
representa la esencia de la acción automovilística y de
la conducción arcade.
El juego se basa en
carreras a lo largo del amplio mapeado de la ciudad
Tri-City, así como de diversas pruebas de conducción y
de paseos libres por la mencionada ciudad. Los tres
barrios principales de la ciudad están recreados
correctamente, con sus edificios y todos sus elementos
urbanos destructibles (vallas, conos, paradas de
autobús, y el resto del escaso tráfico de la carretera).
Destacan los reflejos en las carrocerías, que están
recreados de una forma excepcional (y exagerada, pues en
ningún capó de ningún coche en la vida real te podrías
mirar para peinarte). Además, la carrocería se irá
deteriorando según vayamos chocando en las carreras,
aunque se reparará automáticamente una vez éstas hayan
acabado (y los choques son muy superficiales, no os
esperéis nada al estilo Burnout).
Los coches que podemos
elegir se van desbloqueando a medida que avanzamos en el
juego, y son todos modelos reales recreados con gran
fidelidad, de marcas tanto americanas como japonesas o
europeas (Cadillac, Mitsubishi o Lamborghini por nombrar
unas pocas). En esta triple división encontraremos hasta
53 vehículos, y hay que reconocer que para cualquier
amante del mundo del motor, la simple visión (y
modificación, pues podremos tunearlos a nuestro gusto)
de estas máquinas preciosistas casi justifica la compra
del juego.
Hay que destacar que
cuando queramos realizar un gran salto o derribar
elementos sobre nuestros perseguidores, la cámara cambia
automáticamente y visionamos la escena al ralentí, como
si de una película se tratara. Justo después
recuperaremos la cámara y el control del vehículo. Este
efecto también ha sido “recuperado” de Need dfor Speed
Most Wanted, pero su carácter cinematográfico sigue
aportando espectacularidad a la acción, amén de
proporcionarte algún segundo de descanso y alivio tras
el esfuerzo de una maniobra arriesgada.
El aspecto sonoro del
juego es efectivo y contiene momentos de una gran
intensidad. Los toques instrumentales al más puro estilo
de Hollywood saben dar el toque necesario para que la
adrenalina acompañe a una buena ambientación entre
carrera y carrera. Y esto es así porque el juego sigue
un hilo argumental en el que interpretarás a un agente
de la autoridad que deberá infiltrarse en una peligrosa
banda de narcotraficantes. Para ello, deberás conducir
como un loco (pero un loco talentoso) y ganarte el
respeto de dicha banda. Contra más carreras y eventos
ganes, más infiltrado en la banda y más cerca de
conseguir tu misión estarás. Este planteamiento no es la
panacea de la originalidad, pero sí otorga cierto
sentido a la serie de carreras a realizar, que se
agradece. Cabe recordar que ya en Need for Speed Most
Wanted se recurrió a una ambientación de estas
características, y en ambos casos ésta hace que la valía
de los juegos suba al menos un peldaño.
En las persecuciones,
oiremos con el excelente doblaje las comunicaciones de
radio de la policía, que se corresponden a la perfección
con la situación por la que estemos pasando. Más de una
vez te sonreirás al oír “Está yendo hacia el Sur– no,
no, un momento; hacia el Norte, va hacia el Norte” o “Lo
he perdido, el tío es un hacha conduciendo”. Por radio
también recibiremos las órdenes de nuestro contacto en
la policía (una mujer de origen oriental interpretada
por la actriz Maggie Q), que nos irá informando de las
nuevas misiones que se irán abriendo o de los momentos
más importantes del juego.
La duración de todas las
pruebas viene a ser de unas 12 horas, entre carreras,
huidas y trabajos; una duración más que aceptable y
además repartida de una forma adecuada: cuando estemos
cansados de realizar siempre las mismas carreras, el
guión dará un salto adelante para hacer que nos
enfrentemos con algún jefe o bien nos darán algún
“trabajo”, que son siempre más interesantes que las
fases normales.
En definitiva, Need for
Speed Undercover dispone de puntos fuertes como la banda
sonora, lo liberador que resulta derrumbar puentes sobre
polis o la conseguida ambientación, y funciona bien como
juego en sí mismo; pero si ya has disfrutado con
anteriores juegos parecidos de la saga (Most Wanted en
particular), Undercover te ofrecerá pocas novedades, y
técnicamente se le puede reprochar que esté lejos del
nivel de juegos como Burnout Paradise o Midnight Club.
DISTRIBUYE: ELECTRONIC
ARTS
Texto: Jesús Buitrago
Durio
Coordina: José Buitrago
Prieto (Director Delegación Madrid)
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