RITOS Y COSTUMBRES
El por qué de tantos símbolos y liturgias
El calendario
Al fijare esta fecha, quedaron
también fijadas la de la Circuncisión y de la Presentación; la de la
Expectación y, quizás, la de la Anunciación de la Santísima Virgen María;
también la del Nacimiento y Concepción del Bautista (cf. Thurston en Amer.
Eccl. Rev., Diciembre, 1898). Hasta el siglo décimo la Navidad era
considerada, en los documentos pontificios, el inicio del año
eclesiástico, como se sigue haciendo en las Bulas; Bonifacio VIII
(1294-1303) restauró temporalmente esta costumbre, la cual Alemania
sostuvo durante algún tiempo más.
Las celebraciones populares
El códice Theod., II, 8, 27 (cf.
XV, 5,5) prohíbe, en el año 425, los juegos del circo durante el 25 de
diciembre; aunque no fue hasta el Códice de Justino III, 12, 6 (529) que
esta prohibición fue realmente impuesta. El Segundo Concilio de Tours
(can. XI, XVII), en el año 566 ó 567, proclama la santidad de los "doce
días" desde la Navidad hasta la Epifanía, y el deber de ayunar durante el
Adviento; el de Agde (506), en los cánones 63-64, decreta una comunión
universal, y el de Braga (563) prohíbe el ayuno durante el Día de Navidad.
Pero, las celebraciones populares navideñas aumentaron tanto, que en 1110
se dieron las llamadas "Leyes del Rey Cnut", decretando un ayuno desde
Navidad hasta Epifanía.
Las tres Misas
Las tres misas que señalan para
esta fecha el Misal de Gelasio y el Gregoriano, y éstas con un
martirologio especial y sublime, y con la dispensa, si fuera necesaria, de
la abstinencia, todavía hoy son guardadas. Si bien Roma señala sólo tres
Misas para la Navidad, Ildefonso, un Obispo español, en el 845, alude a
una triple Misa en Navidad, Pascua, Pentecostés, y la Transfiguración (P.L.,
CVI, 888). Estas Misas, de medianoche, al alba, e in die, están
místicamente relacionadas con la distribución judía y cristiana, o (como
lo dice Santo Tomás, Summa Theol., III:83:2) al triple "nacimiento" de
Cristo: en la Eternidad, en el Tiempo, y en el Alma. Los colores
litúrgicos variaban: negro, blanco, rojo, o (por ejemplo en Narbona) se
usaba el rojo, blanco, y violeta (Durand, Rat. Div. Off., VI, 13). El
Gloria era sólo entonado al principio de la primera Misa de ese día. El
origen histórico de esta triple Misa, probablemente fue de la siguiente
manera (cf. Thurston, en Amer. Eccl. Rev., Enero, 1899; Grisar, Anal. Rom.,
I, 595; Geschichte Roms… im mittelalter I, 607, 397; CIV. Catt., 21
septiembre de 1895, etc.): La primera Misa era celebrada en el Oratorium
Præsepis en Santa María La Mayor —una iglesia probablemente asimilada
desde el principio a la basílica de Belén— y la tercera en San Pedro,
reprodujeron en Roma el doble Oficio de Navidad mencionado por Eteria
(véase lo anteriormente dicho) en Belén y Jerusalén. La segunda Misa era
celebraba por el Papa en la "capilla real" del Palatino, para los miembros
de la corte bizantina, es decir, la capilla de Santa Anastasia, como fue
originalmente llamada, al igual que la basílica en Constantinopla,
Anastasis, y como ella, fue construida para reproducir la basílica del
mismo nombre de Jerusalén —y como ella también, finalmente abandonó el
nombre de "Anastasis", por el de la mártir Santa Anastasia. La segunda
Misa fue, por consiguiente, una deferencia que el Papa hacia a la iglesia
imperial en su fiesta patronal. Las tres lugares se mantuvieron así, pues,
por el año 1143 (cf. Ord. Romani en P. L., LXXVIII, 1032) el Papa dejó de
oficiar la tercera Misa en el distante San Pedro, y la empezó a decir en
el altar mayor de Santa María La Mayor. En esta tercera Misa, León II
inauguró, en el año 800, por medio de la coronación de Carlomagno, el
Sacro imperio romano. Este día se convirtió en el favorito para las
ceremonias de la corte, y en él, por ejemplo, Guillermo de Normandía fue
coronado en Westminster.
Las representaciones dramáticas
La historia de la dedicación del
Oratorium Præsepis en la basílica de Liberio, de las reliquias allí
guardadas y sus imitaciones, no pertenecen a esta disertación [cf. Crib;
Relics. Los datos están bien dados por Bonaccorsi (Il Natale, Roma, 1903,
ch. IV)], pero la práctica de dar una expresión dramática, o por lo menos
espectacular, a los hechos de la Navidad, fueron lo que, de alguna manera,
dieron origen a los misterios litúrgicos. Por ejemplo, el ordinaria de
Ruán y el de Reims, colocan el officium pastorum inmediatamente después
del Te Deum y antes de la Misa (cf. Ducange, Gloss. med. et inf. Lat., s.v.
Pastores); posteriormente, la Iglesia celebró un segundo misterio
"profético" después de Tierce, en la que la Vigilia y la Sibila se unían
con los profetas del Antiguo Testamento para honrar a Cristo. (Para más
detalles sobre Vigilias y obras sobre la Navidad y profecías, ver la obra
de Comparetti, "Virgil in Middle Ages", pág. 310 ss.). La obra "To out-herod
Herod", es decir sobreactuar, muestra la violencia de Herodes.
Los pesebres, Belenes o
Nacimientos
San Francisco de Asís en el año
1223 dio origen a los pesebres o nacimientos que actualmente conocemos,
popularizando entre los laicos una costumbre que hasta ese momento era del
clero, haciéndola extra-litúrgica y popular. La presencia del buey y del
burro se debe a una errónea interpretación de Isaías 1, 3 y de Habacuc 3,
2 (versión "Itala"), aunque aparecen en el magnífico "Pesebre" del siglo
cuarto, descubierto en las catacumbas de San Sebastián en el año 1877. El
burro en el que Balaam montó, en el misterio de Reims, hizo que la fiesta
recibiera el nombre de Festum Asinorum (Ducange, op. cit., s.v. Festum).
Los himnos y villancicos
La degeneración de las obras
dramáticas ocasionó la difusión de villancicos y pastorales, a los cuales
se les a otorgado en ocasiones, una posición cuasi-litúrgica. Prudencio,
en el siglo cuarto, es el primero (y único en su siglo) en escribir himnos
para la Navidad, pues los himnos "Vox clara" (himno para Laudes en
Adviento) y "Christe Redemptor" (Vísperas y Maitines de Navidad) no pueden
ser asignados a Ambrosio. Sin embargo, el himno "A solis ortu", pertenece
a Sedulio (siglo quinto). Los primeros Weihnachtslieder alemanes datan de
los siglos undécimo y duodécimo; los primeros villancicos conocidos datan
del siglo undécimo, y del siglo decimotercero. El famoso "Stabat Mater
Speciosa" es atribuido a Jacopone Todi (1230-1306); "Adeste Fideles" data
del siglo decimoséptimo. Pero, éstos aires populares, e incluso palabras,
deben de haber existido desde mucho tiempo antes de que fueran puesto por
escrito.
Tarjetas y regalos
La costumbre pagana centrada en
las calendas de enero, influyó en las de Navidad. Tiele (Yule and
Christmas, Londres, 1899) ha recolectado muchos interesantes ejemplos. La
strenæ (eacute;trennes) del 1 de enero romano (fuertemente condenado por
Tertuliano, de Idol., XIV y X, y por Máximo de Turín, Hom. el CIII, de Kal.
gentil., en P.L., LVII, 492, etc.) sobrevivió en la costumbre de los
regalos Navideños, las tarjetas, y cajas.
Las fogatas Navideñas
Las fogatas durante las calendas
eran un escándalo en Roma, y San Bonifacio logró que el Papa Zacarías las
aboliera. Pero, probablemente esta fogata de Navidad, en sus muchas
formas, era originalmente encendido sólo debido al invierno. Sólo a partir
de 1577 se convirtió en una ceremonia pública en Inglaterra; su
popularidad, sin embargo, creció inmensamente, sobre todo en la Provenza;
en la Toscana, la Navidad es simplemente llamada ceppo (bloque, leño —Bonaccorsi,
op. cit., pág. 145, n. 2). Además, estuvo también relacionada con otras
costumbres; en Inglaterra, un siervo tenía el derecho de alimentarse a
expensas de su señor, durante todo el tiempo que durase el fuego de una
rueda de madera, que su señor le entregaba, el señor también entregaba a
su siervo una carga de madera, cuando nacía un niño; Kindsfuss era el
nombre de un regalo que se le daba a los niños cuando les nacía un hermano
o hermana, e incluso, los animales de la granja también recibían el suyo,
cuando Cristo, el hermano universal, nacía (Tiele, op. cit., pág. 95 ss.).
El árbol de Navidad
Gervasio de Tilbury (siglo trece),
narra que en Inglaterra el grano era expuesto la noche de Navidad, para
que adquiera la fertilidad del rocío que cae en respuesta al "Rorate Cæli";
la tradición en la que los árboles y las flores florecen durante esta
noche, es citada por primera vez, de un geógrafo árabe del siglo décimo, y
se extendió por toda Inglaterra. Alrededor del siglo decimotercero, en la
épica francesa, se ven velas en los árboles florecientes. En Inglaterra,
el bastón de José de Arimatea era el que florecía en Glastonbury y en
otros lugares; cuando el 3 de septiembre se convirtió en 14 de septiembre,
en el año 1752, 2000 personas estuvieron observando si el espino Quainton
(cratagus præcox) brotaría en la nueva fecha Navideña; y como no lo hizo,
se negaron a guardar esta nueva fecha. De esta costumbre de decorar los
árboles tomada de las calendas (que fue prohibido por el Arzobispo Martín
de Braga, c. 575, P. L., LXXIII —el muérdago fue legado por los Druidas),
surgió el del árbol de Navidad, mencionado por primera vez en el año 1605
en Estrasburgo, e introducido en Francia e Inglaterra, recién en el año
1840, por la princesa Helena de Mecklenburg y el príncipe Consorte
respectivamente.
El visitante misterioso
Sólo con mucha cautela debemos
relacionar al misterioso bienhechor de la noche de Navidad —Knecht
Ruprecht, Pelzmärtel en un caballo de madera, San Martín en un caballo de
batalla blanco, Martín en un corcel blanco, San Nicolás y su equivalente
"reformado", el Padre de la Navidad, quien junto con su esposa Berchta,
desciende en las noches entre el 25 de diciembre y el de 6 enero, en un
caballo blanco, para bendecir la tierra y los hombres. Las fogatas y las
ruedas encendidas iluminaban las colinas, se adornaban las casas, los
juicios eran suspendidos y se celebraban fiestas (cf. Bonaccorse, op. cit.,
pág. 151). Knecht Ruprecht, de todos modos (mencionado por primera vez en
un misterio de 1668 y condenado en 1680 como un demonio) era sólo un
siervo del Santo Niño.
Celebraciones no católicas
Sin duda alguna, los nuclei
cristianos asumieron costumbres paganas. Pues las momias de las calendas;
el extraordinario y obsceno Modranicht; el pastel en honor de la
"placenta" de María, condenado por el Concilio de Trullan (692), canon 79;
el Tabulæ Fortunæ (comida y bebida ofrecidas para obtener alzas, condenado
en el 743), véase Tiele, op. cit., cap. VIII, IX —los datos de Tiele son
quizá de mayor valor que sus deducciones— y Ducange (op. cit., s. vv.
Cervula y Kalendæ). En Inglaterra, la Navidad fue prohibida por un Acta
del Parlamento en 1644; debía de ser considerado día de ayuno y de
mercado; las tiendas fueron obligadas a abrir; los budines de ciruela y
los pasteles de carne picada y frutas fueron condenados como paganos. Los
conservadores se resistieron; en Canterbury se derramó sangre; pero
después de la Restauración, los disidentes continuaron llamándola Yuletide
"Fooltide".
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