Turquia.
Estambul
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Al
atardecer, las orillas del Bósforo se llenan de una
delicada luz rojiza que ilumina a la que fue capital del
Imperio Romano de Oriente, de Bizancio y del Imperio
Otomano, mostrando el esplendor de un pasado glorioso y
un futuro de modernidad.
Istanbul es la única ciudad del mundo que se asienta
sobre dos continentes: Europa y Asia. En ella convergen
las civilizaciones del Oriente y del Occidente. Es esta
enorme riqueza y diversidad cultural lo que más fascina
al visitante de Istanbul. Y es que, los museos,
iglesias, palacios, grandes mezquitas, bazares y las
espectaculares vistas de la belleza natural del entorno
parecen inagotables.
Istanbul está situada a lo largo del estrecho del
Bósforo, que une el mar de Mármara y el mar Negro y que
separa la parte asiática de la europea. Un canal de
siete kilómetros, el llamado Cuerno de Oro, divide en
dos la parte europea de la ciudad. |
La ciudad se distribuye en tres grandes zonas: en la parte
europea, la península histórica situada al sur del Cuerno de
Oro; el barrio de Galata al norte y la ciudad nueva, situado
en la parte asiática.
Debido a su situación estratégica entre Asia y Europa,
Istanbul ha tenido a lo largo de la historia una gran
importancia geopolítica y ha sufrido en más de una ocasión el
dominio de otros estados que querían ejercer su influencia en
esta zona.
En honor a su fundador, la ciudad fue bautizada como Bizancio.
Posteriormente, después de varios monumentos importantes
construidos durante el reinado del emperador Constantino el
Grande, la ciudad pasó a llamarse Constantinopla: la ciudad de
Constantino. Tras la conquista por parte de los otomanos, se
convirtió en Istanbul, llegando a ser una de las ciudades más
grandes y pobladas de Europa. Comprende un área de 7.500 Km2,
con una longitud aproximada de 150 kilómetros. Hoy en día,
Istanbul es el centro económico de la República de Turquía. Un
continuo desfile de petroleros y barcos mercantes cruza a
diario las aguas del Bósforo. La población continúa creciendo,
la ciudad se hace más grande, más intensa a cada momento. La
historia de sus calles, barrios, templos, mezquitas y palacios
alimenta la vida de una ciudad y de una gente que se abre al
futuro, mientras los atardeceres sobre el Bósforo siguen
alumbrando con la misma luz de los siglos pasados las orillas
de Istanbul.
La Mezquita Azul
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También
conocida como la Mezquita del Sultán Ahmet, fue
construida durante el reinado del decimocuarto sultán
otomano, Ahmet I, entre 1603 y 1617. Es la mezquita más
grande y fastuosa de Istanbul.
Fue construida por el discípulo del arquitecto Mimar
Sinan, Mehmet Aga. Su construcción, iniciada en 1609,
finalizó en 1616. La mezquita fue construida junto con
una madraza, escuela coránica, un asilo, un lugar para
la venta de artesanía, un kervansaray, alojamiento para
camellos, una fuente y un külliye, un complejo social y
religioso.
El Sultán Ahmet subió al trono a los catorce años y
gobernó con gran aceptación popular hasta los
veintiocho; falleció apenas unas semanas después de que
la mezquita fuera inaugurada. Está enterrado en el
Külliye de su propia mezquita. |
El arquitecto de la mezquita, Mehmet Aga recibió el apodo de
Sedefkar, el marquetero. El lugar elegido para la construcción
de la mezquita fue el centro de la ciudad, antiguo
emplazamiento de un hipódromo romano. Uno de los motivos para
su elección era que se encontraba cerca del Palacio Topkapi.
El cuidado que mostraron en la elección del lugar es un
reflejo del posterior esmero que pusieron en elegir los
materiales de construcción y en la decoración de la mezquita.
Los 21.043 azulejos usados en su construcción fueron
confeccionados en los talleres del palacio; las alfombras de
cientos de metros cuadrados fueron tejidas en los telares
imperiales y los cristales de las lámparas de aceite fueron
traídas del extranjero.
Existen cinco puertas para entrar al patio exterior de la
mezquita. El patio de delante, al que se accede por unas
escaleras, tiene cinco entradas. En el lado norte, debajo del
patio interior, encontramos las fuentes de abluciones. En el
centro del patio se encuentra un magnífico sardivan, fuente de
abluciones, de forma hexagonal con seis columnas de granito
que forman el peristilo, siete a un lado y ocho al otro, hay
construidas treinta pequeñas cúpulas. En el lado sureste del
palacio se construyó una rampa para que el Sultán pudiera
llegar hasta su pabellón. La mezquita del Sultán Ahmet es la
única de Istanbul y de Turquía que posee seis minaretes, lo
que le otorga un valor especial entre las mezquitas otomanas.
Los cuatro minaretes de las esquinas tiene cada uno tres
balcones, los del patio sólo cuentan con dos. Según la
leyenda, el sultán Ahmet I le pidió al arquitecto una mezquita
con minaretes de oro, pero debido al alto coste éste prefirió
aumentar el número hasta seis.
El arquitecto Mehmet Aga con su obra no pudo dar otro concepto
nuevo a la arquitectura de la mezquita otomana pero, por otro
lado, su decoración interior y su rico recubrimiento, con más
de 20.000 azulejos, dejan en la sombra a las mezquitas
otomanas anteriores. Se la conoce como la Mezquita Azul por el
color azul vivo y verde de los mosaicos que decoran la parte
superior y las cúpulas de la mezquita. Si investigásemos el
desarrollo del arte de la Edad Media observaríamos la conexión
existente entre el arte y la religión. Mientras las bellas
artes apoyadas por las instituciones religiosas se
desarrollaban en gran medida, las otras se quedaban estancadas
porque las fuentes financieras necesarias para el desarrollo
del arte estaban en manos de organismos religiosos, ya fueran
musulmanes o cristianos. Por ejemplo, como la iglesia permitía
representar imágenes, estatuas y también música para el coro,
la pintura, la escultura y la música evolucionaron de forma
extraordinaria.
En cambio, en la religión musulmana al no permitirse la
representación de imágenes, al no utilizar ningún tipo de
instrumento o cantos para las oraciones, estas artes apenas se
desarrollaron. Por otro lado, dieron más importancia a artes
como la caligrafía, la artesanía de vidrieras, las tallas de
piedra y madera en los espacios interiores y exteriores, la
alfarería, artes que no evolucionaron tanto en el mundo
cristiano.
El edificio contemplado desde fuera da una impresión elegante
que no se espera de su gran tamaño. La cúpula central y las
semicúpulas tienen una extraordinaria y elegante armonía.
Todas las esquinas y los bordes están redondeados con el fin
de crear una imagen más armónica. Los pilares dentro del
edificio forman un conjunto cuya pesadez está hábilmente
suavizada.
En la mezquita hay en total 260 ventanas. Los cristales
utilizados en su época desgraciadamente no han logrado llegar
hasta nuestros días. La cúpula, de 23.5 m de diámetro, culmina
a 43 m y descansa sobre cuatro arcos ojivales y cuatro
pechinas planas; la sostienen cuatro enormes columnas
acanaladas de 5 m de diámetro, divididas a media altura por un
anillo. La piedra negra situada en el mihrab fue traída de
Kaaba, ciudad sagrada de los musulmanes. Al lado del mihrab se
encuentra el minbar, una especie de púlpito, bello ejemplo de
la escultura otomana, que servía para dar sermones.
La Müezzin Mahfili, que está situada delante del minbar, es
una copia de La Meca. En la parte izquierda se encuentra la
Hünkar Mahfili o galería imperial, lugar en donde rezaba el
sultán.
Las caligrafías que rodean y decoran la cúpula, las
semicúpulas y las columnas contienen versículos coránicos y
sentencias del profeta Mahoma. Las valiosas alfombras de
varios colores que cubrían la planta de la mezquita hasta hace
poco han sido cambiadas por otras alfombras de menor valor.
Excepto en la pared de la Kibla, en las otras paredes se abren
las tres galerías dedicadas al uso de las mujeres y a las
reuniones religiosas. Al nordeste de la mezquita se halla el
gran Türbe, mausoleo cuadrado con un patio delante, construido
por el Sultán Osman II hijo del Sultán Ahmet I. Aquí reposan
Ahmet I, su querida esposa Kösem Maypeyker y tres de sus
hijos: Osman II, Murat IV y el príncipe Beyazit.
Palacio de
Topkapi
Abierto todos los días excepto los martes
Sobre un cabo,
entre la confluencia del Bósforo y el Cuerno de Oro, se alza
el Palacio de Topkapi, el palacio más antiguo y extenso de los
que han sobrevivido hasta nuestros días. En este opulento
entorno vivieron y gobernaron los sultanes y su corte.
 |
· El
Primer Patio
En el patio exterior, o primer patio, hay un magnífico
jardín arbolado. Se entra en él por la puerta llamada
Bab-i Humayun (la Puerta Imperial). La fuente
monumental, situada frente a la fuente de la puerta Bab
- i Numayun, es uno de los mejores ejemplos del arte
turco del siglo XVII. En torno a este primer patio se
situaban las panaderías, la casa de moneda, el cuerpo de
guardia, las leñeras y, en la explanada un poco más
abajo, los huertos del palacio. El primer edificio del
palacio, llamado el Pabellón de Azulejos, se encuentra
en este patio. A la izquierda de la entrada se ve la
Iglesia de Santa Irene, construcción bizantina del siglo
VI. |
· El Segundo
Patio
La entrada principal del Museo de Topkapi en el segundo patio
es por la puerta llamada Bab-üs Selam (la Puerta de la
Salutación). Al pasar ésta, hay que atravesar una segunda
puerta llamada Orta Kapi (la Puerta Medianera) que comunica
con el segundo patio, en el que estaba situado el departamento
administrativo del Estado. En este patio, donde sólo el Sultán
podía montar a caballo, se podía ver a menudo a la gente que
debía resolver algún asunto oficial con el gobierno, y a los
representantes de los jenízaros.
En el mismo patio se recibían a los embajadores extranjeros y
tenían lugar diversas ceremonias oficiales. Se cuenta que, en
la presencia de entre cinco y diez mil personas durante estas
ceremonias, reinaba un silencio absoluto en el patio. Durante
las ceremonias, a las que el sultán solía asistir, el trono
imperial se colocaba delante de la puerta, al otro extremo del
patio, y en señal de respeto los presentes permanecían de pie,
con los brazos cruzados sobre el pecho.
· El Harén
El Harén del Palacio de Topkapi consta de unas 400
habitaciones situadas alrededor de pequeños patios recónditos
y de largos y estrechos pasillos. Es la zona del palacio que
ha sufrido mayor número de transformaciones.
El Harén era un lugar especial del palacio , que alojaba a la
madre del Sultán, a sus hermanas e hijas, así como a las
‘Cariyes’ (concubinas) y a los eunucos negros, que vigilaban
el harén y hacían las funciones de superintendentes,
constituyendo el cuerpo de criados de la familia imperial.
A lo largo de los siglos, son muchas las historias que han
tenido al Harén como escenario y a sus habitantes como
protagonistas. Sin duda, el hecho de que se tratara de un
dominio privado del Sultán y que estuviera cerrado a cualquier
acceso al exterior ha contribuido a la leyenda.
Las esclavas o concubinas que iban a servir al Sultán y su
familia eran elegidas entre las más bellas y sanas de
distintas razas o eran regaladas , ingresando en el harén
desde la niñez y recibiendo durante años una educación
especial bajo una rigurosa disciplina.
Después de aprender las costumbres del palacio, las ‘cariyes’
se agrupaban en varias clases y las que supieran ganarse al
Sultán podrían incluso llegar a ser sus esposas. El título de
‘reina’ no existía en el palacio otomano. La administración de
todo el Harén estaba en manos de la madre sultana y allí,
junto a la riqueza y al esplendor, surgían las intrigas para
ganarse el favor del sultán.
Al subir al trono un nuevo Sultán, el Harén del anterior se
trasladaba a otro palacio.
· Las Cocinas y el Pabellón
A la derecha del segundo patio, sombreado de cipreses y
plátanos, se encuentran las cocinas del palacio, actualmente
galerías donde se expone la colección imperial de cristal,
plata y porcelana china. Unas 2.500 piezas de las más de
12.000 porcelanas chionas y japonesas que se usaban o
decoraban el palacio. En la época en que estas estancias
funcionaban como cocina, un equipo de más de 1.000 cocineros y
sus ayudantes preparaba los platos destinados a diferentes
partes del palacio.
· El Tercer Patio
Se entra en el tercer patio por la puerta llamada Bab-üs Saade
(la puerta de la Felicidad). Nadie podía atravesarla sin
permiso especial. Bajo el control de los eunucos blancos se
podía pasar a este patio reservado para el Sultán. El centro
imperial de enseñanza superior, la Sala del Trono, el Tesoro
privado del Sultán y las salas de las Sagradas reliquias se
encuentran en este patio. La Sala del Trono estaba situada
enfrente de la entrada, y todos los criados que servían en
esta sala eran sordomudos por razones de seguridad. Al propio
Sultán le solían servir oficiales de alto rango, que eran al
mismo tiempo los mejores alumnos de la escuela imperial (el
Enderún).
· El Tesoro
El tesoro de Topkapi contiene la colección más rica del mundo.
Las joyas exhibidas en las cuatro salas seguidas son
auténticas y originales. Las obras maestras del arte de la
joyería turca de varios siglos, junto con obras procedentes de
Europa, la India y el Extremo Oriente, fascinan al visitante.
· El puñal de Topkapi
Es el símbolo del palacio y del tesoro entero, un bellísimo
ejemplo de la artesanía turca del siglo XVIII. Debajo de una
de las cuatro esmeraldas que adornan la empuñadura, hay un
pequeño reloj.
· La Sala de las Sagradas Reliquias
Las Sagradas Reliquias del mundo islámico fueron traídas al
palacio a comienzos del siglo XVI, desde Egipto, cuando este
país fue conquistado por los turcos. Desde entonces las
reliquias se conservan en el mismo sitio. Desde entonces
también los sultanes turcos obtuvieron el califato, o sea la
jefatura del mundo islámico, lo cual aumento el prestigio de
su poderío.
En esta sala están exhibidas las pertenencias personales del
Profeta, uno de los primeros coranes escritos a mano y las
llaves de la Kaaba.
· El Cuarto Patio
En él se encuentran los pabellones de los jardines y entre
ellos el Pabellón de Bagdad, el único edificio de madera del
palacio, decorado ricamente con adornos y azulejos, que data
del siglo XVII.
HISTORIA
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Las
primeras huellas de asentamientos cerca de Istanbul se
encuentran en la parte asiática y datan de la era
Neolítica. El primer asentamiento alrededor de Topkapi
data de la Edad de Bronce.
En el año 680 a.C. los Megaraños que huyeron de la
persecución de los Dóricos fundaron la ciudad de
Calcedonia en la parte asiática. En el año 660 a.C. los
colonizadores de Megara, encabezados por Byzas,
establecieron el primer gran asentamiento en la parte
europea, frente a las ciudades de la parte asiática,
actualmente en la península histórica, en la zona
denominada Sarayburnu. Byzas en poco tiempo se extiende
y enriquece por su extraordinaria situación geográfica y
su puerto natural muy apropiado para el comercio. |
En el año 513
a.C. pasó a ser dominio persa, en el 407 a.C. cayó bajo el
poder de Atenas, y en el 405 a.C. pasó a manos de Esparta. En
el año 227 a.C. los galos que vienen de Europa se establecen
en la parte asiática de la ciudad. Después vino Roma, el
Imperio, en el 146 a.C., llega a un acuerdo que se garantiza
la protección militar de la ciudad. El emperador romano
Séptimo Severo anexionó la ciudad al Imperio Romano. Pero es
el emperador Constantino quien, después de realizar varias
construcciones importantes en la ciudad, la bautizó como
Constantinopla (la ciudad de Constantino).
El 11 de mayo
del año 330, con una gran ceremonia, anunció al mundo que se
convertía en la segunda capital del Imperio Romano. Comienza
entonces la construcción de una gran muralla alrededor de la
ciudad. Constantino, influenciado por su madre, ferviente
cristiana, se convierte al cristianismo que, gracias a sus
esfuerzos, se extiende por la ciudad, llegando a ser la
religión oficial en el año 391 a .c.
Tras la muerte
del emperador Theodosio en el año 395, el Imperio Romano se
divide y Constantinopla se convierte en la capital del Imperio
Romano de Oriente, Bizancio.
A principios del siglo V se construyeron las murallas de la
ciudad que hoy en día todavía está en pie. Mientras el Imperio
Romano de Oriente se fortalecía, el de Occidente, hacia el año
476 ya era historia. Con el emperador Justiniano se
construyeron nuevos monumentos en la ciudad, entre los que
destaca la Basílica de Santa Sofía. Bajo el dominio bizantino
es una de las épocas más brillantes para la ciudad. Desde el
año 666 hasta el 870 los árabes asediaron la ciudad en ocho
ocasiones intentando conquistarla infructuosamente.
A principios del siglo XI, por los desacuerdos entre
cristianos católicos y ortodoxos, Constantinopla pasa a ser la
sede de la iglesia ortodoxa. En el año 1096 la primera cruzada
pasa por la ciudad sin dañarla.
Entre los siglos XI y XII, los genoveses y los venecianos
dominan el comercio de la zona, sobre todo en la parte de
Galata.
Al contrario de lo que había sucedido con la primera, en la
cuarta cruzada, en el año 1204, la ciudad es invadida y
saqueada por los cruzados. Y apenas unos años más tarde, en el
1261, Constantinopla pasa de nuevo a manos de los griegos,
fundándose entonces la dinastía de los Paleólogos.
A finales del siglo XIV los Otomanos empiezan los asedios. La
ciudad fue asediada en el año 1395 por Beyazit I y Murat II.
Finalmente fue conquistada por el ejército Otomano bajo la
dirección del Sultán Mehmet II en el año 1453. Desde entonces,
la ciudad pasó a llamase Istanbul, convirtiéndose en la
tercera capital de los otomanos después de Bursa y Edirne.
Tras la conquista de Egipto, en el año 1517, los otomanos
trasladaron el califato a Istanbul.
Durante los
siglos XVI y XVIII, en la ciudad se construyeron hermosas
mezquitas, madrazas y palacios.
En el siglo XIX, la ciudad se quiere europea y se observa una
decadencia de la arquitectura otomana mientras florece el
estilo barroco y rococó.
Durante la Primera Guerra Mundial, la noche del 15 de marzo de
1919 los aliados ocuparon la ciudad. Tras la Guerra de la
Independencia, después de la disolución del califato y del
sultanato se proclama la República y el 13 de octubre de 1923
Ankara se convierte en la capital de la nueva República.
Istanbul, a pesar de haber perdido la capitalidad del Estado,
ha seguido creciendo muy rápidamente, y se ha mantenido como
el verdadero centro comercial e industrial del país. Su
población también continúa aumentado sobre todo por el gran
porcentaje de inmigración rural que llega cada año a la
ciudad. En los últimos veinte años, Istanbul, con sus
importantes centros comerciales, culturales y modernas
autovías, se ha convertido en una gran metrópolis moderna.
El Bazar
Egipcio
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Este
mercado, que recibe el nombre de Mercado Egipcio por ser
el lugar donde se vendían las especies traídas de Egipto
durante la época otomana, se encuentra en el muelle de
Eminönü, justo enfrente del Puente de Gálata. En el
bazar de las especies hay noventa y siete tiendas. Fue
construido en el año 1660 para poder financiar el
Külliye de la Mezquita Nueva.
Tiene forma de cruz invertida y sus cúpulas están
cubiertas de plomo. Las seis puertas del mercado se
abren en diferentes posiciones.
En el mercado se pueden
comprar docenas de especias y todo tipo de hierbas en
pequeños paquetes preparados o en grandes sacos, por
gramos. Aparte, entre las especialidades del bazar
Egipcio se encuentran alimentos como pastirma (carne de
ternera curada con especias), quesos, mermeladas, frutos
secos, lokum (delicias turcas), esponjas naturales y
varios perfumes orientales que se venden en pequeñas
botellas. |
El interior del
bazar egipcio tiene una gran atmósfera mucho más oriental que
el gran bazar, quizás el exterior del mercado sea más
interesante que el exterior. Merece la pena visitar el mercado
de flores y de pájaros que se encuentra en un patio exterior
del mercado.
El Gran Bazar
El ‘Kapali Çarsi’ es uno de los puntos más conocidos de
Istanbul, uno de los más variados mercados del mundo y el más
grandes de Turquía. El Gran Bazar, que ocupa un total de 35
hectáreas, unas ochenta calles, cuenta con más de cuatro mil
quinientas tiendas en las que trabajan más de quince mil
trabajadores. Además de las tiendas, el Gran Bazar dispone una
mezquita, doce capillas o ‘mescid’, un pozo y seis fuentes.
Siendo así no es de extrañar que de él se diga que es ‘una
ciudad fundada para el comercio’.
Entre los objetos más preciados a la venta en este enorme
mercado, destacan los samovares, los narguiles o pipas de
agua, los trabajos de orfebrería y cobre, las piezas de ónice,
los rosarios, disfraces para niños, trajes de bailarina de la
danza del vientre, cajitas de madera, de nácar y de marfil y,
por supuesto, la joyería con sus bellos diseños.
Quizás haya perdido un poco del aire oriental que tenía en sus
orígenes, pero la esencia de este mercado sigue siendo la
misma. Dieciocho puertas dan acceso a este gigantesco mercado.
La más importante de todas es la de Nuriosmaniye, que lleva un
escudo muy revelador de lo que espera dentro. Se representa
una pistola, un libro, la bandera y la puerta de Beyazit con
el lema del Sultán Abdülmecid: ‘Dios quiere al que hace
negocios’.
Durante la época otomana, el Kapali Çarsi no sólo era el
mercado más importante de la ciudad, sino que, además,
funcionaba como bolsa y banco. En los comienzos, las calles
del Gran Bazar olían a especias, a cuero, a telas y a madera.
Durante la época de la esclavitud, también fue el mercado de
esclavos. A pesar de haber perdido estas tres funciones, sigue
siendo igual de vital para la economía de la ciudad pues mueve
una gran cantidad de divisas cada día, aparte de ser el centro
del trabajo de oro.
Se ha calculado que por las tiendas del Bazar pasan unas
quince mil personas diarias y que, en los escaparates de los
mil quinientos joyeros, hay unas diez toneladas del preciado
oro.
ENTRETENIMIENTO
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Arte,
Cultura y diversión
Istanbul es por excelencia un centro internacional del
arte y de la cultura.
Óperas, ballets, películas, conciertos, exhibiciones y
conferencias conforman el abanico cultural de la ciudad.
La vida nocturna de Istanbul es otro de sus alicientes.
Sus clubes nocturnos ofrecen grandes espectáculos
mientras se puede saborear las exquisiteces de la comida
turca, la música y una selección de canciones que
culmina con la danza del vientre. Existen además
modernas discotecas, cabarés y clubes de jazz en las
zonas de Taksim y Harbiye. |
Istanbul es una ciudad de infinitas posibilidades para la
diversión. En Sultanahmet, hay un considerable número de
restaurantes en edificios bizantinos y otomanos restaurados
con este fin que proporcionan una atmósfera única al lugar.
Kumkapi, con sus
innumerables tabernas, bares y restaurantes de pescado, es
otra atractiva zona de la ciudad.
El Çiçek Pasaji (Pasaje de las Flores) en Beyoglu, fue y sigue
siendo un punto de encuentro obligado para degustar los
productos del mar.
Muy cerca de
este lugar, en la calle Nevizade, se encuentran algunos de los
mejores restaurantes de la ciudad, en los cuales se pueden
degustar las especialidades turcas acompañadas de un raki o un
buen vino turco.
Ortaköy, junto al Bósforo, es otra de las zonas con excelentes
restaurantes, pubs y bares donde se puede escuchar jazz. En el
muelle de Eminönü, barcas del periodo otomano con pescadores
vestidos a la usanza osmanlí, ofrecen al turista delicioso
pescado a la plancha.
Festival Internacional de Cine de Istanbul
Tiene lugar cada año durante los meses de marzo y abril
En los cines del histórico distrito de Beyoglu se proyecta lo
más interesante del panorama cinematográfico mundial.
Festival Internacional del Arte y de la Cultura
Se lleva a cabo cada año entre junio y julio. www.istfest.org
Al festival llegan artistas procedentes de todas las partes
del mundo. Las actividades de este evento se realizan
principalmente en el Centro Cultural Atatürk, mientras que la
música clásica tiene su espacio en el Cemal Resit Rey Hall.
Baños Turcos (Hamam)
Cagaloglu Hamami
Galatasaray Hamami
Zonas de Ocio Nocturno
· Çiçek Pasagi (Pasaje de las Flores)
Istiklal en Taksim
· Avenida de Istiklal - Taksim
· Barrio de Kumkapi
· Barrio de Ortaköy
FUENTE :
http://www.turismodeturquia.com
VIDEO : CANAL TURISMO
Estambul
Santa Sofia,
Mezquita Azul
Promocional
Turquia
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