GASTRONOMÍA Y VINOS
Un rito y un placer de los sentidos
La gastronomía rebasa en Bilbao la categoría de
arte y se convierte en algo inherente a la propia cultura de la
Villa. Sentarse a la mesa es en todo el País Vasco un rito que
convierte el acto en sí en un autentico placer para los sentidos.
A los excelentes productos que ofrece la tierra y el mar Cantábrico
se une el deseo de los bilbainos de cultivar y potenciar la buena
mesa, lo que ha servido para que su cocina sea sinónimo de
calidad en todo el mundo. No se puede dejar de mencionar al hablar
de la gastronomía vasca de algo tan peculiar como son las
sociedades gastronómicas, conocidas como txokos, donde se
preparan primero y se degustan después los platos típicos de la
cocina de esta tierra. Son por lo general establecimientos
privados, a los que sólo los socios tienen acceso. Una tradición
muy criticada es que algunos de ellos siguen sin permitir -salvo
en fechas muy señaladas- el acceso a las mujeres. Eso sí, todo
socio puede invitar a los acompañantes que desee, y si esta
oportunidad se les presenta no la deben desaprovechar ya que en
ellas, además de unos buenos platos, podrán disfrutar de un
ambiente inmejorable. Una visita a Bilbao no puede finalizar sin
haber probado las múltiples variedades de pinchos que pueblan las
barras de los bares de la Villa. Diminutas raciones de los platos
más diversos, desde la simple tortilla de patata, hasta las
recetas más elaboradas reducidas a su mínima expresión, hacen
las delicias de cuantos visitantes se acercan a Bilbao. El Víctor
Montes en la Plaza Nueva del Casco Viejo, el Oriotarra en la calle
Blas de Otero de Deusto o el Lekeitio en la calle Diputación son
una pequeña muestra del amplio surtido y la minuciosa elaboración
de las tapas en la capital vizcaina.
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