FIESTAS
La Semana Santa bilbaína
Las celebraciones religiosas tienen
una gran acogida en un pueblo como el vasco que se caracteriza por
vivir la religión católica con fervor, aunque a diferencia de
otras ciudades donde la Semana Santa está considerada como uno de
los acontecimientos más importantes del año (Sevilla o
Valladolid), Bilbao ha alternado a lo largo de su historia
momentos de auge con otros de menor fervor. En la última década
se ha realizado un intento de recuperar una tradición que tiene
su origen en la Villa hace casi 500 años. Actualmente la Semana
Santa bilbaina cuenta con 26 pasos de calle, que reúnen 73 imágenes
de los más prestigiosos imagineros desde el siglo XVI al XX, lo
que constituye un patrimonio en torno a los 2.000 millones de
pesetas. Las bandas de música de "El Botxo" se
adiestran durante meses para participar, junto con la Banda
Municipal de Bilbao, en los distintos pasos. La mayoría de las
procesiones que recorren Bilbao durante la Semana Santa tienen su
origen en la primitiva iglesia de los Santos Juanes, situada en el
Casco Viejo bilbaino. Allí tiene su sede la Cofradía de la Santa
Vera Cruz, una de las más famosas de cuantas recorren la Villa,
creada en 1554 en recuerdo de la gran inundación que asoló
Bilbao el 14 de Septiembre del año anterior. El hábito de la
Cofradía es túnica negra, capirote de terciopelo negro con una
Cruz blanca y el escudo de la Cofradía en el centro, guantes y cíngulo
blanco, zapatos negros y esclavina negra con ribete blanco y
morado. En las procesiones pueden verse pasos de incalculable
valor histórico, como el denominado Cristo de la Villa de Bilbao,
obra del imaginero Juan de Mesa, del año 1590. Sin duda, la
localidad vizcaina que acapara la mayor parte de atención en
Semana Santa es Balmaseda, a unos 40 kilómetros de Bilbao, donde
merece la pena presenciar uno de los Vía Crucis vivientes más
importantes de España.
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