La isla sur de Nueva
Zelanda, territorio salvaje

El sur de Nueva Zelanda mantiene la esencia salvaje. Mucho
menos habitada que la parte norteña del país, nos encontramos con
una sucesión de parques naturales a cada cual más impresionante. Glaciares,
lago elevados, fiordos, cañones o picos nevados componen un paisaje
que es muy agradecido para hacerlo en coche o en caravana. Transitar
por estos parajes te hará sentir como si estuvieses llegando a los
confines del mundo, toda una experiencia.
En nuestra travesía por la isla sur lo aconsejable es llegar a ella
a través del ferry de Wellington a Picton. Asegúrate
de llenar bien tu depósito de combustible en este primer pueblo porque
no habrá muchas más oportunidades de repostar en el resto del camino
y desde ahí te pondrás en marcha hacia el salvaje sur. No pienses en
volcanes, ni geyser ni nada candente. Estás entrando en el mundo del
hielo y del verde.

La isla sur posee un extenso macizo montañoso que convierte cada
postal en única y especial. Los amantes de los deportes
extremos, así como los que gusten de montar en helicópteros o
avionetas se encontrarán en su salsa. Con la salvedad de
Christchurch, que tiene edificios altos derruidos por los grandes
terremotos, el entorno de la isla es completamente abierto. No hay
edificios altos, ni construcciones masificadas, el espacio predomina
en todas las opciones.
Si te cautivan los animales atípicos, mejor que te agarres los
machos.¡Podrás
disfrutar de pingüinos y leones marinos en plena libertad en el
entorno Oamaru! Hay hasta lugar para los jóvenes y la fiesta en
la ciudad universitaria de Queenstown, que posee un lago
extraordinario donde disfrutar de amaneceres espectaculares.

El sur de Nueva Zelanda es un espectáculo digno de contemplar. Lleno
de contrastes en todo el camino, destaca por la cercanía de la
gente. No son más de 500.000 habitantes, pero se sienten todos
ellos muy orgullosos y hasta afirman que “son más duros que sus
compatriotas del norte y por supuesto que los blandengues
australianos”. Esas palabras te definen a un pueblo combativo, al
mismo tiempo que cercano que te ayudará a cada paso que des en su
isla medio virgen.
¿QUÉ VER?
• FRANZ
JOSEF GLACIER & FOX GLACIER
Los dos glaciares más imponentes de todo Nueva Zelanda. Si las
condiciones meteorológicas te lo permiten podrás disfrutar de unas
espectacular vistas desde debajo de la montaña.

En cuanto a extensión el Franz Joseph Glacier es más grande y está
mejor preparado que el Fox Glacier para el turismo, ya que el pueblo
dispone de varios bares y hasta de Spa.
Lo más recomendable, si la economía te lo permite, es montarte en
helicóptero y pasear por él. Aunque no subestimes el hecho de
hacerse una buena foto desde la base del sendero que existe hacia
ambos glaciares.

• QUEENSTOWN
La ciudad universitaria de Nueva Zelanda. Coronada por un tremendo
lago, sus calles céntricas están llenas de vida con múltiples
restaurantes y tienda que te harán disfrutar con las múltiples
posibilidades que encontrarás.

También la zona del puerto tiene un gran ambiente y te recomendamos
encarecidamente que disfrutes allí del ambiente que se vive en torno
a un partido de rugby en los diversos bares.
• SHOTOVER
CANYON FOX & SWING COMBO
Una de las actividades más excitantes y únicas de Nueva Zelanda. Te
llevan a un cañón gigante en las proximidades de Queenstown y allí
podrás descargar adrenalina a borbotones en una actividad no apta
para cardiacos ni para gente con vértigo.

De calentamiento comienzas con dos tirolinas elevadas a unos 150
metros de altura sobre un río para que te vaya aclimatando para
finalmente llegar al plato fuerte de la jornada: el salto de
puenting más alto del mundo. 109 metros de caída libre te esperarán
en unos 5 segundos de insuperable adrenalina.

Ellos te dejan elegir la forma en que tirarte –de espaldas, de
bomba, en una silla, bailando...– y luego te recogen el camino que
has recorrido a través de un sistema de poleas. No entrarás nada
parecido ni en España ni Europa. Por algo estos tipos, ¡son los
inventores del puenting!

• SKIPPERS
CANYON JET
También en las inmediaciones de Queenstown, la ciudad con mayor
adrenalina de toda Nueva Zelanda, se encuentra esta actividad que te
llevará a pensar que estar en una película de misión imposible.

Te montas en una lancha que va recorriendo diversos cañones, a cada
cual más estrecho y complejo, para que sueltes toda la adrenalina
que tienes acumulada en una actividad donde te vas a mojar, pero
también vas a gritar y memorizarla para siempre, pese a las 45
minutos que dura. Un ejemplo más de que estos neozelandeses están
como cabras, ¡por Tutatis!

• MILFORD
SOUND
Milford Sound representa una experiencia única en la vida. Para
muchos, la octava maravilla del mundo, para otros el paraíso de los
Fiordos. Este parque natural te regalará imágenes para el recuerdo y
nosotros recomendamos hacerlo a través de un Tour (nosotros lo
hicimos con la compañía Fiordland
Tours) para maximizar sus posibilidades.

Pasear en barco entre estos peñones de roca imponente te dejará de
piedra, nunca mejor dicho. Sus formas imposibles, sus pendientes
únicas y sobretodo su conservación son únicas. Ni en Noruega ni en
Vietnam –donde también abundan este tipo de colosos– encontrarás
algo tan singular.

Por si fuera poco atractivo, también puedes tener la fortuna de
encontrarte con pingüinos y leones marinos en estado salvaje, algo
que provocará la envidia de tus amigos y llenará de likes tu
Instagram. Milford Sound, pese a encontrarse en los confines de la
tierra, merece mucho la pena por su irrepetible como una de las
maravillas naturales del mundo.

La compañía Fiordland
Tours nos recogió en el hotel, hizo un recorrido detallado por
diversas cascadas y peculiaridades de la naturaleza que te harán
sentir en un decorado de El Señor de los Anillos y para poner la
guinda al pastel un crucero de 4 horas por un paraje que, a buen
seguro, contarás a tus nietos.

• BALDWIN
STREET (DUNEDIN)
Una calle que te dejará con la boca abierta por ser la más empinada
del mundo es Baldwin Street. No intentes subirla en coche porque es
inútil. Más de un 30% de desnivel medio te espera en esta cuesta de
250 metros que te dejará sin aliento.

El esfuerzo merece la pena para hacerse varias fotos inolvidables y
para que te vayas preguntando por el camino, ¿cómo leches viven los
que están en esta calle? No te hagas el héroe queriendo darte una
carrerita. No durarás más de 15 segundos corriendo hacia arriba. Es
una cita ineludible.
• SANDFLY
BAY (DUNEDIN)
También conocida como la playa de los leones marinos, Sandfly Bay se
encuentra a las afueras de Dunedin y desde luego es una visita
totalmente obligatoria. La simple travesía hasta la playa te
parecerá un desafío por el desnivel y por el terreno arenoso, pero
merecerá la pena ante tan bella estampa.

Decenas de leones marinos apostados en la playa te esperan para que
los puedas contemplar en primera persona. Ellos, relajados al sol,
te permitirán acercarte a un metro e incluso fotografiarte con uno
de los animales más respetados del mar. Es su refugio, su lugar
secreto donde descasan del agua y tú tendrás la oportunidad de
conocerlos como nunca: en plena libertad y en su hábitat natural.

• CHRISTCHURCH
La única ciudad de la isla y que se encuentra constantemente azotada
por los terremotos. Sus edificios, la mayoría nuevos, son peculiares
al incorporar las últimas novedades técnicas para no derruirse. No
te tomes a broma el asunto de los terremotos aquí.

La catedral está en el suelo y en proceso de reforma tras un
tremendo terremoto hace menos de una década. Nuestro consejo es que
disfrutes del tranvía y los diversos camiones de comida ambulante
que existen. Es un contraste para todos los pueblecitos que
encontrarás en la isla. Digamos que es la metrópoli del sur de Nueva
Zelanda.

¿DÓNDER DORMIR?
• THE
REES HOTEL (QUEENSTOWN)
Amanecer desde las vistas de Queenstown desde este alojamiento
es un regalo para la retina. Se trata de unos alojamientos,
tanto apartamentos como habitaciones, con unas calidades de muy
alta calidad. Este alojamiento ofrece una gran comodidad a la
hora de alojarse en esta ciudad.

Si bien no se encuentra en el centro de la ciudad, ofrece
comunicaciones continuas para poder acudir a Queenstown, además
de presentar la comodidad de tener un parking interior gratuito.
Destacar que el personal se ofrece para todo tipo de ayudas, muy
atento desde el primer minuto hasta el último, haciendo la
estancia muy amena. No hay nada negativo que resaltar de este
sitio, el desayuno es de muy buena calidad, con una gran
variedad de productos, recién hecho y delicioso.

En resumen, este hotel ofrece todo tipo de comodidades, con unas
vistas excelentes, de las mejores de la ciudad para tener el
mejor despertar posible, un trato personal inigualable, en un
conjunto que hace que nuestra visita a una de las mejores
ciudades más agradables de Nueva Zelanda roce la perfección.
• TE
ANAU LODGE (TE ANAU)
Sin duda este alojamiento hay que describirlo, al menos, como
único. Se trata de un monasterio construido hace 80 años, y que
fue trasladado por piezas hasta su localización actual y
acomodado como hotel.

El edificio ofrece un salón amplio en el piso superior, con una
zona amplia de relax para tomar el té y disfrutar de unas vistas
excepcionales.
Cada habitación está nombrada como una sala del monasterio, y
decorada de tal forma que nos introduce en un alojamiento
eclesiástico. Destacar el salón comedor donde se sirve el
desayuno, que se trata de la capilla del edificio y se mantiene
con una estructura similar.

El edificio ofrece un salón amplio en el piso superior, con una
zona amplia de relax para tomar el té y disfrutar de unas vistas
excepcionales.
Cada habitación está nombrada como una sala del monasterio, y
decorada de tal forma que nos introduce en un alojamiento
eclesiástico. Destacar el salón comedor donde se sirve el
desayuno, que se trata de la capilla del edificio y se mantiene
con una estructura similar.
• THE
OLD SCHOOL ENFIELD (OAMARU)
La experiencia de dormir en un colegio de una zona rural de
Nueva Zelanda ahora es posible. Gracias a la labor de Craig y
Blanche, que tuvieron la gran idea de obtener el antiguo colegio
de la zona y transformarlo en un alojamiento muy peculiar.
Además de darnos la oportunidad de vivir esta experiencia, el
trato personal es muy cercano y servicial.

Este edificio mantiene muchas partes del antiguo colegio,
adaptándolo para obtener 4 amplias habitaciones, más una cocina
comedor y un gran salón en el cual se puede disfrutar de una
estancia irrepetible.
El desayuno se ofrece en el comedor, donde se puede degustar
desde cereales, fruta fresca a huevos recién hechos mientras
estamos sentados de tertulia con los anfitriones, que siempre
nos harán la estancia más agradable.

Decorado con antiguas fotos, y como he dicho antes, manteniendo
gran cantidad de detalles del antiguo colegio, se ha formado un
alojamiento que no tiene nada que envidiar en comodidad,
detalles y accesorios a ningún otro hotel, con la
características de encontrarnos en un sitio “diferente”.
PARA MÁS INFORMACIÓN :::
• APEX CAR RENTALS CAR (www.apexrentals.co.nz)
• SHOTOVER CANYON FOX & SWING COMBO(www.canyonswing.co.nz/combos/fox-and-swing)
• SKIPPERS CANYON JET (www.skipperscanyonjet.co.nz)
• FIORDLAND TOURS (www.fiordlandtours.co.nz)
• THE REES HOTEL (www.therees.co.nz)
• TE ANAU LODGE (www.teanaulodge.com)
• THE OLD SCHOOL ENFIELD (www.theoldschoolenfield.co.nz)
TEXTO Y FOTOS : Jesús Buitrago
Periodista apasionado de los viajes, con miles de kilómetros de
experiencia a sus espaldas tras recorrerse los 5 continentes
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