Málaga,
la capital de la Costa del Sol

Las huellas de todas las
civilizaciones que ocuparon Málaga puede apreciarse en su conjunto
histórico, declarado Bien de Interés Cultural
Fundada por los fenicios en el siglo VIII a. C., la ciudad andaluza es
una de las más antiguas de Europa. Es un destino que podemos conocer en
dos o tres días si aprovechamos bien el tiempo.
Seguramente te resulte difícil desvincular Málaga del turismo de sol y
playa. No es necesario que lo hagas. Los malagueños se sienten muy
orgullosos de haber sido un referente turístico durante tantas décadas.
Sin embargo, esta ciudad andaluza es mucho más que eso, un lugar único y
envuelto en el encanto andaluz.
La capital de la Costa del Sol es una de esas ciudades que se encuentra
en permanente evolución, reinventándose cada día, pero sin renunciar a
nada de lo que ha sido. Ese tesón a la hora de crear espacios para
contar su historia y mostrar sus manifestaciones artísticas es el
responsable de sus particularidades culturales.

Fundada por los fenicios
en el siglo VIII a. C., Málaga es una de las ciudades más antiguas de
Europa. Las huellas de todas las civilizaciones que ocuparon la ciudad
puede apreciarse en su conjunto histórico, declarado Bien de Interés
Cultural. Este conjunto histórico está integrado por el castillo de
Gibralfaro, la Alcazaba, la Catedral, el Teatro Romano y todas las
excavaciones arqueológicas en ese entorno.
Sin duda alguna, Málaga nos ofrece una gran cantidad de planes, pero
para disfrutar de cada rincón típico, de cada calle, de cada grano de
arena de sus playas, hay que hacerlo pasito a pasito. Incluso la
arquitectura de la ciudad es única. Es por ello que simplemente el hecho
de caminar por la capital de la Costa del Sol, observando la composición
de sus edificios y calles, nos deslumbra.
La ciudad de Málaga es un destino que podemos conocer en dos o tres
días si aprovechamos bien el tiempo.
Estos son algunos de los lugares que más nos gustaron y que consideramos
imprescindibles de visitar:
Qué ver
• Casco antiguo de Málaga

El centro de las ciudades suele ser lo más interesante y bonito de
recorrer, y en Málaga no es la excepción. Este entramado de calles
peatonales, repleto de bares de tapas, con tiendas donde comprar
cualquier objeto con la palabra Málaga o Costa del Sol estampado, es uno
de esos cascos antiguos que más disfruté paseando, aún a pesar de la
gran cantidad de reparte flyers que te ofrecen las mejores ofertas de su
restaurante.
Imprescindible pasear sin rumbo por estas calles al atardecer, en busca
de ese bar de tapas donde disfrutaremos con los boquerones y el fino
entre vendedores de biznagas (flores únicas en Málaga) y de almendra
tostada.
• Calle Granada y Calle Alcazabilla

Son las calles con más solera de Málaga. La de Granada es estrecha, con
balcones enrejados y con locales de esos que rezuman historia, como la
Bodega el Pimpi. En esta calle también se encuentra el Museo Picasso.
En la calle Alcazabilla podemos recorrer 3.000 años de historia de
Málaga en apenas 250 metros. Desde la entrada a la Alcazaba y el teatro
romano, hasta el museo Picasso Málaga con los restos de la muralla
fenicia o el Palacio de la Aduana.
• Calle Larios
La 5ª avenida de Málaga, en la calle del Marqués de Larios están todas
las tiendas de moda más importantes, así como alguna heladería.
Considerada la 5ª más cara de España, esta es la calle para pasear con
el último modelito y que todo el mundo vea lo bien o mal que te queda. A
parte de estar muy limpia, en verano hay un gran toldo para proteger del
sol y poder pasear sin tanto calor.

El nombre de la calle no tiene nada que ver con la famosa ginebra, por
lo menos directamente, ya que se debe al II Marqués de Larios, un
importante empresario malagueño que fundó la calle y reactivó el
comercio en la ciudad, y la ginebra la fundó el III Marqués de Larios,
que no era descendiente directo.
• Plaza de la Constitución y Plaza de la Merced
La plaza de la Constitución marca el final de la calle Larios, donde
encontraremos una gran fuente con sirenas y otras estatuas. Pasar por
esta plaza es inevitable, aunque pocos se fijan en las portadas de
periódico en el suelo del día que se aprobó la constitución de 1978.
Esta plaza supone el pasar de la zona de tiendas de la calle Larios a la
zona de tapas del resto del casto histórico.

En esta plaza se encuentra la casa natal de Pablo Picasso, actual
fundación Picasso (entrada gratuita), donde se exponen distintos
trabajos del pintor. La plaza de la Merced es un buen lugar para
disfrutar de una cerveza al final del día o de un helado bajo la sombra
de los árboles. Cerca de esta plaza encontraremos varias calles antiguas
y sin turistas, ideales para un alojamiento céntrico y económico.
• Alcazaba
Esta fortaleza árabe construida en el siglo XI, entre los años 1057 y
1063, es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Málaga. Según
los historiadores, la Alcazaba fue mandada construir por el rey bereber
de la taifa de Granada, Badis ben Habbus. La fortaleza pasó por muchas
manos a lo largo de los siglos, como las de los almohades o las de los
nazaríes, hasta la reconquista de los Reyes Católicos en 1487. En su
arquitectura se aprecia una mezcla de estilos romano, árabe y
renacentista.

En el interior de la Alcazaba viajarás en el tiempo entre murallas y
jardines. No te pierdas la Plaza de Armas, el Patio de los Surtidores,
la Puerta de los Arcos y la Torre del Homenaje. También podrás ver los
restos de los antiguos palacios taifa y nazarí que se conservan de la
época islámica.
• Playa de la Malagueta y el Muelle Uno
La Malagueta es la playa de Málaga. Situada a unos 10 minutos andando
del centro de la ciudad, es la playa más cercana a la ciudad, además de
al puerto. Su arena no es nada del otro mundo, así como su entorno,
rodeado de edificios, pero ofrece un extenso arenal donde disfrutar del
sol, y de un agua bastante más fría de lo que uno se espera del mar
Mediterráneo. Es tan grande que es difícil llenarla, además de ofrecer
muchos servicios próximos como chiringuitos o restaurantes.

El muelle uno es la nueva
zona comercial al lado del puerto, entre la playa de la Malagueta y el
centro de Málaga. Repleto de tiendas, este centro comercial al aire
libre ofrece en verano un camino a la sombra y refrescado con agua para
ir hasta la playa. Lo mejor, las vistas a Málaga desde el mar.
En el muelle uno se encuentra el nuevo Museo Pompidou, enfocado al arte
contemporáneo. Es bastante pequeño, por lo que se puede ver
perfectamente en una hora, y tiene piezas que, cuanto menos, sorprenden
al visitante.
• Jardines de la Concepción
¿Te apetece sumergirte en la naturaleza sin salir de la ciudad? Los
Jardines de la Concepción de Málaga son un oasis verde con más de 150
años de historia. Fueron fundados por los marqueses de la Casa Loring,
pertenecientes a la alta sociedad malagueña de mitad del siglo XIX. Los
jardines siguen el estilo paisajista inglés y albergan más de dos mil
especies de plantas, entre las que destacan las de climas tropicales y
subtropicales como las palmeras o el bambú.

El espacio se divide en dos partes principales: el Jardín Histórico y el
Jardín Botánico. El primero se caracteriza por su diseño con cascadas,
puentes, estanques y fuentes, además de contar con ejemplares de árboles
centenarios como ficus y cedros. El Jardín Botánico fue concebido por el
Ayuntamiento de Málaga como un lugar para estudiar las distintas
especies vegetales. Algunos de sus lugares más populares son “La vuelta
al mundo en ochenta árboles” o el “Mapamundi de palmeras”.
• Museo Picasso
Este museo satisface el deseo del pintor de que su obra estuviera en su
ciudad natal gracias a la voluntad y donaciones artísticas por parte de
su nieto y de su nuera. Ocupa el palacio de Buenavista, un edificio
renacentista del siglo XVI con un precioso patio porticado en su
interior.

Con la completa colección que exhibe, viajas por todas las innovaciones
artísticas de Picasso, sus fases, las técnicas que dominó y la variedad
de materiales con los que experimentó. Sin duda, es una visita
imprescindible para conocer la personalidad del pintor y su visión del
mundo.
Además de la exposición permanente, organiza otras de carácter temporal,
ofrece una variedad de actividades educativas y culturales, y cuenta con
una biblioteca especializada. Tu visión sobre Picasso la puedes
completar visitando su casa natal.
Dónde dormir
• Sallés Hotel Málaga Centro
En pleno corazón del casco antiguo de Málaga se alza el Sallés Hotel
Málaga Centro, un alojamiento de 4 estrellas que se ha convertido en un
auténtico referente hotelero en la ciudad andaluza.

Este acogedor hotel constituye un punto de partida ideal para descubrir
la oferta cultural malagueña o bien para pasear y disfrutar de las
innumerables terrazas y lugares de tapeo del centro de la ciudad o de la
playa situada a tan sólo 1,5 kilómetros.

El alojamiento cuenta con 147 habitaciones, con dos ambientes y estilos
totalmente diferentes tras su ampliación y renovación. Una decoración
clásica y cálida y otra moderna y funcional, pensada para satisfacer a
todos sus clientes.
También disponen de cinco salas de convenciones, equipadas con medios
audiovisuales y con todos los servicios que necesite para que su reunión
sea un éxito. También el Hotel Sallés Málaga Centro cuenta con un
completo gimnasio y de un parking de pago con plazas limitadas.
El personal del Hotel Sallés Málaga Centro está muy atento en todo
momento y siempre estará a su servicio cuando lo necesite. También le
podrá informar sobre las múltiples opciones que dispone para disfrutar
al máximo su tiempo libre, información gastronómica, cultural y de
entretenimiento. Todo ello con un trato amable, cercano y personalizado.

Otro de los aspectos a valorar es que el hotel está perfectamente
comunicado, a escasos minutos del puerto, punto de partida y atraque de
grandes cruceros y a 8 kilómetros del aeropuerto Internacional Pablo
Ruiz Picasso.
Por otro lado, si eres un amante de la buena cocina, debes conocer la
completa oferta gastronómica que ofrece el Hotel Sallés Málaga Centro y
visitar el restaurante Picasso, de ambiente refinado y acogedor. Aquí
podrás degustar una extensa gama de platos inspirados en la cocina
mediterránea con toques de vanguardia, con las especialidades propias de
cada estación. No obstante, si lo que desea es algo más ligero e
informal, en el mismo restaurante podrá disfrutar de una amplia
selección de snacks.

El servicio de desayuno se sirve en el buffet ubicado en el restaurante
Guernica, donde podrá elegir entre una variada oferta de productos que
le ayudarán a empezar el día con muy buen pie. Además, tiene a su
disposición el servicio de habitaciones, con una selección de platos
internacionales y ligeros.
Por último, pero no menos importante, uno de los puntos de encuentro más
cool del Hotel Sallés Málaga Centro es su terraza Áurea. Ubicada en la
sexta planta, ofrece las mejores vistas panorámicas permitiendo admirar
en 360º joyas monumentales como la Catedral, la Alcazaba o Gibralfaro.

La terraza Áurea, con una piscina abierta en verano desde las 10.00
hasta las 20.00 horas, puede disfrutarse a todas horas del día, pues se
sirven en ella desde desayunos continentales a cenas a la carta. Y a
media tarde o medianoche, nada mejor que una tertulia con vistas
saboreando los mejores cócteles, como el Lagarto, la sangría Pink y,
sobre todo, el Moscú Mule.
Para más información
• Málaga
Turismo
• Sallés
Hotel Málaga Centro
Jesús Buitrago
Periodista apasionado de los viajes, con miles de kilómetros de
experiencia a sus espaldas tras recorrerse los 5 continentes y más de
100 países.
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