Sudáfrica: safari de
lujo y encuentro con el gran tiburón blanco
Ubicado en el extremo más meridional de
África, el conocido como “país del arcoíris” cuenta con todo lo
necesario para que los viajeros experimenten unas vacaciones
inolvidables
La naturaleza y la vida salvaje de Sudáfrica hacen que se trate de un
destino que atrae a cualquier apasionado de los viajes.
Si hay un país en el mundo que se caracteriza por su amplia diversidad
de ecosistemas ese es sin duda Sudáfrica. Conocida como la “nación
del arcoíris”, este destino cuenta con una pureza única. Su
naturaleza y vida salvaje hacen que se trate de un lugar que atrae por
muchas razones a cualquier apasionado de los viajes.
Uno de los aspectos más a destacar es que los sudafricanos se
caracterizan por ser personas muy amables, atentos con los demás y muy
sociables. Es un país de gente que sonríe y que siempre reciben con
los brazos abiertos a cualquier persona de fuera o turista. Es ese
cariño con el que reciben a los viajeros que hace que sea un destino top.
Otro punto importante de Sudáfrica es que
se puede visitar cualquier mes del año, pues siempre ofrece múltiples
opciones y alternativas muy interesantes para disfrutar de un viaje
único y especial. Su clima es moderado, no tiene temperaturas muy
frías ni muy cálidas; sus estaciones funcionan a la inversa que en
el hemisferio norte.
Normalmente el principal destino por excelencia de safari en Sudáfrica
es el Parque Kruger, catalogado por muchos como el lugar más
privilegiado del planeta. Sin embargo, existe una reserva privada
aquí mucho más interesante llamada Sabi Sands donde es posible ver a
los animales en libertad mucho más de cerca y con mayor probabilidad,
una realidad que ha llevado a que se convierta en la mejor experiencia
de safari de todo África.
Otro de los destinos más interesantes
de Sudáfrica es Ciudad del Cabo, una de las ciudades más atractivas
del mundo que destaca por su mágico multiculturalismo, la Montaña de la
Mesa (una de las siete maravillas naturales del mundo), el Cabo de Buena
Esperanza y el buceo en jaula con el gran tiburón blanco, entre otras
opciones.
La mejor forma para conocer Ciudad del Cabo y sus principales rincones
es contratando las excursiones a través de un turoperador con gran
experiencia y seriedad. Nosotros nos decantamos por hacerlo desde España
con Catai,
expertos en viajes a medida en
los cinco continentes desde hace 40 años y no nos arrepentimos para
nada, pues nos ofrecieron los servicios de una empresa con guías de
habla hispana y con presencia en nueve países de África que ofrece un
amplio abanico de actividades: Kobo
Safaris.
Y es que en Catai ofrecen soluciones de
viaje de cinco estrellas con la promesa de regalar una experiencia
auténtica, lujosa y totalmente inolvidable al cliente. Destacar a
Patricia, la simpática y divertida guía que tuvimos en Ciudad del Cabo con
un gran conocimiento de la materia, muy puntual y prestándonos mucha
atención en todo momento.
Este es el top 10 de los lugares que
visitamos y las actividades que realizamos durante nuestra estancia de
una semana en Sudáfrica:
· Sabi Sabi
En lo profundo de la sabana africana se encuentra este icono de
Sudáfrica desde hace más de 40 años. Conocido por la fructífera
coexistencia entre la conservación y la comunidad, Sabi
Sabi proporciona una
experiencia única a sus visitantes con alojamientos de lujo,
inolvidables safaris, encuentros cara a cara con la vida salvaje, un
servicio personalizado y una deliciosa gastronomía, la mezcla perfecta
para vivir la auténtica magia africana.
La galardonada reserva privada de Sabi
Sands es el hogar de los “Cinco Grandes” (el elefante, el rinoceronte,
el león, el leopardo y el búfalo), así como de guepardos, perros
salvajes y cientos de otras especies de animales, aves y plantas
autóctonas de la zona.
Nosotros tuvimos la suerte de ver a los
‘Big Five’ en apenas dos días. Como ventaja con respecto al Parque
Kruger, hay que recordar que en Sabi Sands es posible ver a los animales
en libertad mucho más de cerca y con mayor probabilidad.
Y es que no hay nada tan conmovedor como
la mirada fija de un león, elefante o leopardo en la sabana africana,
nada tan inquietante como el sonido de la hiena en la oscuridad de la
noche, nada tan electrizante como la tensión que uno siente al seguir
el rastro de un animal.
Esto es lo que hace que la experiencia en
Sabi Sabi sea inolvidable: safaris al amanecer y al atardecer realizados
en Land Rovers abiertos, dirigidos por ‘rangers’ y ‘trackers’ altamente
capacitados y entrenados, buscando los animales tanto por las sendas
como fuera de ellas. Otro de los extras de Sabi Sabi son las excursiones
a pie, que permiten a los huéspedes sentir el pulso de África a
través de sus pies.
Desde sus humildes comienzos en 1979,
cuando Hilton y Jacqui Loon compraron una parte de la actual reserva
para crear un espacio dedicado a los safaris, los propietarios de Sabi
Sabi siempre han tenido la visión de combinar tres grandes pilares para
garantizar el éxito de esta empresa familiar: la conservación, la
comunidad y la hospitalidad. Para el personal de esta reserva privada,
la conservación no se trata sólo del medio ambiente, sino también de la
cultura y las comunidades de las personas que viven en su área.
Sabi Sabi cuenta con cuatro lujosos lodges
ubicados en el corazón de la selva africana y totalmente
independientes. Cada uno de ellos posee características y atmósfera
distintas enmarcados en los conceptos de “Ayer, Hoy y Mañana”. El
“Ayer” representado por el romántico Selati Camp, el “Hoy” con el Bush
Lodge y el Little Bush Camp y el “Mañana” con el innovador Earth Lodge.
Nosotros optamos pos hospedarnos en este último alojamiento.
Completamente remodelado en septiembre de
2019, el Earth Lodge se trata de un santuario que simboliza una nueva
era en el concepto de los safaris de lujo en Sudáfrica. Esculpido en una
ladera de la tierra, casi invisible a simple vista y difuminado entre el
paisaje, el lodge utiliza las texturas, la luz y el espacio para
presentar un lugar como ningún otro.
Es un acogedor alojamiento con 13 lujosas
suites en completa armonía con el medio ambiente que rompen con el
estilo tradicional de los lodges en la sabana mostrando una obra maestra
de diseño innovador.
Cada una de las espaciosas suites esta
elegantemente decorada con muebles de diseño, baño en suite, ducha
interior, exterior y una piscina privada frente a la sabana con total
intimidad. Las esculturas talladas en madera creadas por el renombrado
artista sudafricano Geoffrey Armstrong añaden una poderosa magia al
conjunto.
· Victoria
& Alfred Waterfront (Cape Town)
Se trata de una de las principales atracciones de la cosmopolita Ciudad
del Cabo. Con la icónica Table Mountain como telón de fondo, este lugar
ofrece multitud de opciones a la hora de comer, comprar y disfrutar de
tardes en familia. El V&A Waterfront se integra elegantemente en el
puerto marítimo de la “ciudad madre”, en funcionamiento desde 1860.
El complejo alberga más de 400 tiendas en las que se combinan marcas
internacionales y locales. El mejor arte y joyería se concentran en
Alfred Mall, mientras que para ver lo último en diseño y artesanía
deberás ir a Watershed. Tras estas compras lo mejor será dirigirte a uno
de los diversos restaurantes que encontrarás allí, con una variedad que
va desde alta gastronomía hasta comida rápida. También podrás disfrutar
de espectáculos musicales en el anfiteatro, de animales marinos en el
acuario o de la noria que brinda unas excelentes vistas de 360 grados.
· Encuentro
con el gran tiburón blanco
Hay momentos en la vida que nunca se olvidan, como la primera vez que
ves de cerca cara a cara al gran tiburón blanco en el que es su hogar,
el mar, sin más separación que la que ofrecen los barrotes de una jaula
de metal donde agarrarse para soportar el incesante vaivén de las olas.
Y es que las excursiones para ver a este enorme y temido escualo son
todo un reclamo en todo Sudáfrica. Hay diversas empresas que
organizan salidas a diario siempre que la mar lo permita. Nosotros
utilizamos los servicios de la compañía Marine Dynamics, que presume
de la certificación de Comercio Justo en el Turismo y está muy
implicada en una serie de proyectos de investigación, conservación y
educación marina relacionados con el gran tiburón blanco, las
ballenas, las focas, los delfines, los pingüinos y otras especies de
aves marinas.
La mera posibilidad de mirar a los ojos al gran tiburón blanco es
una de las experiencias más gratificantes e impactantes que puede
vivir uno en Sudáfrica. Gansbaai es la capital de los avistamientos
de este maravilloso coloso de los mares y en su costa hay muchas
focas, un manjar irresistible para estos escualos que haga que por
allí se paseen muchísimos tiburones, aumentando así las
probabilidades de verlos. Además, por lo visto, es la unión de dos
corrientes marinas, la fría procedente del Atlántico y otra cálida
desde el Índico, y son ricas en alimento para ellos.
· Montaña de la Mesa
Desde noviembre de 2011, la Table Mountain es
considerada una de las siete maravillas naturales del mundo. Desde
cualquier perspectiva de Ciudad del Cabo, esta gran montaña de
curiosa configuración emerge majestuosa sobre la urbe en lo que sin
duda es una invitación a subir a lo alto de la misma en busca de las
mejores vistas panorámicas de la costa sudafricana.
El nombre de la montaña describe su
característica forma de mesa, en vez de la habitual sucesión de
picos que suelen presentar los macizos montañosos. El teleférico de
Table Mountain parte de una estación situada a 363 metros sobre el
nivel del mar, y tarda solo unos tres minutos en llegar a lo más
alto, pudiendo subir unas 800 personas a la hora. También se puede
subir a pie por una ruta de senderismo que se abre por una garganta
directamente hacia la cima, la cual se encuentra a una altura de
casi 1.100 metros, pero este ascenso te llevará de dos a tres horas.
· Camps
Bay
Camps Bay es uno de los sitios más
hermosos que puedan imaginarse para saborear una copa mientras se
goza de una de las mejores puestas de sol del planeta. Esta bahía se
ha convertido en uno de los más grandes destinos turísticos de
África y cuya ubicación en el mar Atlántico, al pie de la cordillera
de los Doce Apóstoles, lo convierten en un lugar único y
privilegiado.
Se trata de un pequeño barrio de
Ciudad del Cabo con un apacible ambiente de pueblo marinero, situado
a tan sólo 15 minutos del centro. Codiciado por sus arenas blancas y
por su entorno cosmopolita, este lugar se ha convertido en una zona
de moda a nivel internacional, ya que celebridades de todo el mundo
tienen mansiones y casas construidas tanto en las faldas de la
montaña como en las cercanías de la playa.
· Camps Bay
Camps Bay es uno de los sitios más hermosos que puedan imaginarse
para saborear una copa mientras se goza de una de las mejores
puestas de sol del planeta. Esta bahía se ha convertido en uno de
los más grandes destinos turísticos de África y cuya ubicación en el
mar Atlántico, al pie de la cordillera de los Doce Apóstoles, lo
convierten en un lugar único y privilegiado.
Se trata de un pequeño barrio de
Ciudad del Cabo con un apacible ambiente de pueblo marinero, situado
a tan sólo 15 minutos del centro. Codiciado por sus arenas blancas y
por su entorno cosmopolita, este lugar se ha convertido en una zona
de moda a nivel internacional, ya que celebridades de todo el mundo
tienen mansiones y casas construidas tanto en las faldas de la
montaña como en las cercanías de la playa.
· Chapman’s Peak
En el lado oeste de la Península del Cabo se encuentra una
espectacular carretera de montaña entre Hout Bay, en el sur, y
Noordhoek, en el norte. Chapman’s Peak fue nombrado en honor de John
Chapman, el capitán de un barco inglés, que fue enviado a buscar
provisiones a la orilla en 1607.
La carretera fue construida en la cara
de la montaña en 1922 y se convirtió en un importante avance de
ingeniería en aquel momento. El recorrido de Chapman’s Peak Drive,
hermoso en cualquier época del año, consta de unos 9 km de largo y
tiene 114 curvas a lo largo de peligrosos acantilados colgando sobre
el océano. Muchos puntos con vistas panorámicas permiten que los
visitantes se detengan y admiren las increíbles vistas.
· Muizenberg Beach
Considerada como una de las playas de nacimiento del surf, las aguas
de Muizenberg Beach no sólo atraen a surfistas de todo el mundo,
también alberga una de las mayores concentraciones de tiburones
blancos del planeta. Una alarma anti tiburones avisa cuando un
escualo se acerca a la zona, lo que permite colocarse a resguardo y
ubicar una posición privilegiada para apreciar la majestuosidad de
estos enormes depredadores.
Practicar surf aprovechando al máximo
las enormes olas del lugar y el viento ideal para este deporte es
uno de los principales retos que el turista puede asumir en
Muizenberg Beach. Si por el contrario, el itinerario que prefiere es
de mayor relajación, no puede dejar de fotografiarse junto a las
icónicas casitas de colores.
· Bo-Kaap
Como en muchas grandes ciudades el centro histórico de éstas es una
mezcla de diferentes culturas interconectadas. Ciudad del Cabo no es
una excepción. No en vano, en esta ciudad cosmopolita se sitúa el
llamado barrio malayo de Bo-Kaap. Un barrio pintoresco y lleno de
vida, repleto de fachadas con los colores más vivos que hemos visto
jamás, un lugar multicultural pero con dominancia de inmigrantes, en
definitiva, una zona que merece ser visitada.
El barrio de Bo-Kaap, que se encuentra
a los pies de Signal Hill, es uno de los rincones más visitados de
la ciudad sudafricana. No solo llama la atención el color de sus
casas sino también sus calles empedradas y la presencia de mezquitas
(el 90% de sus vecinos son musulmanes).
· Cabo de la Buena Esperanza
Nos encontramos ante uno de los lugares emblemáticos con más
literatura del continente africano. Hasta aquí llegó en 1488 el
portugués Bartolomé Días en su ruta hacia las Indias y aquí se sitúa
también la leyenda del holandés errante, el barco condenado a vagar
eternamente entre tinieblas debido a un pacto con el diablo.
A 40 kilómetros al sur de Ciudad del
Cabo, el Cabo de Buena Esperanza y Cape Point constituyen el extremo
sur de la península que lleva su mismo nombre. Aunque mucha gente
cree que aquí se unen los océanos Índico y Atlántico, el lugar
exacto donde esto ocurre es en el Cabo Agulhas. Sin embargo, el Cabo
de Buena Esperanza no deja de tener un aura mágica y un tanto
inquietante, ya que es el punto más suroccidental del continente
africano.
· Boulders Beach
En una playa de Simon’s Town, un pueblo pesquero situado a unos 40
kilómetros de Ciudad del Cabo, la diferencia la marca una poblada
colonia de pingüinos. Y es que desde que en 1983 una pareja se
instalara en esta zona de la costa sudafricana procedente de la isla
de Dyer, unos 60 kilómetros al sur, las aves se han reproducido,
convirtiéndose en unos residentes de lujo.
Sin prestarles atención alguna, campan
a sus anchas ante los ojos de los numerosos turistas que cada año
visitan el lugar atraídos por su presencia. Se trata de pingüinos
africanos, considerablemente más pequeños que otras especies más
comunes -miden de media alrededor de 60 centímetros-, y son
conocidos en el mundo anglosajón cono pingüinos Jackass (asno), por
el tipo de “rebuzno” que emiten.
Normalmente viven en las costas rocosas del extremo sur del
continente -de Namibia a Sudáfrica- y se encuentran en peligro de
extinción, amenazados por la contaminación y el cambio climático.
Para más información: · Sabi
Sabi - · Catai
- · Kobo
Safaris · Marine
Dynamics
Jesús Buitrago
Periodista apasionado de los viajes, con miles de
kilómetros de experiencia a sus espaldas tras recorrerse los 5
continentes y más de 100 países.
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