CASTO - CASTA
Castidad,
casto, castigar, castrar, incesto,
tienen en común la raíz cast-, que tomada
probablemente de la agricultura (con el significado de
"podar, "expurgar"), forma parte del léxico sagrado,
derivando más tarde hacia otros valores.
La palabra
latina castus
significa "conforme a los ritos", "puro", "casto",
"virtuoso", "exento o liberado de..." Y el verbo
castrare significa "castrar", pero también "mondar",
"podar", "cortar, "amputar", filtrar", "colar", "tamizar", "cerner".
Se llama castratura además de a la castradura,
a la acción de cribar o tamizar el grano. Castratus,
además de "castrado" significa "cernido", "tamizado",
"limpio". Y finalmente, mientras el verbo castigare
significa castigar, reprender, corregir, enmendar, sujetar,
regir, dirigir, su derivado castigatio es,
además de castigo, corrección y reprensión, corta o poda de
las plantas. Y castífer es el que lleva el
látigo, que es a la vez instrumento para regir (los animales
de tiro y de montura) y corregir (las personas). El
contrario de castus, in-cestus
(es el prefijo in- el que hace cambiar la
a en e) significa en un principio
"impuro", "deshonesto"; y el respectivo verbo
incestare significa "manchar", "contaminar",
"profanar", "hacer impuro", "deshonrar"; y sólo muy
posteriormente se le asignará a la palabra incesto el
significado que actualmente tiene, como paradigma de la
transgresión de la castidad.
Dejo
constancia, en relación con el término castrar, que
en español tenemos la palabra ciclán que se aplica al
animal al que le falta un testículo o tiene ambos ocultos.
Todos los diccionarios están de acuerdo en que este término
proviene del árabe siklab, son el significado de
"eunuco" que a su vez procede del griego sklavos
(origen que no he conseguido comprobar), lo cual nos daría
una relación directa entre esclavitud y castración, cosa
evidente en los animales de explotación como el método más
seguro para garantizar su castidad.
Por otra
parte tenemos el nombre casta (del que deriva
castizo), con el significado de raza, que no viene del
latín, ni menos de la raíz castus, como
magistralmente explica Corominas; sino que más probablemente
sea de origen germánico y procedente del mundo animal. Esto
no obstante, se ha producido el inevitable emparentamiento
de dos palabras que por extraños caminos han acabado
encontrándose. Es decir que la castidad tenía como
única razón de ser la casta, aunque esta realidad se
percibió primero en el mundo animal y sólo pasó a adquirir
plenamente su significado actual a partir de que los
portugueses aplicaron esta palabra para denominar las
múltiples divisiones de la sociedad India.
Éstos son
los cimientos léxicos sobre los que está construido parte
del discurso de nuestra civilización sobre la moral sexual.