Santos del día 7 de
Septiembre
Angeles, Clodoaldo, Esteban, Judit, Melchor, Marcos, Regina.
ÁNGELES
El nombre completo del que
procede este bellísimo nombre propio de mujer, es Nuestra Señora la
Reina de los Ángeles. He ahí los nombres y las virtudes que se
ocultan tras este nombre realmente plural: Señora, Reina y Ángel. Casi
nada para empezar. Basta que le añadamos al nombre su respectivo
artículo, para que vuele la imaginación a la sin igual ciudad de Los
Ángeles, fundada por el aventurero español Felipe de Neve en 1781 con el
nombre de "El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles",
en que se concentra el resplandor de las estrellas del cine y de la
televisión. Es realmente la Regina Stellarum, la reina de las
estrellas, la reina del glamour, además de ser la ciudad de la
Reina de los Ángeles (Regina angelorum, que dicen las letanías).
Pero volviendo a su origen, el griego aggeloV (ánguelos) no es
poco lo que trae consigo el nombre. Ángeles fueron en un principio los mensajeros,
nobles servidores de los dioses y de los hombres. Pero pronto fueron los
más insignes aquellos que dedicaban sus desvelos a la intermediación
entre Dios y el hombre, hasta convertirse en los ángeles por
antonomasia; y buenos por su misma naturaleza; y la misma belleza
personificada.
Un nombre tan sugestivo no
podía quedar exclusivamente en la lista de los nombres masculinos sólo
por ser ésta su forma gramatical; como tampoco quedó el nombre de María
reducido a la lista de los nombres femeninos por tan poca cosa. Y así
dio el salto para convertirse en bellísimo nombre de mujer a través de
Nuestra Señora de los Ángeles, y también bajo la forma de Angélica,
y aun bajo la forma de Ángela. Era el justo destino. De la Biblia
a la patrística y hasta las más bellas tradiciones, María está siempre
rodeada de ángeles. El arcángel san Gabriel, príncipe de ángeles, es el
primero que aparece en su vida, anunciándole la Encarnación. Y luego,
cuando da a luz al Redentor, coros de ángeles cantan y anuncian la buena
nueva.
Y vuelven a ser los
ángeles los autores de su Asunción a los cielos; y ángeles de nuevo los
que trasladan su casa de Belén a Loreto, como cuenta la piadosa
tradición. ¿Cómo no iba a ser la Reina de los Ángeles si nunca persona
alguna fue de ángeles y arcángeles tan bien servida? Pero es que una vez
iniciado su camino, este nombre siguió extendiéndose por el mundo, tanto
en la geografía como en la onomástica. Así existen ciudades y pueblos y
ríos y montes y valles con el nombre de Los Ángeles en España, en
Perú, en Filipinas, en México, en Puerto Rico, en Costa Rica, en
Colombia, además de la relumbrante ciudad de Estados Unidos.
Y formó parte en la
composición de nombres tanto de mujer como de hombre: María de los
Ángeles, Isabel de los Ángeles, Felipa de los Ángeles, Mariana de los
Ángeles, Martina de los Ángeles, Juan de los Ángeles, Mateo de los
Ángeles... tras todos estos nombres hay grandes personajes que han
merecido el honor de las enciclopedias. Y no bajo esta forma, sino bajo
la forma de Ángela hay varias santas en el cielo; y en la mitología
griega, es éste uno de los sobrenombres de Diana y de la también diosa
lunar Hécate, y el nombre de una de las hijas de Júpiter y Juno,
responsable de que los europeos sean tan blancos, porque les dio los
cosméticos que le había sustraído a su madre. Y en la forma de "La
Hermosa Angélica" tenemos a la heroína del Orlando Furioso, de
Ariosto. Como no podía ser menos, la mujer se ha apropiado de este
excelso nombre de los ángeles y lo ha enaltecido mucho, mucho más.
¡Felicidades!