SANTORAL-ONOMÁSTICA

Santos del día 3 de mayo

Exaltación de la Santa Cruz;.Felipe y Santiago el menor (Jacobo, Yago) apóstoles; Alejandro I papa; Etelvino obispo; Evencio, Teódulo, Elpidio, Hermógenes, Timoteo, Maura y Diodoro mártires; Violeta y Emilia (Amelia) vírgenes.


ALEJANDRO

Del griego alexioV (aléxios), que significa defensor, protector, derivan los nombres propios AlexaV (Alexas), AlexiV (Alexis), Alexw (Aléxo), Alexwn (Aléxon) y Alexiwn (Alexíon); y media docena de compuestos, entre los que Alex-androV (Aléx-andros), que significa protector del hombre, es el más conocido. En la abreviación Alex en realidad coinciden ambos nombres. Sandro, Sandra, Alejandra y Alejandrina son derivados de Alejandro. En la mitología griega, Alejandro era un sobrenombre de Paris, encargado de proteger a las tropas contra los ladrones, lo que explica la etimología del nombre.

San Alejandro obispo de una ciudad de Capadocia y después de Jerusalén. Vivió entre finales del siglo II y principios del III. Fue discípulo de S. Panteno y S. Clemente. Muy joven aún, hacia el año 211, escribía epístolas en defensa de la religión cristiana, por lo que el emperador Septimio Severo mandó encarcelarlo. Puesto en libertad el 212, se dirigió a Jerusalén donde el anciano obispo S. Narciso (tenía 116 años) le nombró su ayudante. Al poco tiempo murió el santo obispo, siendo Alejandro elegido para ocupar la sede episcopal. Florecieron en la diócesis las ciencias, las artes y las letras. Fundó una biblioteca en la que Eusebio encontraría los datos para su Historia Eclesiástica, en la que constan fragmentos de las cartas de S. Alejandro. Ordenó a Orígenes y le protegió. Fue nuevamente encarcelado durante la persecución de Decio hacia el 250 en Cesarea. Murió en la prisión el año 251.

Existen hasta medio centenar de santos, bienaventurados y mártires, de este nombre, por lo que hay una gran variedad de fechas para celebrar la onomástica; las más frecuentes son: 18 de marzo (S. Alejandro obispo); 3 de abril (S. Alejandro I papa); 11 de agosto (san Alejandro el Carbonero); 28 de agosto (san Alejandro patriarca de Constantinopla; 11 de octubre (S. Alejandro Sauli obispo, confesor de S. Carlos Borromeo); 12 de diciembre (S. Alejandro patriarca de Alejandría).

La universalidad de este nombre, empero, deriva de Alejandro Magno (siglo IV a. de J. C.: 356-323), que creó uno de los mayores imperios de la historia, aunque fue efímero, como su vida acabada a edad temprana (33 años). Alejandro no se limitó a crear un imperio, sino que también se impuso la tarea de organizarlo y procuró la unión de los orientales persas con los helenos, labor que, en parte, continuaron sus sucesores, sobre todo en Egipto. En la Edad Media se alabó su nombre en romances compuestos en versos que, en su honor, se denominan alejandrinos. Ocho papas llevaron este nombre, entre los que destacaron san Alejandro I, papa (105 -115) y Alejandro VI, Rodrigo Borgia o Borja (1431-1503), papa entre 1492 y 1503. Con su bula Inter caeteram dividió entre España y Portugal los descubrimientos y conquistas en el Nuevo Mundo.

Es tan abrumadora la grandeza de este nombre, que es ocioso ponderarla.
La multitud de grandes Alejandros que en el mundo han sido, lo certifica. ¡Felicidades!

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