Santos del día 28 de
Febrero
Marciano, Abercio,
Rufino, Justo, Teófilo, Céreal, Púpulo, Cayo y Serapión
mártires, Barsao y Ovalado obispos, Román
abad; Basilio monje.
RUFINO
Del latín
Rufus (de la familia ruber / rubeo, rojo,
enrojecer), significa rojo, rojizo, pelirrojo. Tras
especializarse el término en la designación de un valor
positivo de la cabellera, se le incorporaron los
significados de rubio y ensortijado. Rufinus se
considera como una forma de diminutivo, lo que acaba de
completar la gracia de este nombre. Su origen denota gran
antigüedad, pues como en la inmensa mayoría de los nombres
se trata de un sobrenombre o apodo que con el tiempo se ha
convertido en nombre. Está en la línea de nuestros apellidos
Rubio, Moreno, Castaño, Pardo, etc. Esto ha hecho que
mientras se ha conocido su significado, se haya mantenido
sin dificultad, porque resulta simpático.
San Rufino,
San Justo y San Macario fueron tres cristianos ejemplares
que vivían en Sevilla y coincidieron con la persecución
decretada por el emperador Trajano (98-117). Su muerte fue,
por tanto, hacia el principio del siglo II. Cuentan sus
biógrafos que era su oficio el de alfareros y que desde él
cumplían con celo y eficacia su gran deseo de propagar la fe
en Jesucristo. Esto irritó sobremanera a los responsables de
mantener la fe tradicional y las buenas costumbres de Roma,
que iba decayendo, por lo que fueron detenidos y llevados a
presencia del pretor, en cumplimiento del edicto del
emperador, que mandaba perseguir a los cristianos sin
contemplaciones, pues eran considerados el enemigo interior
de Roma. Se les puso ante el altar de Zeus para que
participaran del sacrificio que diariamente celebraban en su
honor los sacerdotes romanos, pero como se negasen a
hacerlo, fueron entregados al verdugo para que les
convenciese mediante el tormento. Les desgarró las carnes
con el látigo, les aplicó vinagre a las heridas, se las
quemó con hierro al rojo vivo, pero Rufino y sus compañeros
permanecieron firmes en su fe hasta que Dios liberó sus
almas de los cuerpos destrozados. Sus restos fueron hallados
durante el mandato del quinto prepósito general de la
Compañía de Jesús (1579-1613) y encomendados a éste, quien
les dio traslado al colegio de Bari, en la Pulla (Italia),
el segundo domingo de Pascua de 1613. Su fiesta se celebra
el 28 de febrero.
Otras
celebraciones de esta onomástica son el 7 de abril, el 14 y
el 21 de junio, el 30 de julio, el 11 y el 19 de agosto, el
4, el 9 y el 26 de septiembre y el 16 de noviembre.
Rufino
es el nombre de una de las familias de la gens Cornelia,
de los patricios romanos. Sobresalió entre sus miembros
Publio Cornelio Rufino, cónsul del 290 al 271 a. C. Un
sobrino suyo cambió su nombre por el de Sila, y así se
llamaron los Rufinos desde entonces. Se distinguió otro
Rufino (335-395) por ser quien gobernó el imperio romano de
Oriente durante el reinado de Teodosio I y de Arcadio, de
quien fue tutor. Es también digno de mención el gran
escritor eclesiástico Rufino Tyrannio, amigo de San
Jerónimo. Las letras, la filosofía, la economía, la política
se han visto enriquecidas por la aportación de Rufinos muy
valiosos. Tienen, pues, buenos ejemplos y valedores los que
llevan este nombre. ¡Felicidades! |