Santos del día 2 de febrero
La Candelaria
(Purificación de Nuestra Señora); Catalina de Ricci
virgen; cornelio el centurión, Lorenzo y Flósculo
obispos; Cándido, Fortunato, Aída, Feliciano, Firmo y
Apropiano mártires; Adalbaldo confesor; Juana
de Lestonnac fundadora.
CANDELARIA -
PURIFICACIÓN
Tanto el
nombre de Candelaria como el de Purificación
tienen su origen en la fiesta que celebra la Iglesia (antaño
con gran solemnidad) el cuadragésimo día del Nacimiento de
Jesús (2 de febrero) como cierre del período navideño. Con
la purificación de la madre y la presentación del hijo en el
templo, quedaba cerrado en la ley judaica el ritual que
acompañaba el nacimiento de un niño.
Del verbo
latino candere, que significa brillar por su
blancura, estar blanco o brillante por el calor (compárese
con "incandescencia"), arder, abrasar, se forma en español
la palabra candela; y del griego
pur
(pyr), que significa fuego (compárese con "pira"),
procede la palabra latina purus /pura, que
contiene también la idea de seleccionar, de elegir. Ambos
nombres, pues, encierran la sugestiva idea de fuego.
La fiesta de
la Candelaria se llama así porque en ella se bendicen
las candelas que se van a necesitar durante todo el año, a
fin de que nunca falte en las casas la luz tanto física como
espiritual. Los fieles acuden a la misa de este día con las
velas, que son bendecidas solemnemente por el sacerdote y a
continuación se hace una corta procesión entre dos iglesias
cercanas o por el interior de la misma iglesia, con las
velas encendidas, cantando el Nunc dimittis servum tuum
("ahora puedo morir en paz, porque mis ojos han visto al
Redentor..." el himno que entonó el anciano Simeón,
sacerdote, cuando María le presentó a Jesús en el templo.
Esta fiesta tenía gran significación cuando la única luz
en las casas era la de las velas y candiles.
En las islas
Canarias es ésta una gran fiesta, especialmente en Santa
Cruz de Tenerife, en la población de Candelaria, situada a
la orilla del mar, sobre un arenal, frente a la antigua
ensenada, a 25 kilómetros de la capital. Allí se halla la
basílica de Nuestra Señora de la Candelaria, patrona del
archipiélago canario. Hay más de una treintena de lugares en
Hispanoamérica que llevan el nombre de Candelaria,
probablemente por influencia de las Canarias, que eran paso
obligado para ir al nuevo continente.
Entre las
advocaciones de la Virgen, relacionadas la mayoría con
imágenes y apariciones, ésta tiene una especial
significación, pues procede de una fiesta en la que se
conmemora un acontecimiento trascendental en la vida de
María, cual es su purificación y la presentación de su hijo
al sacerdote, en cumplimiento de su obligación de
consagrarlo a Dios. Y más todavía porque es ésta una fiesta
de la luz que es la que le da nombre. De ahí la belleza
especial de los nombres de Candelaria y
Purificación, con sus hipocorísticos (Candela, Puri, etc)
que hacen referencia a la blancura y al calor de la luz. Son
dos nombres cálidos y luminosos, muy sugestivos.
¡Felicidades! |