Santos del día 18 de febrero
Simeón obispo de Jerusalén;
Fladiano, Eladio, obispos; Claudio, Alejandro, Lucía,
Lucio, Rótulo, Clásico, Máximo, Prepedigna, Silvano,
Secundino, Frúctulo, mártires; Constancia, Atica y
Artemia, confesores.
SIMEÓN
Según la
Biblia, (Gén. 29. 33 ) dijo la madre de Simeón, Lía, al
nacer el niño, hijo de Jacob, uno de los 12 jefes de tribu
de Israel: "Dios me ha escuchado". Y ése fue el nombre del
niño y su significado. Según otra etimología, Simeón
significa "el que obedece", "el que cumple lo que promete".
Dos personajes bíblicos importantes llevaron este nombre,
por lo que ha tenido entre nosotros notable difusión.
San Simeón.
Hermano del apóstol Santiago el Menor, obispo de
Jerusalén, a quien sucedió en el episcopado de esta ciudad.
Por ser hijo de Cleofás y de una hermana de la Virgen María,
era primo carnal de Jesús, y por eso en el Evangelio se le
llama "hermano" de éste. Cuenta San Epifanio que echó en
cara a los judíos la muerte de Santiago (su hermano y
predecesor en el episcopado), reprochando su crueldad en
términos muy enérgicos. Durante su episcopado, el emperador
Tito asedió y tomó Jerusalén (año 70), refugiándose San
Simeón en Pella, más allá del Jordán. Terminada la guerra
volvió a Jerusalén y rigió aquella diócesis hasta su
martirio, en tiempo ya de Trajano, que le condenó, a pesar
de su provecta ancianidad, a la crucifixión si no renegaba
de su fe. La Iglesia recuerda su muerte el 18 de febrero.
Otros santos con el mismo nombre se conmemoran el 5 de
enero, el 8 y el 24 de marzo, el 21 de abril, el 1 de junio,
el 1 y el 26 de julio el 3 de septiembre y el 8 de octubre.
Simeón
hijo de Jacob, cabeza de la tribu del mismo nombre, nos lo
caracteriza la Biblia como un personaje especialmente
irascible y justiciero: estando en medio de los cananeos, el
rey de éstos se enamoró de Dina, hija de Jacob y a causa de
un equívoco la desfloró. Los cananeos estuvieron dispuestos
a unirse con Israel por respeto y amor a Dina. Les puso
Jacob como condición que se circuncidasen. Entonces,
aprovechando Simeón y Leví las grandes dificultades de
movimiento que tenían los cananeos por el dolor de la
circuncisión, se alzaron contra ellos y los pasaron a
cuchillo. Fue también Simeón el que cuando fueron a Egipto
en busca de víveres, se quedó José como rehén, encerrándole
en la cárcel hasta que volvieran el resto de sus hermanos
con su padre y con su hermano menor.
Simeón
anciano
sacerdote judío, contemporáneo de Jesús, a quien Dios había
revelado que no moriría sin ver antes al Mesías. Cuando fue
María a presentar a Jesús al templo, era Simeón quien
atendía al culto, por lo que tomando a Jesús en brazos
entonó el bello himno que empieza: "Ahora puedes dejar ir
en paz a tu siervo según tu palabra".
Otros grandes
personajes han llevado el nombre de Simeón, entre ellos un
zar de Bulgaria, un zar de Rusia, un rey de Tesalia, varios
filósofos, teólogos, prelados, monjes insignes por su
santidad y por su saber, tratadistas de medicina, políticos
de renombre. Bien avalado está, pues, este recio nombre,
tanto en las sagradas escrituras y en el cielo, como en la
historia. ¡Felicidades! |