Santos del día 15 de febrero
Claudio de la Colombière jesuita;
Cástulo, Saturnino, Lucio, Magno, Ágape, Cástula y Dominina,
Faustino y Jovita mártires; Quinidio y Decoroso
obispos; Severo presbítero; José diácono;
Eusebio anacoreta.
SEVERO
Procede del
latín, severus, que unos etimologistas hacen
venir de verus, que significa verdadero, auténtico,
sin engaño; y otros prefieren hacerlo proceder de saevus,
cualidad de los animales combativos, que significa salvaje,
bravío, rudo, riguroso, austero, severo. De él derivan
Severiano y Severino como formas masculinas; y como
femeninos, menos frecuentes, Severa, Severiana, Severina.
Este nombre
nace en la dinastía romana de los Severos (193-235)
comprende al emperador Septimio Severo, quien hizo construir
en Gran Bretaña la muralla que lleva su nombre, para detener
las invasiones de los caledonios. Se extendía de un mar a
otro y estaba defendida por un foso, torres y fuertes; los
emperadores Caracalla, Geta, Heliogábalo y Severo Alejandro.
Este último, que fue adoptado por su primo Heliogábalo, al
que sucedió, merece destacarse por sus asesores, los
jurisconsultos Paulo, Modestino y Ulpiano, aunque ello no le
libró de intrigas, revueltas y asesinatos (como el del
jurista Ulpiano), pese a sus reformas jurídicas, financieras
y militares. Fue partidario del sincretismo religioso,
mantuvo los privilegios de los judíos y toleró el
cristianismo. Murió mientras combatía en el Rin a los
germanos, tras una rebelión militar dirigida por el oficial
tracio Maximino.
San
Severo se celebra
el 11 de enero, 1 y 15 de febrero, 29 de abril, 8 y 20 de
agosto, 1, 15 y 22 de octubre, 6 de noviembre, 2 y 30 de
diciembre. El más célebre de ellos, por la biografía con que
cuenta, embellecida por la leyenda, es el que fue obispo de
Barcelona a finales del siglo III y principios del IV. Le
tocó vivir la época durísima de las persecuciones de Publio
Daciano, prefecto de la provincia romana de Hispania, que se
distinguió por su ferocidad. Tal que ha pasado al
diccionario de la lengua española como nombre común para
designar el "ladrón de niños pequeños, que suele lisiarlos
cruelmente para venderlos luego a los mendigos de profesión,
quienes con ellos excitan la compasión pública". Este fue el
Daciano que desencadenó en el primer decenio del siglo IV
una feroz persecución en Barcelona. Huyó Severo al castillo
octaviano, pero allí le encontraron los verdugos. Como no le
convenciesen para que adorase a los ídolos ni con azotes ni
con nada, los verdugos tuvieron la ocurrencia de clavarle en
la coronilla un clavo bien recio que le traspasó el cerebro
y le ocasionó la muerte. Fue su martirio alrededor del 310.
Severo
patriarca de Antioquía (465-538), y jefe del partido
monofisista (que admitía una sola naturaleza en Cristo). Se
instaló en Antioquía en 512, pero lo depuso el emperador
Justino en 518, al reinstaurar la ortodoxia en el
patriarcado. Tras la muerte de Justino, y con la protección
de la emperatriz Teodora, recuperó su sede patriarcal, pero
fue finalmente anatematizado en el concilio del año 536.
El santoral y
la historia están poblados de grandes Severos. En la ciencia
tenemos al gran Severo Ochoa, premio Nobel de medicina. En
el deporte al gran campeón de golf Severiano Ballesteros. Es
un nombre infrecuente, pero muy noble: por su significado y
por sus representantes tanto antiguos como modernos.
¡Felicidades! |