AGUINALDO
Tal como el origen de la costumbre de los aguinaldos está
muy bien documentada, sin embargo la etimología de la
palabra es bastante discutida. Se barajan explicaciones
diversas, algunas bastante peregrinas, entre las que parece
la más sólida aquella que la hace derivar del celta
eguinand, palabra con la que se designaba el regalo de
año nuevo.
Parece que la tendencia a obsequiar a unos y otros con
ocasión del año nuevo, está bastante extendida en diversas
culturas. Esto obedece a la creencia de que los mejores
augurios para el año que empezaba, se atraían creando un
flujo de generosos regalos. Los primeros consistieron en
dátiles secos y otros dulces, cuya función tenía que ser
empezar el año de la forma más dulce posible.
La palabra latina que designa el aguinaldo, es
strenna o strena, cuyo primer significado es
precisamente presagio, pronóstico; luego se acostumbró a
simbolizar los presagios en regalos, de tal manera que al
tiempo que se presagiaba o se le deseaba a alguien algún
bien con ocasión del inicio del año o de la fiesta
natalicia, se le anticipaba una muestra de aquello que se
expresaba con los deseos. De ahí vino el intercambio de
regalos, para expresar el agradecimiento por los buenos
augurios y por el regalo que los presagiaba, no sólo con
buenas palabras, sino también con regalos, que obras son
amores.
Ya en Roma se generalizó e incluso se institucionalizó la
costumbre de acompañar con regalos (strenae), los
buenos deseos y las felicitaciones (congratulationes)
con ocasión de las fiestas de Año Nuevo y Natalicias (de
cumpleaños). Incluso rendían culto a Strenia, la
diosa de la buena salud y de la buena suerte. En español
existe la palabra estrena con el significado de
obsequio, presente o dádiva que se hace para demostrar la
satisfacción o la alegría en la celebración de un
acontecimiento feliz. Es un sinónimo de aguinaldo. De
ella procede el verbo estrenar, en el que subyace la
idea no sólo de principio, sino de buen principio de algo.
Es la que acompañó siempre a los aguinaldos de Año
Nuevo: la idea de empezar, de estrenar bien el año.
La paga extraordinaria de Navidad nació en concepto de
aguinaldo que daba el patrón a sus trabajadores. Otra
forma de aguinaldo, de larga tradición, que goza aún de
amplia vigencia, es el del obsequio en especie, con
productos navideños (turrones, cava, etc.).
Pero sin duda la más popular es la que practican en muchos
lugares los niños, yendo en grupo por las casas: cantan
villancicos y canciones alusivas al aguinaldo, y reciben una
pequeña donación en monedas o en dulces. Esta costumbre
contribuye a dar color a la Navidad tanto para los mayores
(porque no es onerosa), como para los pequeños.
Otra forma de aguinaldo que sí se hizo onerosa en
cambio, fue la que practicaban años atrás todos aquellos que
atendían servicios públicos en contacto con la gente:
basureros, barrenderos, faroleros (cuando había que encender
los faroles de uno en uno, ya fuesen de gas, ya eléctricos),
carteros, serenos y algunos más. Iban por las casas
repartiendo una felicitación en verso alusiva al servicio
que daban durante todo el año, a la Navidad, y al derecho
que tenían a recibir el aguinaldo. Aquello era una
sangría, que acabó por caer de tan pesada que era.
Finalmente (seguro que más de una cosa se queda en el
tintero) el nombre de aguinaldo se ha extendido en las
Américas. En Colombia, en la República Dominicana, en
México, se conserva esta palabra, pero predominando en ella
el significado de obsequio de alimento y bebida a quienes
van a felicitar las navidades. |