<--

MASCOTAS

-->
 


Es revelador de una actitud decididamente favorable, el nombre genérico que se ha acabado aplicando a los animales de compañía: se les llama mascotas, que significa "animales que llevan la felicidad y la buena suerte a las casas en que son acogidos". En efecto, una mascota es una persona, animal o cosa a los que se atribuyen virtudes para alejar desdichas o para atraer la buena suerte. Es una creencia que entronca con la etapa animista de la humanidad, cuando se creía que todo en la naturaleza tenía alma, y que los espíritus de la naturaleza podían ser benéficos o maléficos, en razón de las relaciones que la sociedad o el individuo tuviesen con ellos. El animal del que cada sociedad esperaba más protección, era erigido como tótem, una especie de divinidad exclusiva de ese pueblo. Exigía culto y respeto de una serie de normas, y a cambio daba protección y prosperidad. Es ahí donde tiene su más completo referente la consideración y la denominación de mascotas para los animales de compañía.

El origen inmediato de esta palabra lo tenemos en el francés mascotte, que significa mascota o amuleto, y que suele ser una figurilla o un animalillo (el término francés es diminutivo) al que se considera portador de buena suerte para su poseedor. Este término entró en nuestra lengua a través de los deportes. Más de una vez hemos visto por la televisión cómo un equipo, antes de empezar el partido, soltaba su mascota convenientemente ataviada por el campo (podía ser una cabra, una oveja. un perro…), para que le trajese suerte.

El término francés mascotte procede del provenzal masco, que significa hechicera; es de la misma familia de máscara, y nos remite a la brujería y a la magia. El masco que transformó el francés en mascotte estaría ya muy cerca del concepto de mascota, y sería esa figurilla o máscara que representaría al personaje o animal portador de la buena suerte. Es la transferencia de la virtud de los brujos a sus figuras y la miniaturización de éstas. Ese es el origen más probable de la palabra y el concepto de mascota. En esa misma línea está el significado que tiene este término en Argentina: además de llamarse así a la persona o cosa que protege contra el mal de ojo, se llama también mascotas a las pequeñas figuritas que cuelgan de las pulseras, cadenas de reloj y collares.

Seguramente que la opereta "La Mascota" estrenada en París en 1880, fue decisiva para fijar el significado de esta palabra. En esta opereta la mascota es Bettina, una joven criadora de pavos que tiene el don de llevar el bienestar y la fortuna allí donde se encuentre, pero con la condición de permanecer virgen (por eso se denomina también mascota, es decir manantial de buena suerte, a la doncella virgen). Por esa condición de mascota un príncipe quiere tenerla en su palacio y casarse con ella para evitar tentaciones de terceros, sin consumar el matrimonio para no romper el sortilegio. Pero Bettina tiene un amigo con quien quiere casarse; así que huye de casa del príncipe, sobre el que llueven toda suerte de desgracias. Al final se resuelve el embrollo, y todos felices. Bien, puede ser por ahí por donde se ha asociado la estancia en casa de los animales de compañía con su función de mascotas, es decir de portadores de buena suerte. En cualquier caso, vale la pena recordar este valor de la palabra.