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LÉXICO

PEDIATRIA

La barrera entre pediatra y puericultor se ha ido borrando, sobre todo a partir de la profusión de títulos primero no universitarios, y luego ni tan siquiera académicos de "puericultura", que acabó entendiéndose como la especialidad de las personas que cuidan niños en las guarderías (profundo también el nombre este de "guardería"). Por lo general los pediatras suelen simultanear su especialidad con puericultura, y así lo hacen constar en sus membretes y en las placas de los consultorios. Pero los usuarios, tras la degradación del nombre ("puericultora" es la que "guarda" niños), han relegado al olvido la profesión médica de Puericultor o puericultora y acuden al pediatra.

Está formada esta palabra por paidoV (paidós), que significa "del niño", más iatroV (iatrós), que significa "médico". "Médico de niños" significa por tanto pediatra. (Si no existiese la reducción del diptongo ai en e, diríamos "paidiatría" y "paidiatra"). Sería perfecto si el pediatra se ocupase tan sólo de curar a los niños enfermos, del mismo modo que el psiquiatra es el médico de las mentes enfermas; no el de las mentes, estén sanas o enfermas. Es el mismo defecto de que adolece la palabra ginecología. Induce a entender que por el simple hecho de ser niño hay que estar bajo control médico. Administrativamente la pediatría ha dejado de ser una especialidad, para convertirse en medicina general para los que están en minoría de edad jurídica. A lo que correlativamente correspondería otra especialidad para adultos y otra para jurídicamente ancianos. Es un criterio de distribución del trabajo tan válido como cualquier otro. Lo que ya no queda claro es que las especialidades resultantes de dividir a la población en tajadas digamos administrativas, sean homologables a las que siguen criterios anatómicos, fisiológicos o nosológicos, es decir estrictamente médicos. El que acude al cardiólogo o al neurólogo, está en manos de un especialista. También la que acude al ginecólogo. Pero quien va a un pediatra, va a un médico de cabecera que derivará el enfermo hacia el especialista que corresponda. Es la administración sanitaria.

En cuanto a la especialidad de puericultura, parece que por su nombre sería la que con más propiedad cumpliría las funciones que hoy tiene asignadas la pediatría, a saber, la vigilancia sanitaria sobre la población infantil; estar pendientes de un sector de la población en el que hay que poner especial cuidado, como el que ha de poner cualquier -cultoren su -cultura o cultivo. Pueri es el genitivo de puer, que significa "niño". Cultura viene también del latín colere, cultum, que significa cultivar. Es un término bastante más adecuado a la función que ejerce el pediatra, porque no presupone la condición de enfermo en el niño. Pero ha caído en desuso porque fue asediado y finalmente tomado el nombre por una línea profesional de menor nivel y entidad. Aunque nunca llegó a ser oficial, gracias a la oportuna interposición del colegio de médicos, que no consintió que se crease una nueva profesión con el nombre de otra ya preexistente. Las "puericultoras" pasaron a llamarse, pues, técnicas auxiliares o técnicas especialistas en "Jardín de Infancia".

Mariano Arnal

 

 

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