DIARIO MULTIMEDIA DE INFORMACIÓN - DESARROLLO PERSONAL - OCIO - CULTURA - TURISMO - Desde 1998 en la red
EL ALMANAQUE DE HOY REVISTA EL ALMANAQUE
 

LÉXICO

TOTALITARIO

En latín existen dos términos radicalmente distintos que traducimos como todo - todos: omnis (pl. Omnes), que sólo es correcto usar a partir de la pluralidad, y totus, que está diseñado para la unidad. Hay que señalar también de paso que el adjetivo numeral unus tiene en latín tan sólo valor numeral, no el indeterminado que le hemos dado en español al convertirlo en artículo. De totus formamos el adjetivo total, que no hace más que reforzar el significado de todo, y finalmente llamamos totalitario (referido a sistema político) al que tiene concentrado todo el poder en una persona o en un partido político.

Naturalmente que todos los nacionalismos son totalitarios desde el momento que sólo reconocen legitimidad para tener el poder en su territorio a la etnia autóctona, e imponen a los demás pueblos que viven en su territorio, no sólo su poder, sino también su lengua y su cultura. Únicamente no sería totalitario el nacionalismo que reconociese absoluta igualdad en su territorio a todos los pueblos como tales, a sus lenguas y a sus culturas. Se da la paradoja, por ejemplo en Cataluña, que un inglés, un alemán o un árabe, tienen la opción de mandar a sus hijos a un colegio donde se les imparta la enseñanza en sus respectivas lenguas. Pues bien, los de cultura española no tienen esta opción, a pesar de que tienen una magnífica Constitución y un maravilloso Estatuto de Autonomía que consagra este derecho. El gobierno nacionalista se está cuidando muy mucho de que mientras se mantiene la letra de la ley, sea dramático gozar de este derecho. Si alguien se atreve a pedirlo en una escuela, le ponen solo en un aula, con profesores para él solito y cargando con el estigma de ser un antisistema. Esta manera de ejercer el poder, en todos los diccionarios recibe el nombre de totalitaria. Es sólo un ejemplo de uno solo de los muchos tics totalitarios de un gobierno nacionalista sumamente moderado (no sabemos si el consejero de enseñanza del gobierno catalán hubiese exculpado también al monitor que en el campamento de euskaldunización castigó a un niño a hacer las excursiones con la mochila cargada de piedras por hablar en español).

No hay que darle vueltas: desde el momento en que del principio de total igualdad de derechos de los ciudadanos de un Estado democrático, se pasa a los privilegios de unos sobre otros, propios del Estado nacionaslista, desde ese momento hemos iniciado el tránsito al totalitarismo. ¿Que igual que la democracia el totalitarismo también tiene grados? Sin duda alguna. Pero la sustancia es totalitaria. Pasar de un régimen en que caben en condiciones de igualdad y libertad todas las etnias, lenguas y culturas que habitan el país, a otro en que se impone el predominio de una etnia, una lengua y una cultura sobre las demás que conviven en el territorio, es dar un salto sustantivo: representa introducir desde la acción política y en todos los ámbitos que ésta interviene, (p.ej. a través de la lengua, discriminan las administraciones nacionalistas a los ciudadanos seleccionando los más nacionalistas o los más integrados posible) diferencias que finalmente afectan las relaciones de los ciudadanos entre sí.

Mariano Arnal

Libros relacionados con el Léxico:

Copyright EL ALMANAQUE todos los derechos reservados.