LUGARES
CON ENCANTO
Sierras de
Aralar y Urbasa
La comarca que recibe el nombre de
las Sierras de Aralar y Urbasa está situada al oeste de Pamplona
limitando al norte con los Pirineos Atlánticos, al sur con Tierra
Estella y al oeste con Guipuzcoa y Álava. Comprende los valles de
Ultzama, Basaburua Mayor, Imotz, Leitzaran, Larraun, Araitz,
Arakil, Ergoiena y Barranca-Burunda así como la zona norte del
Parque Natural de Urbasa y Andía. Las Sierras de Aralar y Urbasa
ofrecen al visitante indudables atractivos naturales, artísticos,
arqueológicos y etnográficos de los que a continuación vamos a
hacer una pequeña descripción. El Valle de Ultzama presenta un
paisaje de suaves colinas y verdes pastos que todavía conserva
pueblos de montaña con encanto y con una arquitectura civil muy
interesante.
Todos los pueblos del valle son bellos pero es
obligado detenerse en Auza y Eltzaburu con magníficas muestras de
arquitectura popular. También este valle posee joyas artísticas
del arte religioso como la iglesia de Urritzola-Galain, las tallas
marianas de Belate en Alkotz o las pilas bautismales de Auza,
Ilarregi y Larraintzar así como algunos restos prehistóricos
como los de la cueva de Abaunz. Sin embargo uno de los rincones
más conocidos de este valle es el del Robledal de Orgi al que
accedemos partiendo de Ostiz, a 14,5 km de Pamplona, siguiendo el
curso del río Ultzama y tras atravesar el Valle de Odieta. Se
trata de un bosque de unas 80 ha que ha sido declarado Área
Natural Recreativa bajo la administración del concejo de Lizaso.
Este excepcional paraje se organiza en tres espacios diferenciados
que facilitan su recorrido. En primer lugar la zona de acogida
cuenta con un aparcamiento, un merendero, servicios e
información. La zona de paseos cuenta con 2,2 km de caminos que
posibilitan la visita apacible y tranquila del bosque con rutas
como la del ³laberinto², ³el camino² o ³la senda². La
tercera zona es de uso restringido puesto que está dedicada a la
regeneración del bosque.
Aparte de la belleza del paisaje, la
riqueza de este espacio natural reside principalmente en su
biodiversidad. Junto a los robles, habitan otras especies de
árboles, una rica vegetación de sotobosque, musgos, setas y
también una variada fauna de anfibios, reptiles, mamíferos
grandes y pequeños y numerosas aves. Tras visitar Orgi podemos
ascender a Guelbenzu para contemplar la más bella panorámica de
Ultzama. La visión puede completarse adentrándose hasta las
cercanías del cementerio para ver el trazado del río Ultzama y
el campo de golf. Ya en el valle de Basaburua Mayor, es muy
atractivo el recorrido que , por Orokieta, lleva a Saldías
cruzando por un impresionante hayedo.
En este valle podemos
atravesar bellos pueblos como Arraras, Igoa y Beruete y
descendiendo con el curso del río Basaburua nos adentraremos en
los valles de Imotz y
Atez que también poseen numerosos encantos.
Muy recomendable es también realizar la llamada ³ruta del
Plazaola² por la que hoy se pueden recorrer cerca de 50 km entre
hayedos y robledales, entre Mugiro (Navarra) y Andoain
(Guipúzcoa) por la senda que abrió a principios del siglo XIX el
antiguo ferrocarril que unía Pamplona con San Sebastián, y que
hoy se está recuperando como vía verde. Desde Mugiro hasta el
túnel de Uitzi, a los que les separa una distancia de 7 km, el
firme se encuentra rehabilitado permitiendo caminar sin prisas y
disfrutando del paisaje. Enseguida se llega a la Estación de
Lekumberri, donde se ha instalado la oficina de turismo y una
exposición de productos artesanos así como de los atractivos
turísticos y culturales de la zona. En Lekumberri destaca su
casco antiguo que permanece bastante bien conservado, con antiguas
casas blasonadas.
Desde Uitzi podemos continuar hasta Leitza que
cuenta con algunos edificios interesantes como la iglesia, el
ayuntamiento o algunas casonas antiguas. Sin duda esta senda que
acompaña ríos rumorosos, atraviesa bosques frondosos y se
adentra en las montañas es una de las mejores opciones que esta
comarca ofrece al visitante para disfrutar de la naturaleza.
Lekumberri es un tradicional lugar de veraneo centro de todas las
excursiones que llevan al nacedero del río Larraun, a la senda de
Betelu, a los valles de Basaburua y Ultzama y,por supuesto,a las
Sierras de Aralar y Urbasa. La Sierra de Aralar abarca 208 km
cuadrados de extensión que comparten Guipuzcoa y Navarra.
Se
trata de un gran macizo kárstico, que conforma un paisaje rocoso
con valles ciegos , dolinas y multitud de simas y cuevas. Esta
sierra estaba ya habitada en el paleolítico,
conservando hoy una
de las concentraciones de dólmenes y monumentos megalíticos más
importantes de España. Del camping Etxarri-Aranaz parten dos
recorridos señalizados en los que se pueden ver varios dólmenes
y encontramos paneles explicativos sobre la naturaleza de la zona.
En lo alto de la sierra se encuentra el santuario de San Miguel de
Aralar, de estilo románico y que cuenta con un hermoso retablo
esmaltado del siglo XII. Desde este santuario se puede admirar una
vista impresionante de todo el paraje.
En este recorrido por las
tierras prepirenáicas de Navarra no podemos dejar de hablar de
las Sierras de Urbasa y Andía que por su riqueza paisajística,
geológica, arqueológica y biológica fueron declaradas Parque
Natural en el año 1977.
Estas sierras forman una zona de
transición entre la Navarra húmeda y Tierra Estella y abarcan
una extensión de 21.408 ha. Es obligada la visita a San Donato,
estribación de la Sierra de Andía cuya originalidad reside en la
forma de barco invertido que adquiere su extremo más occidental
que sobresale adentrándose en el valle de Arakil.
A toda esta
oferta natural y cultural se une también una variada gastronomía
basada en los productos autóctonos de las zonas montañosas y de
la cual, el producto estrella es el queso de denominación de
origen Idiazabal.
Este queso elaborado de forma artesanal con
leche de oveja es compartido por Navarra, Guipuzcoa, Álava y
Vizcaya y deleita a quienes lo prueban con su sabor intenso a
leche de oveja y cuajo natural.
Numerosas son también las
tradiciones y los festejos que las gentes de estas tierras han
sabido conservar como la celebración del Corpus de San Miguel, el
concurso de perros pastor Artzai Eguna y las demostraciones de
deportes rurales como las de los Aizkolaris (cortadores de
troncos) o las de los Harrijasotzailes (levantadores de piedra).
También los amantes del deporte tienen en esta zona prepirenáica
el mejor escenario para practicar deportes como el montañismo, la
espeleología, los deportes acuáticos o aéreos y otros más
tranquilos como el golf o la pelota vasca, tan tradicional en
Navarra.
La visita a esta tierra sin duda supone un acierto ya que
existe una amplia gama de servicios a la disposición del turista
que podrá elegir en función de sus gustos y necesidades:
restaurantes, campings, turismo rural, albergues, hoteles y un
largo etc de comercios y establecimientos, harán posible que su
viaje por esta comarca resulte inolvidable.
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