El
pasado 1 de noviembre se cumplieron 3 años de la inauguración de
Planet Penguin, el impresionante recinto antártico que introduce
al visitante en el hábitat de los pingüinos que habitan la parte
más inhóspita y gélida del planeta. Es por ello que Loro Parque
haya querido utilizar también esta fecha simbólica para
inaugurar, en pleno verano antártico, El
Pacífico, el nuevo recinto que nos conducirá, de forma
majestuosa, hasta las cálidas costas del oeste de América del
Sur.
En
la franja costera que se extiende desde Punta Foca, Perú, hasta
el sur de Chile, en la Patagonia, anida una de las especies de
pingüinos subtropicales más amenazados del mundo, los Pingüinos
de Humboldt. Estos pingüinos, que deben su nombre a la corriente
marina de Humboldt que recorre la costa de Sudamérica, son los
privilegiados inquilinos que gozan de las excepcionales
instalaciones de esta nueva exhibición, en la que no se han
escatimado medios para reproducir fielmente el hábitat natural de
estos animales en las costas del Océano Pacífico.
Lo
primero que impresiona de El
Pacífico son sus dimensiones, 500 m2, en los que
se reproduce una gran costa rocosa en la que se han instalado 80
pequeñas cuevas escondidas tras la vegetación para que los 51
pingüinos de Humboldt construyan sus nidos. De este modo, se les
ofrece la intimidad que necesitan para facilitar la cría. El
acantilado está bañado por una enorme laguna de cuatro metros de
profundidad que contiene 600.000 litros de agua salada en la que
no se ha utilizado ningún producto químico para garantizar su
pureza y transparencia. La instalación está dotada de los más
sofisticados sistemas de filtración de agua y purificación de
aire para asegurar que el equilibrio biológico de nuestros
animales no se vea alterado.
Por
otro lado, El Pacífico está también diseñado pensando en los
visitantes. Utilizando los mejores materiales y tecnología punta
se han construido, en la parte superior, tres ventanales desde los
que se puede contemplar a los animales en la superficie y, en la
parte inferior, una
pieza de metacrilato de 17 metros de longitud que permite observar
las evoluciones de los pingüinos bajo el agua, desde una
perspectiva subacuática nunca vista. Ambas
perspectivas confieren al conjunto una gran belleza plástica que
no deja de sorprender e impresionar al visitante.
Este
ambicioso proyecto ha sido el resultado de más de tres años de
trabajo y en él se conjugan la labor de reconocidos especialistas
con el uso de tecnología de vanguardia. La instalación, que ha
supuesto una inversión total de unos cuatro millones de euros, es
una prueba más de que Loro Parque es un zoológico de vanguardia
a nivel internacional, con uno de los estándares más elevados en
cuanto a cuidado y presentación de los animales. |