REPORTAJES 

 

BARBADILLO

“ Una gran Bodega en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)” 


Al sur de España,  Sanlúcar de Barrameda luce como su sol y su Manzanilla. Por algo fue llamada “Rincón del Sol”, por el ilustre escritor don Manuel Barbadillo Rodríguez, alma y símbolo de sus empresas durante más de medio siglo.

Situada en la región de Jerez, en ella desemboca el río Guadalquivir haciéndose mar frente al Coto de Doñana, Patrimonio de la Humanidad.

De la bondad de su clima y la generosidad de su tierra, nace un vino único, que ha hecho universal su nombre: La Manzanilla.

Elegante, de buena cuna, mimada por las suaves brisas del Atlántico y por la blanca Albariza.

Manzanilla, orgullo de Sanlúcar de Barrameda, alma de Barbadillo.

HISTORIA E INICIOS DE LA BODEGA BARBADILLO 

En 1821 se inicia una noble tradición, porque en aquella fecha, don Benigno Barbadillo y don Manuel López Barbadillo, tras veinte años de estancia en Méjico, se instalan en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y fundan las Bodegas Barbadillo.

Los primeros pasos en el arte de hacer vino, los dieron en la hoy denominada Bodega del Toro, bello ejemplo de la arquitectura popular andaluza.

Don Benigno, hombre emprendedor y símbolo de lo que hoy constituye el grupo de empresas Barbadillo, imprimió un estilo propio con el que ofrecer caldos de excelente calidad, criados por expertos vinateros para deleitar a sus clientes y consumidores.

Bajo su gestión, se exportan vinos a Inglaterra y América, y se comercializan en distintos lugares de España, especialmente por vía marítima y fluvial, utilizando la estratégica situación geográfica de Sanlúcar de Barrameda en la desembocadura del río Guadalquivir.

Es en 1827, año emblemático para Sanlúcar y Barbadillo, cuando aparece por vez primera la denominación “Manzanilla” en un envío a Filadelfia (EE.UU), y ese mismo año, Barbadillo lanza al mercado la primera Manzanilla embotellada bajo la marca “Divina Pastora”.

Diez años más tarde fallecía don Benigno, tras iniciar la andadura vinatera de la familia.

Sus hijos y nietos tomaron el relevo para, en 1954, constituirse en la empresa que hoy conocemos como Antonio Barbadillo S.A.            

Actualmente, y después de seis generaciones, Barbadillo sigue siendo una empresa independiente propiedad de la familia Barbadillo.

Don Antonio P. Barbadillo, quién estuviera al frente de la empresa durante más de 50 años, experto enólogo, profundo conocedor y amante, como sus antecesores de la cultura del vino fue, padre, de los vinos jóvenes de la “Tierra de Cádiz”.

Barbadillo es propietaria de 500 hectáreas de viñedos repartidos en dos fincas “Gibalbin” y “Santa Lucia”, situadas en la zona de “Jerez Superior”. La primera con una planta de vinificación, dotada de la tecnología más avanzada, donde la fermentación es controlada en depósitos de acero inoxidable, provistos de sistemas de refrigeración, sometiéndose al más estricto control de calidad los mostos seleccionados.

Sus Bodegas repartidas en toda Sanlúcar de Barrameda, rodeando el medieval Castillo de Santiago, ocupan una superficie total de más de 73.000 m2 con capacidad para más de 30 millones de litros, equivalentes a 60.000 botas, lo que la convierte en la mayor de la zona. En estas bodegas, gracias a un cualificado equipo humano se crían y envejecen los excelentes vinos y brandies.

Sus oficinas están situadas en la Casa Palacio de la Cilla, construida en 1773. Desde singular emplazamiento, Barbadillo continúa siendo la bodega número uno de Sanlúcar de Barrameda.

La Manzanilla, insignia de Barbadillo, es un vino singular, distinto, único en el mundo.

Sólo las fértiles tierras de la zona y su especial micro-clima permiten su crianza bajo el velo “el velo de flor”, durante todo el año.

En las tierras de Albariza se produce la preciada uva denominada “Palomino Fina” o “Listán”, y sólo los aires húmedos y ricos en yodo que provienen del Atlántico a través del río Guadalquivir y la influencia del Coto de Doñana, dan a las Bodegas sanluqueñas ese microclima especial “único en el mundo” para el nacimiento y crianza de la Manzanilla.

Uno de los vinos más carismáticos de Barbadillo es, MANZANILLA SOLEAR, es la Manzanilla con más de dos años de crianza biológica que se presenta en el mercado.

Es un vino generoso, varietal de Palomino Fina al 100%, criado en “Soleras” en Bodegas situadas en distintas zonas de Sanlúcar de Barrameda, tanto en el Barrio Alto como en el Bajo, para que las levaduras que intervienen en la crianza le den el carácter autóctono de las Manzanillas.

Muy limpio, color amarillo pálido con tonos verdosos, muy brillante e intenso.

Franco al olfato, con intensidad y finura que da la prolongada crianza en flor, con toques salinos y yodados.

Extraordinariamente seco al paladar pero suave y armonioso al postgusto, el sabor es muy persistente, se comprueba su crianza y carácter oliendo las copas que quedan vacías, en las que durante algún tiempo permanece su perfume.

Su temperatura ideal de consumo debe ser: 10º a 12ª.

Es el mejor de los aperitivos con cualquier tapa, marisco, aceitunas, jamón y para complementar los consomés. También es ideal como vino de mesa con arroces y pescados.

También debemos mencionar otro gran vino, MAESTRANTE,  es un vino blanco semidulce de la “Tierra de Cádiz” varietal 100% Palomino Fina.

Franco y limpio con gusto ligeramente dulce que recuerda a las uvas de las que procede.

Color amarillo pálido brillante. Suave paladar y recomendado para consumir frío, de 6º a 8º de temperatura.

Es ideal como aperitivo y en las comidas, sobre todo con pescados, mariscos, aceitunas, quesos, chacinas y postres.

Tampoco nos debemos olvidar  de una gran joya de esta Bodega, el  BRANDY BARBADILLO GRAN RESERVA, el cual acredita una vejez superior a veinte años, avalada por el Consejo Regulador del Brandy de Jerez, sin duda uno de los más longevos entre los producidos bajo D.O. Brandy de Jerez, siguiendo el tradicional método de solera y criaderas.

Este envejecimiento excepcionalmente prolongado produce brandy de intenso color ámbar-caoba dorado, con reflejos verdosos, aroma punzante y complejo de carácter balsámico, con notas vainilladas de roble. Es cálido, seco y muy equilibrado en la boca, siendo el acompañante ideal de una larga y plácida sobremesa.

Brandy Barbadillo se presenta en un decanter de vidrio soplado artesano. Debido a su gran vejez, su producción es obligadamente limitada. Cada botella se numera y firma por el capataz de la bodega encargado de conservar tan valioso brandy. 

En resumen, una gran Bodega con muchos años de experiencia y unos vinos y brandies que hacen las delicias de los amantes de la buena mesa.

BODEGAS BARBADILLO - “Una amplia selección de jereces dulces”

Esta gran Bodega de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) tiene aparte de su “especial Solear”, una amplia selección vinos, tales como lo que detallamos a continuación de La gama de los “dulces”:

 “LA CILLA”  Pedro Ximénez” 

Jerez cuidadosamente elaborado con uvas asoleadas de Pedro Ximénez y envejecido en sus Bodegas de Sanlúcar de Barrameda, por el tradicional método de “soleras y criaderas”

De Color ébano con reflejos topacio, amplio y aterciopelado paladar, con fondos de frutas pasificadas y ligeramente amargo, persistente.

Es ideal como vino de postre, siendo el mejor final de una comida. 

“EVA CREAM”  Oloroso Dulce 

De color oscuro, con cuerpo. Redondo y dulce.

Es un vino de “cabeceo”, de Olorosos y Amontillados viejos en Pedro Ximénez, encabezados durante muchos años. Es un Cream de elite, por su vejez.

Su consumo ideal es a temperatura ambiente aunque, por su graduación y cuerpo, admite bien el “on the rock”.

Aperitivo con frutos secos. Es también el clásico vino de postre. 

“LAURA”  Moscatel 

Vino de Color oscuro, con un cuerpo generoso, y a la vez afrutado y aromático. Elaborado a la antigua usanza del “arropado”.

Mejor consumirlo a temperatura ambiente.

Excelente vino de postre para animar las tertulias de sobremesa. También es ideal para abrir el apetito antes de comer o cenar. 

 

“SAN RAFAEL” Amoroso 

Color caoba brillante y lleno de matices. Redondo y dulce sin empalagar.

Un ligero toque de Pedro Ximénez a un oloroso seco produce este tipo denominado “Amoroso”, nombre que hace honor a la suavidad obtenida en largo proceso de crianza, por el tradicional sistema de “Clases”.

Consumir a temperatura ambiente. Su alcohol y cuerpo permiten tomarlo con hielo. Va muy bien con aperitivos, postres y a media mañana. 

Sin duda es una variada oferta de la gran selección de vinos de Barbadillo.

BODEGAS BARBADILLO

C/ Luis de Eguilaz, 11  Apartado Postal 25   11540 Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)

Tlf. 956-360894     Fax. 956-365103

www.barbadillo.com   E-mail: [email protected] 

Texto: José Buitrago Prieto (Delegado en Madrid de El Almanaque)

Asesor: Dolores Durio Calero (Redactora/Jefe en Madrid de El Almanaque) 


 

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