SANTORAL-ONOMÁSTICA
Santos del
día 22 de Noviembre
Filemón, Apia, Ananías, Mauro, Marcos y Esteban, mártires;
Pragmacio, obispo; Columbano, Teodoro Studita, abades; Tigridia, abadesa.
CECILIA
SANTA CECILIA PATRONA DE LA MÚSICA
Santa Cecilia,
miembro distinguido de la Gens Cecilia (nombre derivado de caecus,
ciego, por el fundador de la familia que perdió la vista salvando la estatua
de la diosa Atenea de un incendio) se convirtió a la nueva religión, el
cristianismo, que estaba haciendo temblar los cimientos del poderosísimo
imperio romano. Era tanto más irritante para los romanos esta conversión,
por cuanto Cecilia era uno de los miembros distinguidos y privilegiados de
la sociedad romana. Teniendo honores, poseyendo riquezas y formando parte
del círculo de los poderosos, se convierte a la religión de los esclavos y
los desheredados, llegando a distinguirse por ser uno de sus miembros más
activos y un ejemplo a seguir para los cristianos.
El prefecto de
la ciudad, irritado, busca un pretexto para condenar a Cecilia. Le pide
cuentas de los bienes de su marido y de su hermano. Ésta le responde que los
ha distribuido entre los pobres. La puede condenar por ello, pero le propone
perdonarla si ofrece un sacrificio a los dioses romanos. Cecilia le replica
que no hay más Dios que el Dios de los cristianos, y que los ídolos son
patrañas.
El prefecto la
condena a morir en la hoguera. Pero habiendo salido ilesa, ordena a un
verdugo que la ejecute. Le hace tres tajos en el cuello, de los que tan sólo
queda herida. Sobrevive tres días más, que dedica a convertir a muchísimos
paganos, y finalmente entrega su alma a Dios en el año 177.
El culto
a Santa Cecilia viene desde el siglo V, y se inició justamente en la
iglesia dedicada a la santa, que había sido su casa y ella había donado para
el culto divino. Fue la primera iglesia en que se celebraban diariamente los
oficios cantados por una congregación de monjes que allí estableció
el Papa Pascual I. Se da el caso de que en el oficio divino de Santa Cecilia
había una antífona que decía: Cantantibus órganis Cecilia virgo corde suo
soli Domino decantabat..." (Al son de los órganos la virgen Cecilia
cantaba en su corazón sólo al Señor...) A raíz de esta antífona y del
singular y solemne culto cantado que se celebraba en su iglesia y que luego
se extendió a otras muchas iglesias a ella dedicadas, y muy especialmente
desde la fundación, en Roma, el año 1584, de la Academia de la Música, que
la nombró su patrona, se la consideró y proclamó en todo el orbe cristiano patrona
de los músicos.
La solera del
nombre, su distinción, el candor de la leyenda que lo acompaña, la bellísima
iconografía a que ha dado lugar y sobre todo el patronazgo de la Santa sobre
un arte tan bello y tan noble como la música, son motivos sobrados para
sentirse orgullosísima de este nombre. ¡Felicidades!