ALEGRÍA
Gaudere decet, laetari non decet, decían los romanos, que
podríamos traducir: "es decente alegrarse, pero no es
decente regocijarse". "Gaudere" era para los romanos
lo que podríamos llamar "sensación de seguridad en sí
mismo", o quizá simplemente "autoestima". Era, más que una
sensación, un "estado". Procede, casi con seguridad, del
grupo léxico griego
gaiw-gauroV-gaurow
(gaio-gaurós-gauróo), que significa "fiarse de sus
propias fuerzas", "sentirse seguro de sí mismo",
"enorgullecerse"; esta alegría (que no es la misma de la que
hablamos hoy) de origen humano, que no se caracterizaba por
sus manifestaciones positivas, sino más bien por la ausencia
de manifestaciones negativas, era considerada por los
romanos como una virtus, es decir como propia del
vir (del hombre dominador). Gozo, regocijo,
regodeo son palabras que proceden de gaudere.
Laetitia / laetari, en cambio, procedente del mundo vegetal
en primer lugar, y aplicado por extensión al mundo animal y
por analogía al hombre, lo consideraban los romanos un
género impropio de alegría. En efecto, el adjetivo
laetus -a -um se refería originariamente a tierras,
animales, cosechas, etc., y significaba "gordo",
"abundante", "rico", "fecundo", "fértil", y por analogía
pasó a significar "alegre", "propicio", "agradable"... Es
normal, por ello, que un término que correspondía al campo
de la explotación, se considerase impropio del hombre
dominador, del vir.
La palabra alegría la hemos obtenido muy
probablemente del latín. De alacre habríamos
pasado a alegre. Alacer equus es el
"caballo brioso". Alacer / alacris significa, en
efecto, "activo", "vivo", "lleno de ardor", "lleno de
entusiasmo", "ágil". "ligero", rápido"; y también "gozoso",
"alegre", "animoso". En resumen, la alácritas, de la
que derivaremos la palabra "alegría" no es en origen una
cualidad humana, ni menos una manifestación del espíritu,
sino una característica de los animales superiores, una
manera de manifestarse. Pero aún podemos retroceder otro
poco: el término alacer es un compuesto de ad
más acer / acris. Igual que el "alacer equus"
tenemos el "acer equus", que sigue
significando "caballo fogoso, brioso", siendo el valor de
acer / acre, "agudo", "penetrante", "cortante",
"violento", áspero". El prefijo ad (que por
influencia de la r se transformará en al) le añade el
significado de "disposición", de "inclinación", con lo que a
alacer iría acompañado originariamente de un
complemento de dirección y significaría "agudo para..."
"lanzado para...", etc.
De las tres palabras con que designamos nuestro buen ánimo,
el gozo parece la única palabra que nació para
nombrar sentimientos humanos; mientras la alegría la
habríamos obtenido del reino animal y la leticia del
reino vegetal. Realmente, no ha sido nada fácil para la
humanidad dar con la alegría. El próximo sábado le daremos
un repaso a la felicidad |