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ESPECIAL SAN VALENTIN 

           

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REGALOS CON AMOR 

REGALAR 

He aqu� una palabra bien singular, que ha llegado a asentar su significado por caminos tortuosos. Los materiales de construcci�n son latinos, pero no literarios. Significa esto, que no es posible hallar su origen en los cl�sicos, y que por tanto hay que buscarlo en el lat�n hablado, mucho m�s cambiante, el que dio lugar a las lenguas romances. Parece lo m�s l�gico irnos al adjetivo regalis, regale (real, regio), derivado de rex, regis (rey); y es posible que haya influido de alguna manera en la fijaci�n de su significado literario; pero el origen no est� ah�, en absoluto. La l�gica nos lleva, de la mano de Corominas, a un supuesto verbo recalare del lat�n hablado, intensivo de otro supuesto verbo calare, que tampoco conocen los cl�sicos. Por la huella que han dejado en nuestras lenguas, hay que suponer que su significado era dejar caer, verter, aflojar. Estar�a emparentado con el griego calaw (jal�o), dejar caer. Otros etimologistas prefieren buscar la fuente en el lat�n cl�sico e invocan el verbo regelare (deshelar) como origen de regalar. Una etimolog�a m�s f�cil de explicar por la sem�ntica que por la fon�tica.  

Si cogemos cualquier diccionario, el Mar�a Moliner por ejemplo, nos distinguir� dos l�neas  de significado: la m�s general, que casi ha monopolizado este verbo, es �Dar a alguien un objeto digno de estimaci�n con deseo de complacerle (el subrayado es m�o). La otra l�nea se queda toda ella en la intenci�n del regalo, en el deseo de complacer: Agasajar, festejar, obsequiar. Proporcionar a alguien placeres, diversiones y dem�s cosas que pueden agradarle: �Durante su estancia le regalaron con fiestas, banquetes y toda clase de agasajos�. Tenemos tambi�n la forma pronominal Regalarse (con). Proporcionarse alg�n placer: �se regala de cuando en cuando con alg�n concierto�. Proporcionarse una vida regalada. De ah� pasamos al participio del verbo: Regalado, -a. Con comodidades y placeres de los que hacen agradable la vida. Y de nuevo en el sustantivo Regalo, la doble l�nea de significado: Obsequio, presente, cosa que se regala a alguien, acci�n de regalar algo; la dominante. Y en la sombra, Placer que una cosa proporciona �es un regalo del o�do�. Conjunto de comodidades y placeres con que alguien vive. Y por fin el significado que acaso tiende el puente entre los significados actuales y el original: Cosa delicada, particularmente bebida o comida, que proporciona placer. Que hace derretirse de placer, a�ado para completar el puente. 

Hemos de llegar al significado arcaico, que ejemplifica Corominas en su Diccionari Etimol�gic i Complementari de la Llengua Catalana. En catal�n perdur� durante siglos para regalar, el significado de derretirse, fundirse, gotear, chorrear, transferido al actual regalimar. Y persiste como arca�smo en el adjetivo regalat, regalada, para referirse a la cera o a la nieve fundida. Estos valores los tuvo en nuestra lengua en la edad media, para echarlos luego en olvido: �Los omnes cudiciosos del aver monedado / que por ganar riqueza non dubdan fer pecado / metr�nlis por la boca el oro regalado, dice Gonzalo de Berceo explicando el castigo que tendr�n en el infierno los avaros: les meter�n en la boca fundido (regalado) el oro que en vida amontonaron. En el Libro de Alexandre se dice que una piedra preciosa reg�lase enna boca, ca a��car semeja�, que se funde en la boca como el az�car. Y el infante Don Juan Manuel describe a una noble doncella mora �tan regalada que de quequier se espantava�; tan poco s�lida, que se fund�a con suma facilidad, se espantaba de cualquier cosa. Este significado desapareci� incluso de los diccionarios hacia el 1400, pero persisti� en el habla de Arag�n hasta hoy. 

He ah� el largo y sorprendente recorrido de una palabra que denomina una pr�ctica que tiene un gran peso en nuestras costumbres; que se ha convertido en una instituci�n cada vez m�s s�lida. No la hemos inventado nosotros, por supuesto. Los griegos al regalo lo llamaban doron (d�ron; Pan-dora = todos los dones); y los romanos, donum (don). 

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