Alexander
Fleming nació el 6 de agosto de 1881 en Lochfield Darvel
(Escocia). Con 13 años, tras la muerte de su padre, marcha a
Londres junto con un hermanastro y su hermano John, ambos
estudiantes de Medicina.
A los 20 años, gracias a una pequeña herencia que le permite
dejar de trabajar, decide estudiar Medicina y, tras una prueba de
admisión, logra una plaza en el St. Mary´s Hospital Medical
School de Paddington, de Londres, centro al que estuvo vinculado
profesionalmente durante toda su vida.
Fleming desarrolló importantes investigaciones en los campos de
la bacteriología, la quimioterapia y la inmunología.
En su época de estudiante obtuvo diversas menciones y premios, y
en 1906 supera el examen final y es admitido en el Royal College
de Cirujanos de Inglaterra, aunque apenas ejerció esta
profesión, ya que muy pronto entró en el laboratorio de
vacunaciones del
St. Mary´s Hospital.
En 1921 pasa a ser director suplente de este laboratorio. En 1922
descubrió la lisozima, un antiséptico presente en las
lágrimas,las secreciones corporales, la albúmina y ciertas
plantas.
En 1928 gana la Cátedra de Bacteriología de la Universidad de
Londres. En 1933 asume la dirección del Institute of Pathology
and Research.
En España
Un poco antes de la primavera de 1944, un ingeniero coruñés y
una niña madrileña de 9 años esperaban la llegada de la
penicilina como única posibilidad de salvar sus vidas. Por
distintos caminos y desde diferentes lugares, las ampollas con el
antibiótico llegaban a su
destino el mismo día y fueron aplicadas a los enfermos.
El 10 de marzo de 1944, con dos horas de diferencia, se
administraron las dos primeras dosis de penicilina en España.
Las tropas norteamericanas que ocupaban un puerto del Norte de
Africa enviaron 40.000 unidades de penicilina a través de
Gibraltar rumbo a Galicia, donde fue aplicada por Rafael
Fernández, médico del sanatorio
San Nicolás, de La Coruña.
El antibiótico que recibió Amparo Peinado, la niña de Madrid,
salió de Río de Janeiro en avión. A pesar de la urgencia con
que se trasladó la medicación, en ambos casos ninguno de los
pacientes logró salvar la vida.
En esos momentos, uno de los mayores retos que se les planteaba a
los científicos era lograr aumentar la producción del fármaco
para responder a la enorme demanda que existía.
El descubrumiento de la penicilina:
En 1928, trabajando sobre la influencia de los virus, observó
que se había desarrollado moho de forma accidental en el plato de
cultivo de los estafilococos y que, además, éste había creado
un círculo a su alrededor libre de bacterias. Esta casualidad le
inspiró para
experimentos posteriores en los que observó cómo el cultivo del
moho prevenía el crecimiento de estafilococos. A esta sustancia
activa Fleming la bautizó como penicilina, por haberla encontrado
en el hongo Penicillium notatum. Esta aportación le valió el
máximo galardón de la Medicina en 1945, compartido con Sir
Howard Florey y Ernst Chain.
En un principio Fleming habló de jugo de moho y en 1929 utilizó
por primera vez la denominación de penicilina, nombre que empleó
cuando publicó su primer informe sobre sus hallazgos en el
British Journal of Experimental Pathology. El informe apareció el
10 de mayo de 1929 con el título Sobre la acción antibactericida
de los cultivos de Penicillium.
Aunque consciente de su hallazgo, en un primer momento se mostró
cauto y sólo comentó que la sustancia por él descubierta parece
que tenía algunas ventajas sobre los antisépticos conocidos,
demostrando que actúa con una alta eficacia contra las
bacterias
generadoras de pus y contra los bacilos de la difteria.
Se trataba probablemente de un antiséptico eficaz que podía
administrarse superficialmente o en forma de inyección, en los
casos de infecciones producidas por microorganismos sensibles a la
penicilina.
A pesar de haber descubierto una sustancia capaz de combatir las
infecciones bacterianas, Fleming y sus colaboradores no lograron
aislar la penicilina, el primer medicamento antibacteriano.
El Prontosil lo desarrolló el químico Gerhard Domagk en 1935. La
penicilina en estado puro la produjeron en 1940 Ernst Boris Chain
y Howard Walter Florey.
Realmente, el fármaco empezó a utilizarse masivamente en la
Segunda Guerra Mundial, y gracias a ella se han salvado muchas
vidas. Al estallar la I Guerra Mundial Fleming se convirtió en
Capitán del Cuerpo Médico del Ejército, actividad por la que
fue condecorado en diversas ocasiones. Una vez concluida la
contienda (1918) volvió a Santa María donde tres años más
tarde llegó a ser suplente de laboratorio.
Posteriormente escribió numerosos tratados de bacteriología,
inmunología y química, en los que hizo las primeras
descripciones de la lisozima y penicilina. No obstante, ante la
incapacidad química para aislar la sustancia abandonó sus
trabajos. Fleming fue nombrado sir en 1944.
En 1945 compartió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina con
los científicos británicos Howard Walter Florey y Ernst Boris
Chain por sus contribuciones al desarrollo de la penicilina.
Murió el 11 de marzo de 1955.
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