DIARI0 MULTIMEDIA
DE INFORMACIÓN - DESARROLLO PERSONAL - OCIO - CULTURA - TURISMO
LEA COMPLETO EL
ALMANAQUE DE HOY
-
EFEMÉRIDES
Recopilación de ediciones de EL ALMANAQUE
Busca en la
hemeroteca del Almanaque. Miles de artículos
INDICE
- LÉXICO - ETIMOLOGIAS - ORIGEN DE LAS PALABRAS
MEDICINA Y SALUD - ÍNDICE LÉXICO
EL ALMANAQUE
dedica sus afanes a poner a tu alcance UNA PALABRA CADA DÍA.
Aquí te ofrecemos el índice temático de MEDICINA Y SALUD y
afines.
ALUCINÓGENOS
Alucinación, delirio,
enajenación, manía, obcecación, insania, paranoia,
desvarío, obstinación… es el acompañamiento de estados
patológicos. Quizá sea el delirio el sinónimo más afín
de la alucinación, que tenemos los hablantes
perfectamente localizado en las fiebres altas. La
alucinación la percibimos como una de las
manifestaciones del delirio. Son las válvulas de escape
de la naturaleza cuando está a punto de estallar. Son
los magnetotérmicos que se disparan cuando la tensión
supera la resistencia de nuestro sistema de conducción
de sensaciones y sentimientos. Engañar a los sentidos
para que funcionen exactamente igual si hay un estímulo
externo que los pone en marcha como si no lo hay, que
eso son las alucinaciones, es un secreto de la
naturaleza, una terapéutica a la que sólo recurre en
situaciones muy graves. Pero entre los secretos que le
ha ido robando la humanidad, éste es uno de los
primeros. Desde todas las clases de alcoholes a la coca,
pasando por el opio, ya de tiempo inmemorial ha ido
probando el hombre toda clase de sustancias para
pintarse una realidad mejor. La medicina, que ha tenido
que luchar contra el dolor, ha seguido los dos caminos
opuestos: el de la anestesia (eliminación de las
sensaciones) y el de la producción de sensaciones
inexistentes mediante los alucinógenos.
Palabra compuesta con
el elemento griego
geno (guéno), que significa engendrar, producir
(la tenemos en oxí-geno, nitró-geno, generar, regenerar,
generación, etc.). En cuanto al elemento principal,
alucinar, no es nada fácil determinar su origen. Los
diccionarios nos remiten al latín allucinor,
allucinatus sum, allucinari, del que derivan
allucinatio, allucinator y allucinatorius.
Todos ellos tienen también la grafía con una sola l (alucinatio,
etc) y también con h (hallucinatio y
halucinatio, etc.). En cuanto a ortografía, en cada
lengua nos encontramos con formas distintas, igual de
legítimas todas ellas, porque en latín no hay una
ortografía bien definida. Por lo que respecta al origen,
justamente la inestabilidad de la palabra en latín
inclina a pensar que no es latina de origen. No es, por
tanto, un derivado de lux, que es la apariencia
que ofrece a primera vista. Tratándose como se trata de
un término médico, es obligado sondear la existencia de
una palabra análoga en griego. Y en efecto tenemos muy
cerca tanto de la fonética como del significado de
alucinatio, alukh (alýke), que significa
inquietud, agitación de un enfermo. Al estar por lo
general asociadas las alucinaciones a delirios, y al ser
perceptible por el médico la agitación del enfermo, pero
no sus alucinaciones, podría ser que la lengua hubiese
recogido el aspecto perceptible del fenómeno. La
derivación fonética no ofrece mayores dificultades.Queda
por reseñar (aunque sólo sea para descartarla) la
posibilidad de que allucinor (con esta grafía
exclusivamente), fuese un derivado de alluceo,
que significa lucir mucho, resplandecer. Pero este
origen sólo explicaría, y no demasiado bien, las
alucinaciones visuales, que no son más que una parte del
fenómeno. Sea cual sea el origen de la palabra, forzoso
es admitir que el mismo hecho de fabricarnos
alucinaciones por huir de nosotros mismos y vivir
instalados en ellas, es un esperpento. Vivir en la
alucinación es vivir en el esperpento.
Mariano
Arnal
|
|