Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez

La pandemia del COVID-19 está causando temor y sufrimiento indescriptibles a las personas de edad en todo el mundo.
Más allá de su impacto inmediato en la salud, la pandemia coloca a las personas de edad en una situación de mayor riesgo de pobreza, discriminación y aislamiento. Secretario General de la ONU, António Guterres

La Asamblea General de las Naciones Unidas decide designar el 15 de junio Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez .

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, acordada el año pasado, tiene por objeto poner fin a la pobreza y construir un mundo más sostenible en los próximos 15 años. Poner fin al abandono, el maltrato y la violencia que sufren las personas de edad es fundamental si hemos de alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y cumplir la promesa que subyace a todos ellos de no dejar a nadie atrás.

El abuso y la violencia contra las personas de edad pueden adoptar muchas formas, como la violencia por parte de la pareja o de un extraño, el abuso psicológico y emocional y la explotación financiera. La Organización Mundial de la Salud estima que en algunos países hasta un 10% de las personas de edad pueden verse afectadas.

Las mujeres de edad sufren discriminación por razón de su edad y por razón de género y son más vulnerables que los hombres. El abuso de las mujeres de edad ocurre a menudo después de una vida de discriminación, violencia y opresión. Estoy particularmente alarmado por los informes cada vez más frecuentes de mujeres de edad que son acusadas de brujería, lo cual las convierte en blanco de abusos por parte de sus propias familias y comunidades.

«En este día, exhorto a los Estados Miembros y la sociedad civil a que reafirmen su determinación y redoblen sus esfuerzos para eliminar todas las formas de violencia y abuso contra las personas de edad.»

Protección de las personas mayores durante el COVID-19 y más allá
Aunque todas las personas de cualquier edad corren el riesgo de contraer COVID-19, las personas mayores tienen un riesgo significativamente mayor de mortalidad y enfermedad grave después de la infección, y los mayores de 80 años mueren a un ritmo cinco veces mayor que el promedio. Se estima que el 66% de las personas de 70 años o más tienen al menos una afección subyacente, lo que los coloca en un mayor riesgo de impacto severo por el COVID-19.

Las personas mayores también pueden sufrir discriminación por edad en las decisiones sobre atención médica, triaje y terapias que salvan vidas. Las desigualdades globales significan que, ya antes del COVID-19, hasta la mitad de las personas mayores en algunos países en desarrollo no tenían acceso a los servicios de salud esenciales. La pandemia también puede conducir a una reducción de los servicios críticos no relacionados con el COVID-19, lo que aumenta aún más los riesgos para la vida de las personas mayores.

Algunas personas mayores se enfrentan a vulnerabilidades adicionales en este momento. El virus no solo amenaza la vida y la seguridad de las personas mayores, sino que también amenazando sus redes sociales, su acceso a los servicios de salud, sus trabajos y sus pensiones.

“Ninguna persona, joven o vieja, es prescindible”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en un mensaje de vídeo para presentar un informe de política sobre las personas de edad el mes pasado. El impacto en la salud y los servicios de atención a largo plazo para las personas mayores debe reconocer y enfrentar los desafíos particulares a los que se ven expuestos, incluida su capacidad para acceder a tratamiento y atención médica.

“Las personas de edad tienen los mismos derechos a la vida y a la salud que todos las demás”, subrayó el jefe de la ONU. “Al adoptar decisiones difíciles respecto a la atención médica para salvar vidas, se deben respetar los derechos humanos y la dignidad de todos”.

A medida que el mundo se enfrenta a una crisis de salud sin igual, las personas mayores se han convertido en una de sus víctimas más visibles.

La pandemia del COVID-19 está causando temor y sufrimiento indescriptibles a las personas de edad en todo el mundo. Más allá de su impacto inmediato en la salud, la pandemia coloca a las personas de edad en una situación de mayor riesgo de pobreza, discriminación y aislamiento. Es probable que tenga un efecto particularmente devastador para las personas de edad de los países en desarrollo.
Secretario General de la ONU, António Guterres