31 de octubre Día Mundial de las Ciudades

La Asamblea General de las Naciones Unidas decide designar el 31 de octubre de cada año Día Mundial de las Ciudades.

El 27 de diciembre de 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 68/239 «decide designar el 31 de octubre de cada año, a partir de 2014, Día Mundial de las Ciudades, invita a los Estados, al sistema de las Naciones Unidas, en especial al ONU-Hábitat, las organizaciones internacionales correspondientes, la sociedad civil y los demás interesados pertinentes a celebrar el Día y fomentar la sensibilización al respecto, y destaca que los costos de todas las actividades que pudieran derivarse de la celebración del Día deben sufragarse con cargo a contribuciones voluntarias».

«Concentrémonos en la innovación a fin de asegurar una vida mejor a las generaciones futuras y trazar el rumbo hacia el desarrollo urbano sostenible e inclusivo en beneficio de todos». — António Guterres, Secretario General de la ONU

A mejor ciudad, mejor calidad de vida.

El Día Mundial de las Ciudades se estableció con el objetivo de promover el interés en la urbanización y fomentar la cooperación entre los países para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos que plantea el urbanismo, así como para contribuir al desarrollo urbano sostenible en todo el mundo.

La urbanización planificada maximiza la capacidad de las ciudades para generar empleo y riqueza, y para fomentar la diversidad y la cohesión social entre diferentes clases, culturas, etnias y religiones. Las ciudades deben ser diseñadas para vivir juntos, crear oportunidades, permitir la conexión e interacción, y facilitar la utilización sostenible de los recursos compartidos.

2020: Valorar nuestras comunidades y ciudades

El impacto de la COVID-19 ha cambiado la vida urbana en todo el mundo. Las comunidades locales han desempeñado un papel clave en la conservación de las ciudades, contribuyendo a la seguridad de las personas y manteniendo algunas actividades económicas.

El valor comunitario abarca el voluntariado local y las personas que se organizan en sus propios barrios, así como los movimientos sociales que desafían la pobreza, la discriminación sistémica y el racismo. En particular, en los asentamientos informales y los barrios marginales, las comunidades están haciendo una contribución significativa, mientras que los hogares en las áreas urbanas brindan un entorno propicio para trabajar y estudiar en casa.El último Informe de Ciudades del Mundo de ONU-Habitat, refuerza los beneficios de las ciudades que involucran a todas las partes interesadas, incluidas las comunidades locales para promover ciudades sostenibles. El Secretario General ha identificado a las ciudades y comunidades en la primera línea de la respuesta al COVID-19. Colectivamente, podemos fomentar verdaderamente ciudades sostenibles para todas las personas.