ESPECIAL XACOBEO 2004
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LOS DISTINTOS CAMINOS
Hay miles de caminos, uno para cada peregrino
El Camino no es más que un medio, un terreno que se pisa, una senda
por la cual se desplaza el peregrino. El punto de partida es su hogar.
Debería, pues, haber tantos caminos como hogares. No obstante, el
peregrinar a Santiago, precisamente por su carácter cristiano, fue desde
su origen una decisión abierta a la comunidad, tanto por su destino (la
tumba del Apóstol), como por su realización (en comunidad) y su
significación: construir el Reino de Dios. De ahí que andando hayan
configurado un Camino como punto de encuentro entre quienes tienen el
mismo empeño vital; lugar de amor y solidaridad entre los habitantes de
los pueblos y los peregrinos que los transitan; Si bien los Caminos a
Santiago fueron múltiples, con el tiempo se van concretando en
determinadas rutas, aquéllas que favorecidas por reyes y órdenes monásticas,
estaban jalonadas de monasterios y hospitales que auxiliaban y protegían
al peregrino.
El Camino Francés
Ya en el siglo XII el Codex Calixtinus describe las cuatro vías
principales en Francia, la Vía Turonense, que salía de París, la Vía
Lemovicense, que partía de Vezelay, y la Vía Podense que se iniciaba en
Le Puy se unían poco antes de entrar en España por Roncesvalles. Por último
estaba la Vía Tolosana que cruzaba el Pirineo por Somport, continuaba por
Jaca y se juntaba en Puente la Reina con la que bajaba de Roncesvalles. El
Camino que seguían desde aquí a Santiago se conoce como Camino Francés.
Es la gran ruta de 750 Km que enlaza Europa con el norte de España: Aragón,
Navarra, Rioja, Castilla y Galicia, y llega hasta el "fin de la
Tierra" de los hombres medievales. Es el camino que surge pocos años
después de la aparición del cuerpo del Apóstol y se convierte desde el
siglo X en el eje que articula la consolidación del imperio de Alfonso VI
y Alfonso VII, que permite la normalización del culto traído por los
cluniacenses frente a la iglesia española mozárabe. Es la gran ruta
comercial en la que se fundan y crecen las ciudades: Jaca, Pamplona, Logroño,
Burgos, Carrión de los Condes, León, Astorga, etc. Y sobre todo, es el
gran camino espiritual, popularizado por el Codex Calixtinus de Aymeric
Picaud, que atrajo a millones de peregrinos durante la Edad Media, aunque
desde el renacimiento vivió un lento declive, hasta casi borrarse en el
recuerdo de los siglos. La recuperación en los últimos años de esta
ruta comenzó con los trabajos específicos: Las peregrinaciones a
Santiago de Compostela, de Vázquez de Parga, Lacarra y Uría; y con Las
peregrinaciones jacobeas, de Luciano Huidobro, ambas escritas en los años
cuarenta del siglo pasado. Estos trabajos jacobeos permitieron recuperar
el legado de los Caminos de Santiago.
La Ruta de la Costa
Además del Camino Francés, existen otras rutas de peregrinación. A
principios del XIII al incorporarse a la Corona de Castilla, Alava y Guipúzcoa,
se fundan ciudades y mejoran las comunicaciones. Por ello algunos
peregrinos que provenían de París y Burdeos, siguen por la costa hasta
Bayona, penetran por Irún, Tolosa , Vitoria y desde allí enlazan con la
ruta tradicional en Santo Domingo de la Calzada o en Burgos. A partir del
siglo XVI serán Roncesvalles e Irún las puertas principales por las que
entran los peregrinos procedentes de Europa. La ruta de la costa por
tierra es más tardía, y en realidad nunca llegó a ser un camino único.
La peregrinación a Oviedo para adorar las reliquias de la Cámara Santa,
enlaza con la peregrinación a Santiago. Unos peregrinos iban a Oviedo
desde León, otros lo hacían a la vuelta de Santiago. Por último algunos
iban por la costa desde Irún, éste era el más penoso por la escasez de
hospitales.
Los Caminos Portugueses
Los Caminos Portugueses son muy variados, pues al igual que en España,
los peregrinos brotaban de todas las comarcas para dirigirse a Compostela.
Básicamente por tierra se pueden resaltar tres El Camino Portugués del
Interior, también llamado Central, utilizado por Santa Isabel de Portugal
en su peregrinación; el Camino Portugués del Norte y el Camino Portugués
de la Costa, también llamado Monacal. Evidentemente también accedían
por mar.
La Vía de la Plata
Otro camino iba de Zamora a León, siguiendo la ruta romana llamada
"Vía de la Plata". En la provincia de Zamora había una cofradía
llamada de los Falifos que se dedicaba a dar albergue y socorro a los
peregrinos, y a construir calzadas y puentes. Esta Hermandad se remonta a
la primera mitad del siglo XVI. La Vía de la Plata es la ruta que siguen
los peregrinos de las tierras occidentales del sur y centro de la península.
Así, desde Sevilla, marchaba sobre la calzada romana hacia Mérida, Cáceres,
Salamanca y Zamora. Desde aquí, bien podía continuar hacia Astorga,
donde se unía al Camino de Roncesvalles; dirigirse a la frontera con
Portugal para marchar hacia Braganza, capital de la montañosa región de
Tras-os-Montes (denominación esta última que algunos dan a éste
Camino), en vez de dirigirse a Chaves, antiguo lugar de confluencia de
peregrinos portugueses y marchar a Verín y Orense, donde se une a Vía de
la Plata en su variante Sanabresa; o también tomar desde Zamora hacia
Puebla de Sanabria y Orense, para ya dirigirse a Santiago. A la Vía de la
Plata también se dirigían los peregrinos andaluces orientales, vía
Granada y Córdoba que se unían a los anteriores en Mérida.
Los Caminos de Levante
Los Caminos de Levante (Valencia, Alicante), atravesaban el centro penínsular
y se unían a la Vía de la Plata en Salamanca o Zamora, después de
recorrer Albacete, Toledo y Avila. Aunque también podían tomar rutas más
septentrionales (Cuenca - Madrid) y marchar al encuentro del Camino de
Roncesvalles.
El Camí de Sant Jaume
El Camí de Sant Jaume, que partiendo del Monasterio de Montserrat
recorre Cataluña en dirección a Zaragoza. Antiguamente los peregrinos
catalanes podían desviarse en Lérida hacia Huesca y unirse al Camino
Aragonés a la altura de Puente la Reina de Jaca. Esta variante actual no
llega a Lérida y un poco antes, en Tárrega, se desvía y toma hacia
Huesca. Más adelante, pasado Loarre, vuelve a desviarse y en vez de
marchar a Puente la Reina de Jaca lo hace hacia San Juan de la Peña y
Santa Cilia de Jaca, donde ya se une al Camino Aragonés.
La Ruta de la Lana
La Ruta de la Lana es el Camino que seguían ganaderos, esquiladores y
peregrinos desde tierras manchegas y desde Cuenca subían hasta Burgos.
El Camino de Madrid
El Camino de Madrid sale de la capital de España y atraviesa la
Sierra de Guadarrama por el puerto de la Fuenfría (1.790 mts.), para
dirigirse sobre la calzada romana hacia Segovia y Valladolid y terminar
uniéndose en Sahagún al Camino de Santiago.
El Camino de Guadalajara
El Camino de Guadalajara. La Asociación de Amigos del Camino de
Santiago de Guadalajara en la actualidad está estudiando un trazado que
permita a los peregrinos Alcarreños marchar a Compostela. Transcurría a
través de El Casar, El Vellón, Guadalix de la Sierra, Soto del Real y
Manzanares del Real, donde se unía al Camino de Madrid. Otra posibilidad
sería tomar rumbo norte y unirse a la Ruta de la Lana.
Los caminos del Ebro
Los Caminos del Ebro recogen a los peregrinos del Levante y Cataluña
y siguiendo el valle del río Ebro los lleva hasta Zaragoza y Logroño,
donde se unen al Camino de Santiago.
La Ruta del Mar
Finalmente la ruta del mar, era seguida sobre todo por ingleses que
desembarcaban en La Coruña, Muros, Noya, Los Caminos del Ebro recogen a
los peregrinos del Levante y Cataluña y siguiendo el valle del río Ebro
los lleva hasta Zaragoza y Logroño, donde se unen al Camino de Santiago.