Desarrollan un aparato que provoca orgasmos

O orgasmo por controle remoto

Se implanta bajo la piel y se activa por control remoto · Generó polémica porque algunos piensan que no soluciona el trastorno

Un científico estadounidense comprobó que un dispositivo electrónico utilizado para tratar dolores de espalda puede servir para provocar orgasmos instantáneos en las mujeres sin necesidad de estimulación sexual.

Este aparato fue creado por Stuart Meloy, cirujano anestesista de Winston-Salen, en Carolina del Norte, Estados Unidos. Según se describe en un artículo publicado en la revista científica New Scientist, se trata de una "cajita" algo más pequeña que un paquete de cigarrillos que, implantada bajo la piel, se activa con sólo apretar un botón del control remoto.

El doctor Meloy aclaró que el dispositivo, que todavía debe probarse, será útil en casos extremos, disfunciones sexuales que afecten a la mujer y que le provoquen anorgasmia (imposibilidad de llegar al orgasmo). "A nivel de operaciones y dificultades es comparable con el marcapasos", declaró Meloy.

El cirujano, que trabaja en el Centro Piedmont Anaesthesia and Pain Consulants, descubrió el poder de estos electrodos gracias a un error. Cuando estaba aplicando algunos de ellos a la médula espinal de una paciente para aliviar los dolores crónicos que sufría, la señora, confesó después, tuvo un orgasmo. Meloy comprendió que algunos de los electrodos que habían sido colocados en un lugar equivocado activaron ciertos nervios de la espina dorsal y provocaron esa reacción completamente ajena a la situación.

Sin perder tiempo, el especialista patentó el "invento" y hacia fin de año tiene la intención de comenzar los primeros test clínicos en sociedad con Medtronics, una empresa de Minneapolis que fabrica instrumental médico. Tarde o temprano, adelantó, se estudiará también un modelo masculino: "el concepto es el mismo, explicó, y debería funcionar también en los hombres".

Para que sea eficaz, el aparato debe implantarse bajo la piel de un glúteo. Al respecto, el doctor Meloy dijo: "Si hay mujeres de tan sólo 15 años dispuestas a pagar grandes sumas y a soportar semanas de dolor para agrandar sus senos, no veo por qué no debería hacerse insertar, en lugar de siliconas, una máquina que le garantice el placer sexual".

Según explican los manuales médicos, el orgasmo es un punto máximo o clímax de la excitación sexual. En los varones, el semen es eyaculado por el pene. En las mujeres, los músculos que rodean la vagina se contraen rítmicamente.

En una función sexual normal, están involucradas tanto la mente (pensamientos y emociones) como el cuerpo. El sistema nervioso, circulatorio y endócrino (hormonal) interactúan de forma conjunta para producir una respuesta sexual.

Durante el orgasmo, tanto los hombres como las mujeres experimentan aumento de la tensión muscular en todo el cuerpo y contracción de los músculos pélvicos. Para la mayor parte de las personas, el orgasmo es placentero. Y se logra de a dos.

Aunque ahora, la tendencia es la individualidad: sexo virtual, máquinas mágicas, en definitiva, la fantasía que imaginó Woody Allen en El gran dormilón, en donde se mostraba un aparato llamado "orgasmatron", una máquina a la cual se ingresaba para tener orgasmos.

¿Es un error depositar todas las esperanzas de una gran vida sexual en un aparato?, se preguntan los expertos. Según la terapeuta psicosexual Julia Cole, "el implante puede ayudar a algunas mujeres pero estas personas también tendrían que tratar de descubrir y comprender las causas del problema". La especialista agregó que "es una pena pensar que quizás en el futuro una actividad tan rica como la sexual pase a ser un proceso solitario, individual".

Fuente: Clarín digital