Gloria, alabanza y honor te sean dados, Rey Cristo, Redentor,
a quien el acompañamiento de niños aclamó diciendo:
¡Hosanna al misericordioso!
Tú eres rey de Israel e ínclita prole de David, que vienes como rey bendito
en nombre del Señor.
Gloria, alabanza...
Toda la corte celestial te alaba en las alturas,
y toda la humanidad y todas las criaturas.
Gloria, alabanza...
La multitud hebrea viene a tu encuentro con palmas.
Y nosotros, mira, venimos a ti con ruegos, promesas e himnos.
Gloria, alabanza...
Estos te consolaban antes de tu pasión con alabanzas.
Nosotros te dedicamos este canto como Rey.
Gloria, alabanza...
Aquellos te complacieron, complácete también con nuestra devoción,
Rey bueno, Rey clemente, a quien placen todas las cosas buenas.
Gloria, alabanza...