SANTOS DEL DIA
30 DE ENERO
Martina
virgen; Félix papa; Matías, Armentario y Barsén
obispos; Hipólito presbítero; Adelelmo (Lesmes),
Feliciani, Filapiano y Alejandro mártires; Sabina y
Serena vírgenes; Aldegunda, Jacinta de Mariscotis y
Tiadilde abadesas.
MARTINA
Es el femenino
de Martín, nombre latino derivado de Marte, el dios de la
guerra, representado en el firmamento por el planeta rojo.
Son del mismo origen Marcial, martes y marzo. Es en Francia
uno de los 15 nombres más popularmente extendidos. En España
y en Latinoamérica es también bastante popular, aunque sin
alcanzar los niveles de Francia.
Santa Martina,
virgen romana que en tiempos del emperador Alejandro Severo
fue decapitada después de haber soportado con entereza toda
clase de tormentos. Se cuidó de darle sepultura el obispo
Ritorio. El papa Antero hizo trasladar su cuerpo al pie del
capitolio, cerca de la cárcel Mamertina, donde fue hallado
en 1634. El papa Urbano VIII hizo construir la iglesia
dedicada a Santa Martina al pie del Capitolio. Se la
representa con los atributos de su martirio. Es la patrona
de Roma y su fiesta se celebra el 30 de enero.
La emperatriz
de Oriente Martina (590-652) era sobrina del
emperador Heraclio. Al enviudar éste, se casó con él. Este
matrimonio levantó entre los ortodoxos un gran escándalo,
pues lo consideraron incestuoso. Consiguió que su marido la
designara como heredera en el testamento, junto con su hijo
del primer matrimonio, Constantino, de manera que le
sucedieron ambos en el trono. Todos sus afanes a partir de
ahí fueron colocar en el trono a su propio hijo, para lo
cual se deshizo de Constantino. Pero fue obligada a asociar
en el trono a Tiberio, segundo hijo de Heraclio, de manera
que ya eran tres los soberanos del imperio bizantino el año
641. Al año siguiente fue vencida y desterrada, quedando
truncada su ambición de convertir a su primogénito en
emperador.
Pero a pesar
de que el nombre de Martina tiene su propia autonomía y su
propia celebración el 30 de enero, son muchas las Martinas
que prefieren celebrar su onomástica el 11 de noviembre,
fiesta de San Martín obispo de Tours (316-397), el
que partió en dos su capa para darle la mitad a un pobre. Es
el santo francés por excelencia. Su culto llenó toda la Edad
Media y siguió con fuerza en todo el orbe cristiano hasta
nuestros días. De él nace el concepto de "capilla"
(diminutivo de capa) para designar el oratorio privado, por
la habitación que destinó Carlomagno en su palacio para
guardar esta preciadísima reliquia del Santo, ante la que
acudían a orar asiduamente los habitantes de palacio y en la
que se celebraban las ceremonias religiosas privadas. Este
carácter casi "oficial" del culto a San Martín, hizo que
este nombre adquiriese una gran implantación en Francia, que
aminoró un tanto al convertirse también en apellido en el
siglo XII. Simultáneamente se extendió el nombre de Martina,
que desde finales de la segunda guerra mundial ha aumentado
su popularidad.
Tienen las
Martinas un nombre de gran solera, rodeado de un aura de
prestigio que le viene de muy lejos y que va en aumento.
¡Felicidades! |