SABIDURIA



Numerología

Todos los pueblos han otorgado una gran importancia a los números, a sus propiedades y a su rol. Para Pitágoras, todo es numero, y el número es divino; es la fuerza que mantiene la permanencia eterna del cosmos. 

Si los números son la regla, el orden, la música, en el mundo todo es pausado, ordenado y musical.

El número posee una individualidad, una personalidad que expresa las relaciones de la parte con el Todo en el interior de una armonía, del individuo con el Ser, del múltiplo con el Uno- Todo.

Cada numero tiene su propia forma: 3 el triángulo, 4 el cuadrado, 5 el pentágono, 6 el hexágono, etc. Además, cada número posee un sentido propio, un sentido derivado y un sentido alegórico. Los números cardinales son indicadores de cantidades y los números ordinales, de cualidades. 

Los alquimistas y los cabalistas creyeron también en el poder de los números y en su influencia oculta. La enseñanza de la cábala se apoya en el simbolismo de los números, de las figuras geométricas y del alfabeto hebraico. 

En el árbol de los Sephirot, se distinguen 5 primeros números, divisibles por la Unidad de la cual son manifestaciones. Cada uno de estos números representan una fuerza que deriva de la fuerza primordial. También corresponden a las cinco corrientes primordiales de prana para los hindúes.

Estos números sirven para la adivinación u onomancia basada en el nombre de una persona, el número y la combinación de letras que forman este nombre.

El número de oro, o propiedad de la sección dorada, o divina proporción, preside la armonía arquitectónica. Es ese número misterioso donde la lógica matemática, el Logos divino, creador del cosmos, y el sentido innato de la belleza en el ser humano se encuentran de una manera reveladora. Con el número 5, representa la relación invariable que existe entre el lado del
pentágono y su gran segmento o entre la diagonal y el lado del pentágono regular, que es siempre equivalente al gran segmento. Sobre el número de oro se establecieron los cánones de la belleza del rostro humano en la Grecia antigua; se construyó un gran número de monumentos y de templos, tales como el Partenón, la catedral de Estrasburgo y la pirámide de Keops; y se fijaron las leyes de la música, de la filosofía y de la metafísica. 

En la antigua China, el número sirvió a la configuración del ordenamiento del mundo. La numerología basada en la doctrina del yin y del yang, fuerzas anatómicas y complementarias de la trinidad cielo- tierra - hombre, del cuadrado, de los cinco elementos y de los ocho trigramas, rige las especulaciones ocultas. 

La Astrología, el calendario, los cinco elementos y el I Ching son algunas de las artes de los números. 

El arte de la astrología está fundado sobre el sistema de las 10 troncos del cielo y las doce ramas de la tierra; examina el orden de las 28 constelaciones, los movimientos de los planetas, del sol y de la luna, de manera de consignar las imágenes positivas y las negativas. En numerosas
civilizaciones fue utilizada por los emperadores para gobernar. 

Los astrólogos cuentan 4 grupos de 7 constelaciones, cada uno, es decir, 28 constelaciones; 72 estrellas terrestres y 36 estrellas celestes benéficas utilizadas en la fabricación de los pentáculos. Su suma constituye la cifra sagrada 108, que encontramos en toda el Asia: 108 cuentas tiene el rosario budista, y el rosario chino de origen tántrico y budista se compone de 1080, 108, 54 o 24 cuentas. 

El calendario fija el orden de las cuatro estaciones, ajusta las épocas de equinoccio y de solsticio, muestra la concordancia de los períodos del sol, de la luna y de los planetas, y prevé el momento efectivo del frío y del calor, de la muerte y del nacimiento.

El I' Ching, llamado también Yi- King o Libro de las Mutaciones, posee asimismo un capítulo sobre los números llamado Hi- T' seu, que presenta los números emblemáticos del Cielo, los impares = 1, 3, 5, 7, 9, cuya suma es 25, y de la Tierra, los pares = 2,4, 6, 8, 10, cuya suma es 30.

Este milenario escrito demuestra también que los números adivinatorios son capaces de evocar el universo, la totalidad de las cosas, lo que, en términos de la tradición "sobrepasa la cifra de diez mil". Algunas deducciones que resultan del estudio de los 64 hexagramas: los 64 hexagramas de 6 líneas cada uno forman un total de 384 líneas, de las cuales 192 líneas son pares y 192 impares. 

Los sabios y los hombres de conocimiento de casi todas las culturas antiguas utilizaron los 
números para facilitarla conexión del ser humano con la divinidad y con su propia interioridad 
sagrada.

Existen muchos sistemas diferentes para trabajar con números, algunos de ellos bastante 
complejos y difíciles de aplicar. 

La Numerología es la ciencia de los números que hace posible realizar gran cantidad de 
combinaciones con el valor numérico de las letras. Los números están íntimamente relacionados 
con las letras, y especialmente en lo que se refiere al nombre propio, encierran un significado 
profundo y elocuente.

Uno de los primeros occidentales que investigó sobre la relación existente entre las matemáticas 
y la música fue Pitágoras. Sabemos que al tensar una cuerda, ésta vibra por completo, y al 
vibrar, produce una nota. El punto inmóvil de una cuerda se llama nodo. Si trasladamos a este 
nodo a lo largo de la cuerda, dividiéndola en dos, tres, cuatro partes (números exactos), 
podemos obtener las notas que están en armonía con la primera nota. Si el nodo se sitúa en 
puntos menos exactos, se produce una disonancia.

De esta observación, Pitágoras, dedujo que la vida divina está en armonía con la música del 
universo. Desde aquella experiencia, la ciencia de la numerología se ha centrado en la búsqueda 
de la armonía humana.

Es posible aplicar un número a todo lo que existe en el universo. Por eso, el número, para los numerologistas, es lo único que subyace en todos los hechos que suceden en el mundo que podemos captar. Por lo tanto, en el número está la clave del significado y el comportamiento de todo lo que existe en el universo.

También Pitágoras notó que, al dividir en forma sucesiva la longitud de una cuerda de la lira por la mitad, se podían producir las notas de la escala musical. Señaló así que las vibraciones creadoras de la música se producían en todas las cosas y que el universo danzaba al ritmo de la música creada por su propia danza.

Los especialistas en numerología opinan que esta música puede dividirse en nueve vibraciones básicas. Estas vibraciones a su vez, pueden ser representadas por los números del 1 al 9. Dichas vibraciones corresponden a la proporción en que se producen los fenómenos ondulatorios, es decir, la frecuencia con que se repiten en un período determinado. 

Cuando dos ondas se superponen, dan lugar a lo que se ha llamado fenómeno de pulsación. Así, cuando la vibración de una persona interfiere con la vibración de los fenómenos del universo, produce una pulsación posible de predecir. Algunos, entonces, definen la numerología como un medio de predecir la velocidad de grupo de los fenómenos de pulsación que recorren los grupos ondulatorios de que se compone la materia. Así, entonces, una persona de determinada vibración tendrá probabilidades de experimentar acontecimientos de la misma vibración.

juan carlos cid

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