China, país de
solteros
La sociedad china
avanza de forma inexorable hacia un problema de repercusiones
imprevisibles. Más de 24 millones de hombres en edad de contraer
matrimonio no podrán casarse en la próxima década por falta de pareja
femenina. La situación amenaza con desestabilizar la estructura familiar
en un país que registra una acelerada tasa de envejecimiento, debido a
la política del hijo único, que ha impedido el nacimiento de 400
millones en bebés en 30 años. Este país de 1.300 millones de habitantes
cuenta con 162 millones de personas de más de 60 años, una cifra que
alcanzará los 248 millones en el 2020.
La señal de alarma acerca del desequilibrio de nacimientos en China ha
salido a relucir a partir de un informe elaborado por la Academia China
de Ciencias Sociales. "El problema lo detectamos hace unos años, pero
ahora estalla con toda su crudeza", dice Zhang Yi, experto demógrafo de
esta institución oficial.
El documento cita como causa principal de esta disparidad los abortos
para evitar el nacimiento de niñas. "Los abortos selectivos siguen
siendo muy frecuentes, sobre todo en las zonas rurales", señalan las
conclusiones del informe, citadas por el Global Times. En el campo, las
familias desean un hijo porque consideran que les prestará más ayuda a
la hora de trabajar y cuidará de ellos cuando sean ancianos. Una hija no
lo hará, porque cuando se case deberá velar por sus suegros.
La realidad, sin embargo, es fruto de una combinación de factores. La
tradición china ha puesto en evidencia la política de hijo único lanzada
por el gobierno en 1980, debido a un prácticamente inexistente sistema
de jubilación y de protección social.
Según los datos de la Comisión de Planificación Familiar, en 1982 el
desnivel de nacimientos era de 108 niños por 100 niñas. Ahora esta
proporción es de 119 a 100. Y en algunas zonas del país, el
desequilibrio llega a ser de 130 a 100. Las autoridades estiman que la
relación normal debería ser de 103-107 niños por cada 100 niñas.
Zhang Yi opina que "el problema más grave" es el mantenimiento de la
tradición cultural de la búsqueda de un hijo varón. "Es normal –señala
la señora Wei, una anciana a quien el gélido frío no le impide realizar
sus ejercicios matutinos en el parque–. Mi marido y yo nos vamos
apañando, vivimos con mi hijo y su mujer y cuidamos de mi nieto mientras
los dos trabajan".
Y es que en la conservadora sociedad china los jubilados sólo confían en
la ayuda de la familia y exigen obediencia y atención por parte de los
más jóvenes. El Gobierno chino ha tomado conciencia del problema y ha
puesto en marcha un mecanismo de ayuda a los jubilados, con el fin de
reducir su dependencia de los hijos. Desde este mes, da 60 yuanes (6,2
euros) por persona a partir de los 60 años. Una cantidad que puede
ayudar en el campo, pero que deviene simbólica en una sociedad en pleno
despegue consumista.
Chen, el joven dueño de una cafetería del centro de Pekín, cree que la
cuestión está lejos de resolverse. "Es un problema de capacidad para
encontrar novia. Quien tiene más dinero, está más preparado y tiene más
posibilidades", dice Chen, casado y padre de un hijo de tres años.
La dificultad de encontrar esposa en algunas regiones ya ha provocado,
según la Comisión de Planificación Familiar, el aumento de secuestros y
tráfico de mujeres en las zonas donde hay un alto índice de
masculinidad. En otras, se dan casos de matrimonios forzados e incluso
prostitución. Zhang Yi, al igual que otros expertos, confiesa no tener
una solución: "Esta situación afectará principalmente a las capas más
pobres".
Lin, un vendedor veinteañero, se queda asombrado al saber que en diez
años habrá 24 millones más de chicos que de chicas en edad de casarse.
"No sabía que en diez años sobraríamos tantos chicos", comenta y, acto
seguido, se queja de que a la hora de ligar "las chicas exigenmucho". Se
lamenta de que "quieren saber si tienes coche, casa, dinero… No puede
ser. Así no hay forma de tener novia", concluye.
Las encuestas parecen dar la razón a Lin. Cuatro de cada diez solteras
temen no encontrar su pareja ideal, según una encuesta de la Federación
Nacional de Mujeres Chinas. Admiten haber situado muyalto su nivel de
exigencias, pero también señalan que no están dispuestas a renunciar a
encontrar al hombre de sus sueños, que en primer lugar debe tener un
alto poder adquisitivo.
Jin, una pizpireta farmacéutica de 24 años, es más realista. Tras
precisar que tiene novio formal, señala que "lo más importante es la
persona" y cree que no es bueno que la familia del marido sea rica.
"Cuando los hombres tienen mucho dinero, se vuelven inquietos y
mujeriegos", apostilla.
No obstante, con 24 millones de hombres donde escoger, no hay duda que
las futuras Jin cada vez serán más exigentes a la hora de elegir marido.
"Una situación que añadirá aún más presión a unos jóvenes que se
enfrentan en una sociedad cada vez competitiva", concluye.
ISIDRE AMBRÓS | Pekín
http://www.lavanguardia.es/internacional/noticias/20100125/53877070060/china-pais-de-solteros-pekin.html
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