Biblioteca de Psicoanálisis Sigmund Freud

 Bibliografía por Temas: Los sueños:

La interpretación de los sueños. SIGMUND FREUD.

 Cap. VI, III. 1900 [ 1899 ].  

Creaciones léxicas 

Las palabras son manejadas por el sueño con la misma frecuencia que las cosas, y experimentan identicas urdimbres que las representaciones- cosa del mundo. Cómicas y raras creaciones léxicas son el resultado de tales sueños. 

I

Cierta vez un colega me envió un ensayo del que era autor, que a mi juicio concedía importancia exesiva a un descubrimiento fisiológico reciente y, sobre todo, trataba el asunto con expresiones hiperbólicas; la noche siguiente soñé con una frase que sin duda se refería a ese tratado: “Es un estilo verdaderamente morekdal “. La resolución de ese producto léxico me resultó trabajosa al comienzo; era indudable que se había creado parodiando superlativos como “colosal, piramidal”; pero no era fácil señalar su origen. Por fin el engendro se me separó en los dos nombres de Nora y Ekdal, tomados de dos conocidos dramas de Ibsen (1). En un periódico había leído yo antes un ensayo sobre Ibsen, del mismo autor cuya última obra criticaba en el sueño. 

II

Una de mis pacientes me comunica un breve sueño que acaba en una disparatada combinación léxica, Asiste con su marido a una fiesta campestre, y dice: “Esto terminará en un Maistollmütz general”. Con relación a esto, el sueño trae la vaga idea de que sería un plato hecho con maíz, una suerte de polenta. El análisis separa la palabra en Mais {maíz} – toll {loco} – mannstoll {ninfómana} – Olmütz [ciudad de Moravia], fragmentos todos que se reconocen como restos de una conversación que mantuvo estando a la mesa con parientes. Tras maíz se ocultan, ademas de la Exposición del Jubileo que acaba de inaugurarse (2), las palabras: Meissen (una figura de porcelana de Meissen [Dresde], que representa un pájaro), miss (la institutriz inglesa de sus parientes había viajado a Olmütz), mies: asqueroso, malo, empleado con intención burlesca en la jerga judía; y una larga cadena de pensamientos y de anudamientos parte de cada una de las sílabas de esta palabra compuesta. 

III

Un joven a cuya casa había llamado un conocido al anochecer para dejarle una tarjeta de visita, sueña esa noche:

Un operario espera hasta el anochecer para arreglar el timbre. Después que se ha marchado, sigue sonando todavía, no de manera continua, sino a golpes intermitentes. El criado va a buscar de nuevo al hombre, y dice: “Es asombroso que aun personas que, por lo demás, son tutelrein no sepan manejar estas cosas”.

La ocación indiferente del sueño no recubre, como vemos, más que uno de los elementos del sueño. Y ella cobró significado únicamente porque se enhebró con una vivencia temprana del soñante, vivencia que, en sí también indiferente, fue dotada por su fantasía de un significado {intencionalidad} vicario. De muchacho, viviendo en casa de su padre, medio dormido derramó cierta vez un vaso de agua por el piso, de tal suerte que el cable del timbre se mojó y su sonar continuado molestó a su padre que dormía. Puesto que el sonar continuado corresponde al mojarse, los “golpes intermitentes” se emplean para figurar el gotear. Ahora bien, la palabra tutelrein se separa en tres direcciones, y así apunta a tres materias subrogadas dentro de los pensamientos oníricos: Tutela: curatela; Tutel (quizá Tuttel ) es también un nombre vulgar del pecho femenino; y el elemento rein se une con las primeras sílabas de Zimmertelegraph (timbre) para formar zimmerrein (limpieza de la habitación), que tiene mucho que ver con la mojadura del piso y ademas suena parecido al apellido de un miembro de la familia del soñante [ 1 ]. 

[ 1 ] La misma descomposición y recomposición de las sílabas – una verdadera quimica de las sílabas- nos sirve en la vigilia para gran número de bromas: ¿Cuál es la manera más barata de obtener plata? Uno se dirige a una avenida donde hay álamos plateados {Silberpappeln} y pide silencio; entonces cesa el Pappeln {“parloteo”, también álamo} y queda libre la Silber {plata}. El primer lector y crítico de este libro me hizo la objeción, que probablemente repetirán lo subsiguientes de que el soñante aparece amenudo demasiado chistoso. Esto es justo, siempre que se refiera sólo al soñante; y únicamente esconde un reproche si debe hacercelo extensivo al intérprete de sueños. En la realidad de vigilia, yo apenas merezco el atributo de chistoso; si mis sueños aparecen tales, ello no se debe a mi persona, sino a las peculiares condiciones psicológicas bajo las cuales se forma el sueño, y está en íntima relación con la teoría de lo chistoso y lo cómico. El sueño se vuelve chistoso porque tiene bloqueado el camino más directo e inmediato para la expresión de sus pensamientos: se ve forzado a ser chistoso...   

IV

En un sueño mío largo y desordenado, cuyo núcleo es apararentemete un viaje en barco, sucede que la próxima estación se llama Hearsing, y la que sigue, Fliess. Este último es el nombre de un amigo de B. {Berlín}, quien muchas veces ha sido el objetivo de mis viajes. Ahora bien, Hearsing se ha combinado a partir de los topónimos de las estaciones próximas a Viena, que tan a menudo terminan en ing: Hietzing, Liesing, Mödling (Medelitz, meae deliciae, es su nombre antiguo, o sea, meine Freud ), y a partirt del inglés Hearsay: Hörensagen {saber algo de oídas}. Este último apunta a calumnia y establece la relación con el excitador – diurno- indiferente del sueño, una poesía aparecida en Fliegende Blätter sobre un enano calumniador, llamado Sagter Hatergesagt {el decidor de lo dicho por odio}. Adicionando la sílaba  final ing al nombre de Fliess obtenemos Vlissingen, que es de hecho la estación marítima en que mi hermano recala en cuando mi hermano viene a visitarnos desde Inglaterra. El nombre inglés de Vlissingen suena Flushing, que en lengua inglesa significa sonrojo  y alude a una paciente con eritrofobía que yo traté, y también a una publicación reciente de Bechterew sobre esta neurosis y que me provocó sentimientos de desagrado. 

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GABRIEL O. ALVAREZ. PSICOANALISTA

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