DE LA LABOR DE UN PSICOANALISTA

“Estoy buscando una palabra
en el umbral de tu misterio
..
Estoy buscando una escafandra
Al pie del mar de los delirios
..
Corazón, corazón oscuro, 
corazón con muros
Corazón que se esconde, 
Corazon que esta a donde,
Corazón, corazón en fuga, 
herido de dudas de amor.

SILVIO RODRIGUEZ. Cancion: “Quien fuera”.

Y seran las dudas las que te acerquen a consultar. Y será tu propio corazón herido y en fuga el que te interrogue. En un análisis se trata de hablar, de expresar el mal. Ese malestar que hoy pone en fuga a tu deseo de vivir.
La labor con-siste en que digas todo lo que se te ocurra, sin prejuicios, con confianza. Eso que dices quedará allí, en ese diván que ocuparás. Como si al decirlo te desprendieras de esa pena oculta por años, que son siglos, y sobre tu espalda.
Dí lo que te duele y sin pensar, porque si lo piensas comenzará a reinar nuevamente, y como lo hizo toda tu vida, ese razonamiento conservador de culpas ajenas, y no lo dirás.
La labor de un analísta con-siste e in-siste en transformar a una persona en sujeto artífice de su destino, puesto a punto con lo que desea de la vida. 
Dirigir tu cura no es dirigirte, un analísta nunca será un guía moral. Aquí un analísta debe dejar a un lado sus prejuicios, y aguardar el momento adecuado para emprender su acción, que no será superficial, y que apuntará al corazón del ser que sufre. Y la labor de un analísta con-siste e in-siste en una operación.
Y ustedes ya saben en que consiste una operación. Con-siste en cortar. La labor de un analísta es la labor de un cirujano, solo que en psicoanalisis, aquello que el corte separa es un objeto real. 
La labor de un psicoanalísta es un trabajo, y en todo trabajo hay algo que ese ser debe pagar, ¿o supone aquel que trabaja que no pierde nada a cambio del pago?. Y un analísta paga con su ser. Porque si aquel que ocupa la posición de analísta, se preocupa por su ser, no se ocupará de ese corazón travieso que consulta. 
Un psicoanálisis es como un juego, y en todo juego ex-sisten las reglas:
Para el paciente la regla será: -dí todo lo que se te ocurra, y sin pensar, no te guardes nada.
Para el analísta la regla será: -deja de lado tus prejuicios, tu par(d)ec(s)er, escucha y actua. 
La labor de un analísta es servir de oráculo, para que en el juego del análisis el paciente adivine su juego. El análisis es un juego donde se juega a perder.

Si desea que le proporcionemos alguna sugerencia sobre que libro es el más conveniente para la temática que le interesa, mande un mail con sus preguntas a: 
GABRIEL O. ALVAREZ. PSICOANALISTA

E. Mail: [email protected]

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