De Corazones Amarrados (pero no del todo)

 

“Pero no se da usted cuenta que un corazón amarrao,

cuando le sueltan las riendas es caballo desbocao...

Y no lo asujeta el freno, ni lo paran falsas riendas”.  Los Olimareños

 

Corazones amarrados a los que no se les permite sentir, soñar, desear. Recuerdo a alguien que una vez preguntaba: “¿Es que siempre se sueña?, yo hace mucho que me parece que no sueño”.

Deseos aplastados a los que se le ponen frenos, a los que se intenta disciplinar, reducir, en nombre de alguna moral de turno, del bien común o del “deber ser”. Pero ¿qué responsabilidad nos cabe a cada quien?.

-“Es que YO soy así y punto”. Dice esa persona con aire de seguridad, pero su coraza se desmorona cuando alguien, que parece no entender de disfraces y apariencias, lo interroga: -¿Y como eres realmente, como eres, como eres?.

Para comenzar a soltarle las riendas al deseo hay que poder llegar a interrogarse sobre él.

Siempre que un sujeto desea lo hace con relación a algo o a alguien. Y ese alguien es Otro, que por otra parte, y para complicar un poco las cosas, también tiene su deseo.

Interrogarse acerca del deseo del Otro es la única forma de acceder al propio.


Falsas riendas que intentan frenar aquello oculto que impulsa a vivir. Aquello que se mantiene oculto y dice mas de lo que usted realmente es, por debajo de esa tragicómica imagen que intenta mostrar. Imagen que necesita construirse para sentirse algo ante los otros, pero que en el fondo jamas se reconoce plenamente en ella.

Cuando un sujeto decide indagar en lo más profundo de sí, dejando de lado falsas apariencias, en ocasiones se desboca, se va de boca, y termina diciendo mas de lo que en realidad quería: “en realidad no es eso lo que quise decir”; a lo que un psicoanalista pregunta: “¿Y si no fue usted, quien lo dijo, quien entonces?” . Así, lo desbocado tiene lugar en un psicoanálisis, lugar donde lo oculto habla, aun a pesar de que el paciente nada quiera saber de eso. Y a eso que habla por si solo se le llama inconsciente. Fenómeno que aparece cada vez que un individuo, en análisis, habré la boca y se des-boca creyendo que se equi-voca, pero esos errores o fallas, con el tiempo del análisis, podrán ser apreciados como verdaderos logros.

Inconsciente que trabaja hasta cuando dormimos, en los sueños.

Corazones sin sueños, amarrados, atrapados frente a eso que tanto desagrada, y que se le teme, aunque no se piense el porque. Para darle rienda a nuestros deseos, debemos primeramente crear un espacio donde este pueda desplegarse. Espacio que es un corte en la rutina, lugar donde no este prohibido hablar de corazón.

Si usted desea realizar alguna consulta o sugerencia:
Teléfonos: 420445 o 437285.
Mail: [email protected]
Sitio en Internet: https://www.elalmanaque.com/psicologia/
Desde ya muchas gracias y hasta la próxima.

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS