DIOS-EL SEÑOR
Decía el domingo pasado, y voy a intentar explicarlo,
que hombre es sinónimo de esclavo. Y añado que señor es sinónimo
de Dios denominado también, para más abundamiento, El Señor.
Partamos del término homenaje. Esta palabra no podría significar lo que
significa, a saber, "E omenaje tanto quiere dezir como tornarse ome de otro,
e fazerse suyo, por darle segurança sobre la cosa que prometiere de dar o de
fazer" (Partidas, tít. 25, Partida 4ª, Ley 4ª), ni hubiese dado lugar al
servicio militar obligatorio, a la servidumbre de la gleva, al derecho de pernada, al
derecho del señor a decidir con quién se casaba cada cual, y tantos otros usos propios
de la relación señor - esclavo, si no fuese porque ome (hombre) es estrictamente
sinónimo de "siervo". Desde el momento en que la tierra que recibía el vasallo
era del señor, poco margen quedaba para ningún género de libertad.
Pero esta sinonimia no se produce sólo en nuestra lengua. Nos viene ya del latín, del
griego, del hebreo. En todas estas lenguas percibieron tan nítidamente la diferencia
entre el hombre dominador y el hombre dominado, el hombre poseedor y
el hombre poseído, que no pudieron hacer sino poner nombres distintos a realidades
tan distantes. Tan distantes como el toro y el buey, aunque sean prácticamente iguales.
En hebreo, el señor, el dominador se llama "El" (en plural, Eloím);
y el hombre, el dominado se llama "adam". En griego el dominador se llama
anhr (anér) y el dominado se llama anqrwpoV
(ánzropos). El tratamiento que da el dominado al dominador es el de KurioV (kyrios), señor. En latín el dominador se llama vir y el dominado, homo. El
tratamiento que da el dominado al dominador es el de Dóminus, señor. En estas
lenguas el tratamiento que se da a Dios es también el de Señor, y su nombre
principal es Eloím (también "señor") en hebreo; QeoV (ceós), que significa Dios en griego; y Deus
(que también significa Dios) en latín.
Es sintomático el tratamiento de Dios en inglés: es inimaginable darle a Dios el
tratamiento de Míster, que traducimos sistemáticamente por "señor"
porque ése es su valor de uso (aunque no su valor de origen, pues en rigor significa
"maestro"-artesano). Además de God se le llama Lord. Es decir,
Dios comparte con los nobles nombre y tratamiento, pero nada de confundirse en el
tratamiento con el pueblo llano. Ni siquiera Cristo, del que predica la Iglesia que es al
mismo tiempo Dios y hombre. Señor le llamamos en español, pero no le llaman Míster los
ingleses, sino Lord. Eso explica que cuando se predicaba que los señores eran los
representantes de Dios en la tierra, costase bien poco hacerse a la idea.
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