DOMINACIÓN
Dedicaremos el Día de Júpiter a pasar revista a la
terminología relacionada con el poder y a las cosas que las palabras muestran o esconden.
Si partimos del término dominación, que engloba todos los sistemas de poder, y
vamos reculando como en la canción de la rana, nos encontramos con que procede de "dóminus",
señor, amo y que denomina cualquier forma de señorío, es decir de ejercicio de
la condición de dueño. Dóminus procede de domus, casa, con lo cual
venimos a saber que el dóminus es el casero, es decir el amo de la casa
y de todo lo que en ella hay. De domus deriva el verbo "domare"
(emparentado con el griego damaw-damao) que significa domar, domesticar, amansar, vencer,
subyugar, que no es poco; y a su vez deriva del griego domoV
(domos), que significa también casa, construcción y que está emparentado con
dhmoV (demos) que
significa "tierra habitada por un pueblo", "territorio
perteneciente a una comunidad".
De todo lo cual debe inferirse que toda dominación se sustenta en el derecho
(generalmente de origen divino o casi divino) que asiste al amo de un territorio, sea
éste pequeño como la casa y su finca, o grande como un país, a ejercer de dueño de
todo lo que forma parte de ese territorio, incluidos sus habitantes.
El elemento -arquía, que forma parte de términos referidos a distintas
formas de dominación, incide en el mismo concepto, pero desde otro punto de vista: el
término griego arch (arjé)
significa principio, y con él se designa al que va delante, el que está en el origen, el
principio. Y de ahí el término arcaioV (arjaios) del que deriva nuestra palabra arcaico y jerarquía,
autoridad sagrada, principio sagrado. El estar en el principio, en el origen de una
sociedad constituye de por sí una fuente de poder. Naturalmente son los más ancianos,
los más antiguos, los que están más cerca del origen del pueblo, por lo que son ellos
los que tienen el poder. En latín se llaman "senes", ancianos,
que forman el "senatus", el senado, es decir la asamblea de
los ancianos. Y todavía hay una categoría superior, la de "los más
ancianos", que en latín es "seniores", en los que la
acumulación de poder era máxima. De ahí procede "señores", alias
amos, que significa "dueños absolutos.
(continuará)
|