BÉLICO-POLÉMICO
bel
icismo, rebelión, rebelarse,
rebelde polemizar, polémico (adj.) polémica (sust,)
Aprovechando la coincidencia de que el martes es el día que los romanos dedicaban al
planeta Marte, que llevaba este nombre por ser el del dios de la guerra, entro a analizar
la relación entre estos términos y las realidades que tras ellos se esconden.
Hay que señalar en primer lugar que en origen las dos palabras tienen el mismo valor.
Ambas son adjetivos de la palabra "guerra". La primera en latín, "bellum"
y la segunda en griego polemoV.
Lo que ocurre es que hemos especializado la primera en temas netamente guerreros, mientras
la segunda la hemos especializado en guerras "dialécticas". Lo más destacable
por tanto del adjetivo polémico (y sus derivados) es que coincide con el adjetivo bélico
en cuanto al origen, pero no en cuanto al valor asignado.
Por lo que respecta a la presencia de la raíz bel- en nuestras lenguas, aparte
los términos cultos bélico y derivados, tenemos la palabra rebelión y sus
derivados. En esta palabra está oculto el elemento guerra. Mucho más real en el
término rebelión que en el término rebelde, en el cual tiene un valor
más metafórico, sobre todo cuando se usa en expresiones tales como "este chico es
muy rebelde".
Donde ya sorprende el uso no sólo de la raíz bel-, sino de toda la palabra
latina "bellum" es en el nombre de una determinada marca de pistola, la
"parabellum" y que significa "prepara la guerra". El
refinamiento al que pueden llegar los nombres, es inaudito. La "parabellum" se
presenta al mercado como "un arma para la paz", cosa que por otra parte no
constituye ninguna novedad: la mayoría de las guerras tienen como causa o como pretexto
la paz.
Pues bien, justamente respondiendo a este criterio de imbricación de la paz en la
guerra, los romanos fraguaron el famoso aforismo "Si vis pacem, para
bellum", "si quieres la paz, prepara la guerra" , que ése
es el significado del nombre parabellum, pero claro, como segunda parte del
aforismo y dando por sobreentendida la primera parte del aforismo, es decir dando a
entender que a fin de cuentas se trata de una "arma para la paz".
Con lo cual llegamos al final del recorrido, y adivinamos que no es tan grande la
distancia entre bélico y polémico, porque finalmente, toda guerra real es
precedida por una guerra dialéctica (polémica) que la justifica y la alienta.