ISIDRO

En Espa�a tenemos dos grandes Isidros: el letrado, llamado con la forma culta del nombre, Isidoro; y el labrador para quien se reserva la forma popular del nombre: Isidro. Ambos proceden del griego IsiV (Isis) dwron (d�ron), don de Isis, la diosa egipcia venerada tambi�n en la Grecia cl�sica. San Isidro Labrador es el georgoV (georg�s), el trabajador del campo (que eso significa Jorge), pero sin armadura.

San Isidro Labrador (1070-1130) naci� en Madrid cuando en los libros figuraba todav�a este lugar como Majoritum (�algo que ver con mayorazgo?), cuando la villa no era ni siquiera un pueblo grande. Vivi� durante el reinado de Alfonso VI de Le�n. Lo que le distingui� de los dem�s fue su santa vida, junto a su santa esposa, Mar�a Toribia, natural de �beda, venerada en Espa�a con el nombre de santa Mar�a de la Cabeza. El oficio de Isidro era el de jornalero agr�cola, igual que la inmensa mayor�a de sus convecinos, y al no tener como tal una vida de especial relieve, no nos queda de ella constancia. Lo que s� se han cuidado de transmitirnos sus hagi�grafos son los milagros del santo. Destaca entre ellos el de la salvaci�n milagrosa de su hijo, que hab�a ca�do en un pozo profundo; el paso a pie enjuto de su esposa Mar�a sobre las aguas del Jarama; con este milagro disip� Dios los celos que hab�an suscitado en �l las habladur�as de la gente, que achacaban la piedad de su esposa a inclinaciones pecaminosas. El tercer milagro m�s celebrado del santo y m�s representado por los artistas, es el que sigue: Estaba Isidro al servicio de un caballero llamado Vargas, dedicado al cultivo de sus tierras. Como no viv�a en el mismo Madrid, era dif�cil saber a qu� se dedicaba, porque al ser una villa muy peque�a todo el mundo conoc�a las andanzas de todos. Al ver, pues, otros labradores que Isidro estaba en el campo menos tiempo que ellos, (sin que por ello menguase su productividad, quiso comprobar su amo por s� mismo qu� hab�a de las acusaciones. Se acerc�, pues, al campo en que Isidro estaba arando y vio desde lejos que a uno y otro lado de Isidro, estaban arando tambi�n dos j�venes con sendas yuntas de bueyes. Cuando acab� de llegar ante �l, los dos j�venes hab�an desaparecido con sus yuntas. Al preguntarle Vargas por aquellos j�venes que acababan de desaparecer, Isidro no entendi� de qu� le estaba hablando, porque �l no hab�a visto a nadie; hab�a visto, eso s�, que la faena le cund�a much�simo. Los milagros m�s la caridad y la santa vida que llevaban Isidro y su esposa, dieron lugar a una gran veneraci�n por ellos. En la parroquia de San Andr�s, de Madrid, el santo fund� una cofrad�a dedicada a la adoraci�n del Sant�simo Sacramento. En la actualidad, los restos del santo se conservan incorruptos en una urna de plata, ofrenda del gremio de plateros madrile�os, en la catedral de su advocaci�n. Fue beatificado por Paulo V (1618) y canonizado por Gregorio XV (1622). Su culto se extendi� tambi�n, a fines del siglo XVII, por ciertas regiones francesas, como la Picard�a y la Breta�a, y asimismo por otras de Baviera y Austria (Tirol). La onom�stica se celebra el 15 de mayo.

Nombre grande el de Isidro, en pleno auge de todo lo natural, flanqueado por el sapient�simo san Isidoro de Sevilla. �Felicidades!

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