Nos estamos dejando robar las palabras por ladrones finos
y elegantes, que nos meten mano con tanta educación y con unos aires tan de gente
honrada, que no osa uno llamarles la atención, porque siempre queda la duda de si no
serán realmente honrados, porque son tan finas sus maneras...
El caso es que inocente para cualquier español normal significa no solamente el
que no hace daño, sino que ni siquiera es capaz de hacerlo. Es paradigmático el caso de
Al-Capone: todo el mundo sabía y sabe que en la mafia nadie mueve un dedo, ni menos el
que aprieta el gatillo, sin consentimiento del capo, o le vuela la cabeza. Pues vivió y
murió judicialmente inocente de los crímenes que se habían cometido por orden
suya. No se le pudo "demostrar" nada. Fue condenado por delito fiscal, tan
sólo, y fue declarado inocente de los cargos de asesinato.
Por eso, porque para declarar a uno inocente conforme al sentir común, según
el uso común de la lengua, hace falta que sea ostentosamente inocente, casi diría
manifiesta e inequívocamente inocente, es por lo que el pueblo llano, si no está ante la
evidencia de inocencia, presume la culpabilidad. Porque si no se partiese de esa presunción
de culpabilidad no habría manera de promover un juicio. Dicho de otra manera: si el
pueblo llano, el simple usuario de la lengua sólo tuviera derecho a presumir la
culpabilidad de alguien cuando tiene derecho a presumirla el juez, no habría manera de
defenderse. Todos los delitos quedarían impunes.
Inocente es "el que no hace daño", más aún "el que es incapaz
de hacer daño", "el que no es responsable de un daño". El mundo judicial
no puede, por suerte, imponernos su lenguaje contra lo que ven nuestros ojos. Si hasta el
mismo Galileo se ha tenido que comer sus palabras (Eppur si muove!), porque sus
tecnicismos negaban la evidencia que ven nuestros ojos, y al cabo de 500 años aún
seguimos diciendo "el sol sale" y "el sol se pone", porque eso es lo
que vemos, ¿cómo nos convencerá un juez con sus tecnicismos de la inocencia del
jefe y financiador de unos malhechores convictos y confesos? ¿Cómo nos convencerá de
que ese jefe no ha hecho ningún daño, y que por tanto no ha de rendir cuentas de
nada?
Y esto es así porque para ser inocente coram pópulo se necesita ser realmente
inocente. Mientras que para serlo coram iúdice basta con serlo
técnicamente. Pero eso no hará que cambiemos de conciencia y de lenguaje y pidamos
perdón al que con los ojos de la cara vemos culpable, porque el juez con sus anteojeras
lo haya visto y declarado inocente. Y seguiremos diciendo "el sol sale" y
"el sol se pone" mientras el que nuestros ojos ven culpable sigue proclamando su
inocencia urbi et orbi. Porque en román paladino, inocente es el que ni
ha hecho daño ni es responsable del que otros han hecho.