ARTÍCULOS

FUTBOL: ESPAÑA NO VAN TAN BIEN

 
     El último ensayo de la selección en su camino de preparación hacia el mundial 2002 de Corea y Japón con derrota por 1-0 frente a Holanda, demuestra que el fútbol español "no va tan bien" como los periodistas deportivos, y con ellos una buena parte de directivos y aficionados, lo están creyendo.
 

Además de errores puntuales y de indisciplina táctica dentro del campo, la selección española parece querer demostrar que nunca podrá ponerse a la misma o similar altura que los clubes en sus competiciones internacionales y ello se deriva, en buena parte, porque sus jugadores están sobrevalorados por una prensa deportiva empeñada en conseguir desde sus páginas un campeón mundial, pero que luego los machaca ante los resultados negativos.

 España, salvo el cuarto puesto de 1950 en Brasil, nada meritorio ha realizado en los siguientes campeonatos mundiales.

 
    Este antecedente no se tiene muy en cuenta, por esa tendencia, que a veces resulta contraproducente, de querer minimizar los resultados negativos, frustrantes para todos, incluyendo los jugadores, para poder, desde páginas y microfónos, zaherir con fuerza y elevados tonos a quienes han integrado la selección respectiva.
 
En Sao Paulo, el 16 de julio, España con un equipo integrado por Eizaguirre, Alonso,  Asensi, Silva, Parra, Puchades, Basora, Hernández, Zarra, Paniza y Juncosa,  perdió el tercer puesto ante Suecia que le venció por 3-1, y su atacante Basora fue el segundo mejor goleador, junto con el uruguayo Schiaffino, con cinco tantos, cuatro menos que el brasileño Ademir, máximo artillero del campeonato, con nueve. Zarra, con cuatro goles, ocupó el cuarto lugar en esta modalidad.
 
    Desde entonces España ha tenido su auténtico viacrucis en las fases finales a las que se ha clasificado, aunque para llegar a ellas, en varias eliminatorias, lo ha hecho con suma facilidad, lo que aumenta las expectativas entre los aficionados, hace brotar un absurdo nacionalismo en la prensa deportiva y después llegan, entre lamentos, las frustraciones.
 
     El actual seleccionado que dirige José Antonio Camacho no es mejor ni peor que los últimos equipos de España en los torneos mundiales o europeos, pero como todos ellos, carece de una "identidad propia" , que se plasma en evidentes irregularidades técnico-tácticas que influyen para los fracasos en acciones individuales como las de Julio Cardeñosa, Julio Salinas, José Molina,  Santiago Cañizares, Raúl González y muchísimos otros jugadores.
 
     Tácticamente, España está mostrando muchas debilidades para controlar adecuadamente el juego aéreo de sus rivales. Sus porteros y defensas no tienen concentración adecuada a lo largo de los partidos y eso se traduce en derrotas, que en la mayoría de los casos han sido decisivas.
 
     Los porteros -ya Cañizares, ora Molina o Casillas, como antes lo fue Zubizarreta- muchas veces carecen de buen dominio de sus áreas y las desamparan con facilidad originando con ello falta de confianza en sus compañeros de defensa, incapacidad para controlar los balones "bombeados o a la olla" y por tal causa reciben goles que destrozan al equipo.
 
     El Real Madrid, por ejemplo, tiene en su defensa un "tremendo agujero" que como el de la capa de Ozono, se amplía con el tiempo. Y uno de los causantes de este es Fernando Hierro, que ya no va también para arriba como lo hacía en años anteriores. Esta debilidad suya la traslada también a la selección que es sorprendida muy a menudo  con saques de esquina o golpes francos que van elevados. Ello quedó patente, mucho más, en el gol de Frank de Boer, que le dio el reciente triunfo a Holanda.
 
     Jugadores como Téllez, Juanfran, Aranzábal, Curro Torres, César, no parecen tampoco ayudar mucho a mejorar el rendimiento del sistema defensivo de la selección.
 
     El medio campo español, como en  Hamlet, se debate entre el "ser o no ser", a pesar que esa zona del campo es vital para el fútbol.
    
      En ella, a España le faltan importantes complementos porque a jugadores técnicos como Valerón, Guardiola, Xavi, y otros de similares características, le faltan los "mordedores o lapas" que a la vez que marcan rivales, destruyen jugadas, deben tener la visión -al estilo de Mauro Silva- de saber colocar bien los pases y, aunque no tienen propiamente el papel de "organizadores del juego" no "rifar" por precipitarse o por falta de condiciones los balones para permitir la rápida recuperación del equipo contrario.
 
     En este campo España muestra la mayor descompensación y por eso las distintas líneas se ven desequilibradas a lo largo de los partidos y, muchas veces, defensores o atacantes, según los casos, parecen clamar al cielo una ayuda de sus centrocampistas para coordinar el juego ofensivo o el defensivo.
 
     Respecto al ataque, actualmente España tienen el mayor número de jugadores para esas posiciones, pero muchos de ellos llegan a la selección -unos por méritos, otros porque los "infla" la prensa- y se les "olvidan" sus condiciones o, simplemente, muestran las carencias generales que tienen.
 
     Camacho se está dejando influir por la prensa que le señala jugadores, y está llevando a muchos que todavía, aunque tengan condiciones, están en su etapa de primaria o bachillerato o no han pasado las pruebas de selectividad para la universidad que es, nada menos, que la selección.
 
     Jugadores como Capi, Joaquín, Vicente, Tiko y otros, deberán "estudiar y foguearse" en otras divisiones antes de llegar a la selección absoluta. Uno o dos buenos partidos que hagan con sus clubes no les da el título. Menos en España cuando la edad para alcanzar el "grado o equilibrio" llega tarde en comparación con jugadores de América. Aquí no surgen Pelés, ni Maradonas, ni Di Stéfanos, a los 16 o 17 años.
 
     El mundial 2002 será un gran reto para España y todavía a Camacho le queda tiempo para analizar con mayor cuidado a los jugadores que integrarán la selección, buscando el necesario equilibrio en sus diferentes líneas.
 
     Es cierto que ningún equipo del mundo puede reunir a once genios y tiene que  convocar a buenos, regulares y hasta malos jugadores. Pero lo importante es trabajar sobre esquemas tácticos que permitan con la capacidad y calidad de unos, los más, superar las deficiencias de otros. Es decir buscar que  los factores negativos sean los menos. Y no al contrario, como pasa ahora con el equipo español.
       
Guillermo Tribín Piedrahita 
Director de deportes diario El Siglo; director de los servicios informativos de Radio Cadena Nacional y  Todelar de Colombia. Editor Internacional de United Press International.
Redactor Jefe y Subdirector de la Agencia EFE.