especial.gif (3780 bytes)  enlaces.gif (2911 bytes)     conectate.JPG (7954 bytes)

Grandiosa época en la que vivimos.

Somos la primera generación que puede conocer al momento mismo que ocurren los hechos provenientes de todo el mundo. Podemos ver en directo el Carnaval de Río de Janeiro, una trágica inundación en Mozambique, la interminable guerra de Croatas y Serbios, los delincuentes que tienen rehenes para poner condiciones a la policía o la persona que está en sus últimos segundos de vida después de sufrir un accidente automovilístico.

Grandiosa época. Podemos compadecernos de todos los que sufren, angustiarnos por las imágenes, hacer correr nuestra adrenalina, saborear nuestro dolor y comunicar nuestros lamentos a quien quiera oírnos. Luego, podremos calmarnos un poco, ir a dormir y sobrevivir hasta el próximo noticiario de televisión.

Grandiosa época. Muchos se lamentan por los que sufren, oran por ellos y tranquilizan su consciencia. O muchos viven en constante angustia y depresión por los males del mundo. Sin embargo, pocos hacen algo. Es muy difícil recorrer miles de kilómetros para auxiliar a un africano que tiene hambre y sed. Pero podemos hacer dos cosas muy constructivas.

Tú puedes colaborar con alguna organización de servicio. Ellos son especialistas en el tema y pueden hacer más que un individuo solo y aislado. Y segundo, ayudar a tus vecinos, a las personas que tienes cerca. Es cierto que hay sufrimiento en el otro continente, pero también lo hay a metros de tu hogar. Te sentirás feliz si te liberas de egoísmos y compartes, aunque sea sólo un poco de tu tiempo, con quienes te necesitan. Es una buena forma de conectarte con el Creador: "lo que haces a tu hermano, a Mí me lo haces".

ANTERIOR  |  PORTADA  ALMANAQUE  | SIGUIENTE