La falta de armonía Muchos me escriben describiéndome la falta de armonía en sus vidas producto de las noticias que conocen en los medios de comunicación o en el tipo de conversaciones que tienen que escuchar en sus lugares de trabajo. ¿Te has fijado lo rápido que corren las malas noticias? Y son las que más venden. Los canales de televisión pagan altas sumas de dinero por ellas. En una empresa basta con que alguien comente "fulano de tal es (aquí el peor defecto que se te ocurra)" y pronto encontrarás que casi todos lo van propagando. A alguien desprevenido le llegarán luego muchos comentarios al respecto. Entonces pensará: "si tantos lo dicen, algo debe ser cierto". Entonces, se sumará a la corriente de opinión. Pero si alguien dice algo positivo de otra persona, esto sí que no corre. ¡Queda hasta allí! Supongamos que A le dice a B: "encuentro que C es una excelente persona, muy amable y servicial". Este comentario no circulará por toda la empresa. Lo más probable es que ni siquiera lo sepa C algún día. Las malas noticias hacen daño, son exageradas y crean un ambiente de pesimismo y animadversión. Las buenas noticias llevan alegría, buena voluntad e inducen a cooperar por el bien común. Una clave de éxito es convertirte en propagador de buenas noticias. ¡Ve y díle a C que A opina que es una excelente persona! Ganarás amigos, aprecios y apoyo cuando más lo necesites. Y especialmente, ganarás la satisfacción de propagar buenas noticias. Serás mucho mejor recibido en todas partes y habrá más armonía en tu vida.  ANTERIOR  |   PORTADA  |    ALMANAQUE    |     SIGUIENTE