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Cultivar la relación
Amarte y amar son dos conductas que se deben dar en forma simultánea para que se desarrollen a plenitud. Así como te sientes bien cuando se te reconoce alguna cualidad, también debes estar atento a prodigar el elogio sincero a los demás. Si tienes la actitud de dar afecto, también estarás receptivo a recibirlo, lo que hace muy bien para tu ser.
Si estás casado, la interacción amar y amarse adquiere una importancia insoslayable y fundamental. Tu relación se fortalecerá si te transformas en el principal admirador de tu pareja. Permanece atento y generoso al dar tu elogio por las cualidades de él o de ella. La actitud contraria, la crítica, destruye el amor.
Una forma de manifestar aprecio es cultivar la relación, mantenerla siempre viva y novedosa. Aprende nuevas formas de intimar con tu pareja evitando la rutina. Añade de vez en cuando un toque diferente, una pequeña sorpresa.
Sin embargo, aunque parezca contradictorio, cada uno debe dejarse su tiempo para algunas actividades, conservando su identidad y teniendo de esta forma nuevos elementos y experiencias que compartir.
